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ORLANDO, Florida
En esta ocasión no hubo un programa especial en horario estelar, bares llenos de de fanáticos ávidos y tensos o colapso de últimos minutos en las redes sociales. A diferencia de Lebron James cuando seleccionó al Miami Heat como nuevo equipo, la decisión de Cliff Lee llegó vía "fuentes", sin antesala, música de fondo o gruesos cortes comerciales. Lee ni alcanzó los primeros 10 puestos de los temas más comentados en Twitter. Eso no significa que cuando se acercaba el momento de dar el "sí", durante la medianoche del lunes, no creciera la tensión y el drama, más aún cuando se reveló que Filadelfia era el tercer "equipo misterioso" que disputaba a Yankees de Nueva York y Vigilantes de Texas al mejor lanzador disponible en el mercado de agentes libres.
Al final Lee aceptó la súper rica oferta de Filis (alrededor de $115 millones de dólares por cinco años) por encima de las mejores ricas ofertas de los Yankees ($138 millones por 6 años, $16 millones en opción para 7mo. año) y de los Vigilantes (alrededor de $138 millones por 6 años). Contrario al anuncio de James, que produjo una ruidosa celebración en las calles de la Ciudad del Sol y fogatas de camisetas #23 en Cleveland, en el caso de Lee no debería haber razón para cortarse las venas, pero evidentemente su selección decepcionó a mucha gente, especialmente en Nueva York, donde tienen sus sedes los Yankees, pero además la Asociación de Peloteros de Grandes Ligas. Hey, los jugadores que dejan en la mesa entre $23 y $39 millones de dólares no son muy populares en el sindicato más poderoso del planeta tierra.
El mayor ganador es Lee, quien a los 32 años de edad - nueve en Grandes Ligas-- solamente ha tenido dos grandes temporada, por obtener uno de los mejores contratos en la historia del béisbol. Uno que le garantiza salarios de $23 millones hasta los 37 años. Con 7-2, 2.13 en octubre/noviembre en los últimos dos años, Lee entró a la lista de lanzadores más destacados de postemporada. Pero las únicas dos campañas estelares del zurdo ocurrieron en 2005 (18-5, 3.79, 202 IL) y 2008 (22-3, 2.54, 223 IL y el Cy Young) en 2008 y en el medio (2007) tuvo que ser enviado a las ligas menores por Cleveland. La del 2008 sigue siendo la única temporada de su carrera como abridor regular en que Lee terminó con promedio de efectividad inferior a 3.10. Su foja vitalicia es 102-61, 3.85, no exactamente la referencia de uno de los mejores de la historia. Es más, Lee no entra en el ránking de los 5 mejores lanzadores de la actualidad.
En segundo lugar tenemos a los Filis, que con la adquisición garantizaron una de las mejores rotaciones de la historia del béisbol al menos por los próximos dos o tres años con los derechos Roy Halladay y Roy Oswalt y los zurdo Cole Hamels y Lee. Y bajo las circunstancias actuales, 5 años por un lanzador de 32 años no se ve tan malo cuando otros estaban dispuestos a garantizar siete temporadas. Con ese pitcheo y la ofensiva de Filadelfia se puede presumir que no tendrá mucha oposición para regresar a la Serie Mundial un par de veces más antes que tengan que despedirse de algunos de su impresionante "Fab-Four". El tercer ganador es Rubén Amaro hijo, el único gerente general hispano en las Grandes Ligas, que manejó magistralmente detrás de las cortinas los hilos de esta negociación, sorprendiendo a sus rivales y al resto del planeta del béisbol.
Otro ganador es Texas, pese a que se quedó sin Lee. Pero los ejecutivos del equipo pueden sentirse satisfechos doblemente: Primero, hicieron el esfuerzo necesario para justificarse ante los aficionados y de paso evitaron meterse en uno de los peores contratos de todos los tiempos. Una metida de pata peor a la que cometió el anterior dueño, Tom Hicks, una década atrás con Alex Rodríguez.
Los Vigilantes evitaron comprometer alrededor del 20-25% de la nómina de las próximas siete temporadas en un buen lanzador que probablemente será diferencia favorable en las próximas 3 o 4 y muy probablemente un relleno de $23 millones en la segunda mitad del acuerdo. Cuando los Vigilantes otorgaron el histórico pacto de $252 millones por 10 años al torpedero Rodríguez al menos el descendiente de dominicanos tenía 25 años de edad y no era lanzador por lo que las probabilidades de que jugara a nivel excelente durante una década eran bien altas. Y el tiempo se encargó de comprobarlo.
En las 10 temporadas que siguieron a la firma de su megacontrato, A-Rod bateó .299 (1,706 hits en 5,700 turnos) con 424 jonrones y 1,236 carrera impulsadas. Asistió a 9 Juegos de Estrellas, ganó 6 Bates de Plata, dos Guantes de Oro y 3 premios de Jugador Más Valioso. Pero los Vigilantes tuvieron un equipo muy malo alrededor de A-Rod, quien ganó un MVP pese a que el club quedó en el sótano en el 2003, por lo que se vieron forzados a cambiarlo a los Yankees apenas tres años después de ficharlo. Posteriormente el jugador utilizó una cláusula de escape y firmó otro contrato superior ($275 millones por 10 años) con NY en diciembre de 2007. Con los lanzadores es otra historia, sobre todo después de los 30 años. Si un equipo le da 7 años de contrato a Félix Hernández (24 años), Jon Lester (26), Ubaldo Jiménez (26), Tim Lincecum (26) o Zack Greinke (26) seguramente no habría tanto alboroto, pero los casos recientes de veteranos sobrepagados no dan ninguna razón para creer que Lee será diferente.
Ahora los Vigilantes pueden enfocarse en otras apuestas más baratas y más seguras como pasar al fenómeno dominicano Neftali Feliz a la rotación abridora, contratar un cerrador como el dominicano Rafael Soriano e incluso ir detrás de Greinke, quien está disponible. Todo eso le costaría menos dinero y le daría exactamente las mismas oportunidades de regresar a la Serie Mundial en el 2011. Eso sin olvidar que Texas pronto necesitará dinero para retener a los jardineros Josh Hamilton y Nelson Cruz y el lanzador CJ Wilson y más adelante al torpedero Elvis Andrus. Por supuesto que los Yankees fueron los grandes perdedores ya que no lograron el principal objetivo de su agenda invernal, ni aun cuando ofrecieron sobre pagar, lo que debe hacerlo más doloroso para Brian Cashman y los hermanos Steinbrenner. Al no firmar a Lee, Nueva York termina apabullado en la guerra mediática y deportiva que sostienen con los Medias Rojas de Boston, que se apuntaron dos impresionantes tantos al adquirir al inicialista mexicano Adrián González desde San Diego y luego contratar como agente libre al jardinero Carl Crawford.
Además, el rechazo de Lee es una bofetada a los orgullosos Yankees, que producen suficiente dinero para darse el lujo de sobre pagar agentes libres aunque deban comerse los años finales de sus pactos. Carl Pavano (9-8, 5.00 y $40 millones en 4 años) y Kei Igawa (2-4, 6.66 y $20 millones) son los ejemplos más recientes.
Y entonces tenemos al sindicato de jugadores que siempre aconseja a sus miembros a tomar las mejores ofertas disponibles como forma de mantener la escalada alcista que condujo el sueldo promedio de Grandes Ligas de $500 mil en 1988 a $3,014,572 en 2010 y casi seguro a subir para el 2011.
El salario promedio de los peloteros de ligas mayores ha subido por seis años seguidos y una de las principales razones del fenómeno es que los mejores agentes libres han tomado los mayores contratos disponibles, aunque eso signifique dejar el competitivo Filadelfia para jugar en el sotanero Washington, como hizo Jayson Werth.
Es por eso que la decisión de Lee, quien dejó sobre la mesa el dinero que no ganarán un buen grupo de adecuados jugadores en todas sus carreras, arrojó un saldo final de cuatro ganadores y dos perdedores, al menos en el balance inicial del movimiento.
ESPNDEPORTES.COM / ENRIQUE ROJAS
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