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ARLINGTON Cuando los Rangers cambiaron al toletero Mark Teixeira a los Bravos en julio del 2007, no podían imaginarse que apenas tres años después, dos de los prospectos que recibieron en el canje serían piezas cruciales de un equipo que se encuentra a un paso de la Serie Mundial. Pero así se han dado las cosas. En esta Serie de Campeonato de la Liga Americana entre Texas y los Yankees, el venezolano Elvis Andrus y el dominicano Neftalí Feliz son elementos fundamentales de un equipo que ha cosechado muchos éxitos este año.
Andrus lo ha hecho como torpedero desde el 2009, y en el 2010 le tocó a Feliz ser taponero del equipo, con todo y su condición de novato. Cuando se trata del noveno inning en Texas, el quisqueyano ha sabido cerrarle la puerta a la oposición de manera contundente. "Su material es eléctrico", dijo el receptor boricua de Texas, Bengie Molina. "Tira a 100, tremendo slider y buen cambio." Lo expresado por Molina no es noticia para nadie. Desde que fue subiendo por los circuitos minoritarios, hasta que alcanzó las 100 millas por hora en la pizarra del Busch Stadium en el Juego de las Futuras Estrellas del 2009 en San Luis, hasta que llegó a la Gran Carpa ese mismo año, todo el mundo sabía del talento de Feliz.
En su primera temporada completa en Grandes Ligas, el derecho no decepcionó para nada. Designado cerrador del equipo por el manager Ron Washington durante los entrenamientos, Feliz salvó 40 partidos en 43 oportunidades en un equipo que ganó su división. Ponchó a 71 rivales en 69.1 entradas lanzadas, otorgando 18 bases por bolas y terminando con efectividad de 2.73.
"Es increíble, tremendo año", le dijo Feliz a LasMayores.com en el Rangers Ballpark. "Lo único es darle las gracias a Dios por darme esta oportunidad y darle las gracias a la organización." Algo que se ha notado en Feliz--convocado al Juego de Estrellas y ahora fuerte candidato a Novato del Año en la Liga Americana--es cómo ha madurado en el transcurso de la temporada. "Es impresionante lo que ha hecho", dijo el receptor sustituto de Texas, Matt Treanor, quien ha tenido la oportunidad de recibir los envíos de Feliz. "Ha madurado con cada salida. Le ha puesto atención a sus presentaciones, al equipo contrario y a lo que quiere hacer." Lo números cuentan la misma historia. En la primera mitad de la temporada, Feliz tuvo promedio de carreras limpias de 3.82 en 39 partidos, mientras que en la segunda logró 1.42, salvando 17 juegos en sus últimas 18 oportunidades. Otra mejoría fue en las bases por bolas. Antes del Juego de Estrellas, otorgó 13 en 37.2 innings. Después del Clásico de Media Temporada, fueron apenas cinco en 31.2 episodios.
"La experiencia", explicó Feliz. "Cada día que uno sale al terreno, cada cosita más, cada momento más, uno aprende. Me siento con más confianza de poder hacer mis pitcheos en cualquier momento." Así mismo lo ve de cerca Treanor. "En la última parte de la temporada empezó a quitarle velocidad y tirar para strike, aun estando abajo en el conteo", afirmó el cátcher. "Eso es lo que realmente te separa de un pitcher que simplemente tira rectas. Está empezando a usar todos sus pitcheos y estar consciente de la situación y de lo que quiere tirar. "Eso es lo que ha aprendido y lo ha hecho mucho mejor", continuó Treanor. "Se ha puesto en muy buena posición, para estar en la postemporada ahora." En su primera salida en playoffs, Feliz tiró una entrada en blanco ante los Rays en el Juego 1 de la Serie Divisional, ponchando a dos y regalando dos bases. En su segunda presentación, concedió jonrón de Carl Crawford, y en sentido general no se vio bien.
Sin embargo, Feliz no se ve afectado en nada por dicha salida, sobre todo con el pase de su equipo a Serie de Campeonato. "En el primer juego estuve un poco nervioso", dijo el quisqueyano. "Pero ya me siento relajado, me siento conforme. Ya no me siento nervioso." Ahora midiéndose Texas a los Yankees, muchos han querido hacer la comparación entre Feliz y Mariano Rivera, considerado el mejor taponero de todos los tiempos. "Eso es algo increíble, algo que ni tú mismo te lo crees", dijo al respecto Feliz, quien cita a Rivera y a su compatriota Rafael Soriano como ejemplos a seguir como cerradores. "Las cosas pasan porque tienen que pasar. A aprender lo que pueda de él (Rivera) y seguir hacia adelante." De su parte, Rivera ha visto de lejos a Feliz y, como todos, se ha llevado buena impresión. "Es buen muchacho, buen cerrador", dijo el panameño. "Agarrará más experiencia y estará ahí por mucho tiempo."
En cuatro partidos contra los Yankees en la temporada regular, Feliz permitió cinco hits y dos carreras en 4.1 entradas, con un juego salvado, una oportunidad de salvamento malograda, una victoria y una derrota. Pero el manager de los Mulos, Joe Girardi, sabe de lo que es capaz el joven de 22 años. "Tiene un brazo vivo, sabe cómo pitchar y sabe mantener a los corredores cerca de las almohadillas en la última parte del juego", dijo Girardi. "Parece estar bien tranquilo en la lomita. Cuando lo veo, luce como un veterano, y pienso que ha madurado. Ha hecho tremendo trabajo." El trabajo apenas comienza. Por ahora está la tarea de llegar a la Serie Mundial. Y para Feliz, el cielo es el límite en su carrera. "Es un chamaco que tiene un año, año y medio", dijo Molina. "Va a agarrar experiencia y será mucho mejor." Esa es la meta. No sólo parece realista, sino algo inevitable.
"Nada, seguir para adelante y seguir poniendo los números", concluyó Feliz.
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