Cuando algunos pitchers realizan un sin hit ni carrera, la reacción general casi siempre es lo siguiente: "En el béisbol cualquier cosa puede suceder". Sin embargo, cuando otros serpentineros lanzan un no-hitter, la reacción es distinta: "Es posible que esto vuelva a pasar". Es casi seguro que el dominicano Ubaldo Jiménez esté en la segunda categoría. Su repertorio lo podría ayudar a tener otra presentación similar a la de la noche del sábado en Atlanta, cuando lanzó el primer no-hitter en la historia de los Rockies que le dio la victoria 4-0 sobre los Bravos. Jiménez, de 26 años de edad, se hizo un nombre en la temporada del 2009, así que nadie debería estar sorpendido con lo que consiga de ahora en adelante. De todas maneras, su presentación del 2010 ha sido de ensueño. En esta temporada tiene 3-0 en tres aperturas con 1.29 de efectividad y por supuesto, un juego sin permitir imparables. Pero al observar las capacidades del derecho, esta clase de actuación no es de pura casualidad.
Los pitcheos de Jiménez tienen tanta velocidad como cualquier otro lanzador en la liga. Eso fue evidente contra los Bravos, cuando con frecuencia alcanzó las 100 millas por hora. El quisqueyano tiene una excelente recta y un gran arsenal de lanzamientos secundarios. Su único problema en el pasado ha sido su control, pero obviamente ha mejorado en ese aspecto. Durante la temporada pasada, mientras Jiménez alcanzaba un nivel extraordinario, muchos lo señalaban como un futuro ganador del premio Cy Young. Basado en su comienzo en esta campaña, el futuro estaría más cerca de lo pensado. Es posible que sea uno de los principales candidatos al Cy Young de la Liga Nacional en el presente, para la temporada del 2010. Con su repertorio y con su capacidad de contolar esos lanzamientos, el llegar a esta parada en el camino hacia la superioridad no fue coincidencia. Siempre se valora una presentación sin hits, pero es justo pensar que Jiménez tiene esa clase de habilidades.
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