MANNY Y GUILLEN PONDERADOS PARA IR A NY

NUEVA YORK 

Mientras los medios de comunicación y aficionados de Nueva York están alarmados por el pobre arranque del inicialista Mark Teixeira y el lanzador abridor Javier Vázquez, las preocupaciones iniciales de los manejadores de los Yankees podrían provenir de otra fuente: El jardín izquierdo. 

Teixeira y Vázquez no solamente son dos estrellas establecidas, sino que además han demostrado en el pasado que pueden rebotar de un bache, pero la situación es completamente diferente para Brett Gardner y Randy Winn, quienes desde antes de comenzar la temporada ya eran grandes candidatos para fracasar en el intento de llenar el hueco dejado por Johnny Damon. 

Y el par no ha hecho mucho para hacer cambiar esa percepción. Gardner apareció en la alineación en siete de los primeros nueve juegos, bateando .217 con tres bases robadas y cinco carreras anotadas, en tanto que Winn se fue en blanco en seis turnos. La pareja batea para .172 (cinco hits en 29 turnos).

Marcus Thames, quien es más una opción para jugar como bateador designado, lo ha hecho bien con sus porcentajes de bateo (.429) y embasamiento (.500) en siete turnos. Conociendo el proceder de los Yankees, no sería sorpresa que comenzaran a explorar opciones externas en caso de que las cosas no mejoren para Gardner y Winn en los próximos días. Salvo que Tampa Bay estuviera dispuesto a cederle a Carl Crawford -- algo ni remotamente probable -- Nueva York tendrá que buscar un candidato entre el resto de los jardineros en último año de contrato.

Y aquí es que entran los dominicanos Manny Ramírez, de los Dodgers de Los Ángeles, y José Guillén, de los Reales de Kansas City. El par ha comenzado el año pegando fuego a los lanzadores contrarios, lo que seguramente ampliará sus opciones de traspaso en caso de que sus clubes decidieran sacrificarlos antes de la fecha límite de cambio sin restricciones, el 31 de julio. Crawford y Jayson Werth, de los Filis de Filadelfia, serían mejores opciones en un mundo ideal, pero las disponibilidades de ambos son radicalmente diferentes a las de Ramírez y Guillén. Mientras Werth juega para un favorito a llegar a la Serie Mundial, Crawford lo hace para un rival divisional de los Yankees. 

 

Ramírez solamente ha pegado un cuadrangular (que es suficiente para superar a Teixeira y Alex Rodríguez, juntos), pero bateó .379 con ocho carreras impulsadas en ocho encuentros. Guillén bateó .361 (36-13) con cinco jonrones y nueve impulsadas en nueve partidos. El ex dirigente Sparky Anderson, uno de dos managers que han ganado la Serie Mundial con clubes de las ligas Americana y Nacional, dijo una vez: "Dame 25 peloteros que estén en el último año de contrato y ganaré el banderín cada año". Y yo agregaría: "peloteros acostumbrados a ganar mucho dinero", lo que encajaría perfectamente con Ramírez ($20 millones) y Guillén ($12 millones). Aún es muy temprano para apretar el botón del pánico, sobretodo para un equipo con tanta calidad que a pesar del mal comienzo de algunas fichas claves ha logrado ganar seis de sus primeros nueve compromisos y comienza el segundo fin de semana de la temporada a medio partido del primer lugar de la poderosa División Este de la Liga Americana. Teixeira, quien gana $20 millones de dólares este año, arrancó bateando .091 (33-3), no muy diferente al 2009, cuando bateó .200 en abril pero terminó con números de MVP (.292, 39 jonrones y 122 carreras empujadas). En su carrera, es un bateador de .222 en abril pero de .305 en la segunda mitad de la temporada. 

Vázquez (0-2, 9.82 de efectividad) perdió sus primeras dos salidas de una temporada por primera vez en su carrera y fue abucheado en su regreso a Yankee Stadium el miércoles, pero no se puede subestimar a un pitcher que ha tenido cifras dobles en triunfos y al menos 198 entradas por 10 años corridos. A-Rod tampoco ha conectado su primer jonrón de la temporada, lo que tampoco debe preocupar si tomamos en cuenta que el año pasado no jugó su primer partido hasta el 8 de mayo y terminó la serie regular con 30 cuadrangulares y 100 impulsadas. Luego disfrutó de la mejor postemporada de su vida desde que estaba en Pequeñas Ligas.

En resumen, la producción de los hombres que defienden el jardín izquierdo tarde o temprano comenzará a ser la mayor fuente de preocupación para los Yankees y la solución tendrá que venir de afuera, posiblemente de Kansas City o Los Ángeles.