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domingo, 27 de diciembre de 2009

ATAQUES A MANNY, SAMMY Y A-ROD

http://notinhd.files.wordpress.com/2008/12/manny-ramirez-arms-up.jpgCuando todavía no se había lanzado la primera pelota en la temporada del 2009, ya el mundo del béisbol andaba caliente, caliente, por escándalos relacionados con el uso de esteroides para mejorar el rendimiento atlético.


La interminable novela de la famosa lista de 103 peloteros que dieron positivo en un control antidopaje en el 2003 tuvo varios capítulos espectaculares en el 2009 e involucró a jugadores dominicanos.
Alex Rodríguez empezó a derretir la nieve en febrero, cuando finalmente reconoció haber usado sustancias prohibidas.
Caía así de su pedestal uno de los escogidos por los dioses del béisbol para quebrar los principales récords ofensivos.
Después de años negándolo, no le quedó más remedio que rendirse ante el peso de la evidencia, luego de que la revista Sports Illustrated revelara la supuesta presencia de A-Rod en la lista de los 103.
En entrevista con ESPN, Rodríguez admitió que la presión que sintió al firmar su megacontrato de 252 millones de dólares con los Vigilantes de Texas lo llevaron a acudir a métodos ilícitos para justificar el mayor convenio en la historia del deporte.

Alex se autoflageló, se llamó estúpido, inmaduro, etcétera, etcétera, etcétera, aunque no convenció a casi nadie al decir que su relación con los esteroides terminó a su salida de Texas rumbo a los Yankees de Nueva York en el 2004.
Lo cierto es que al reconocer su culpa, se humanizó, se liberó de las presiones que le impedían lucir todo su potencial cuando más falta le hacía a su equipo: la postemporada.
Presiones fuera, este año Alex Rodríguez justificó por primera vez desde su llegada a los Yankees cada centavo que recibió en pago, desde la campaña regular hasta la Serie Mundial.
Pero lo de Alex fue sólo un anticipo. Si uno de los jugadores emblemáticos de estos tiempos estaba en la fatídica lista, cualquier otro podría estar.

Uno de ellos era Manny Ramírez. Desde hace tiempo se rumoraba que el polémico jugador de largas trenzas integraba la relación de los positivos del 2003.
Pero Manny fue más allá y arrojó positivo en un control reciente.
El 7 de mayo, apenas un mes después de iniciada la campaña, Ramírez fue suspendido por 50 partidos luego de que se detectara en su sistema la gonadotropina coriónica humana (hCG), droga para el tratamiento de la fertilidad femenina que suelen utilizar los consumidores de sustancias prohibidas para retardar la producción de testosterona natural de su cuerpo, tras someterse a un ciclo de esteroides.
El 3 de julio regresó de su castigo, pero como esta sociedad parece patas arriba, donde muchos valores éticos han quedado en el olvido, Manny fue recibido no como un transgresor que viene de cumplir una sanción, sino como en su momento fueron bienvenidos Joe DiMaggio y Ted Williams tras cumplir su deber patriótico en la Segunda Guerra Mundial: un héroe que vuelve a casa.
Y no había pasado un mes, cuando el 30 de julio el diario The New York Times informó que efectivamente Ramírez formaba parte de la lista de los 103 del 2003.

Para el 2003, Ramírez formaba parte de los Medias Rojas de Boston e integraba, junto a David Ortiz, uno de los dúos ofensivos más temibles de la historia. Y precisamente en el mismo informe del 30 de julio del Times se nombraba a Big Papi como otro de los integrantes de la lista.
El popular jugador, que apenas cinco meses antes había dicho que los peloteros que arrojasen positivo debían ser suspendidos por toda una temporada completa, se convertía en esclavo de sus palabras, al lanzar piedras al vecino cuando su tejado era de vidrio. Según las alegaciones, Ortiz se habría iniciado en Boston en el uso de esteroides, lo cual no es descabellado si se observan las estadísticas de cuando estaba con los Mellizos de Minnesota.
En aquel entonces su fuerza al bate era tan poca que sus compañeros en broma lo llamaban Juan Pierre y en 1.575 turnos al bate apenas sacó 58 jonrones, para una frecuencia de un bambinazo cada 27,1 veces al bate.


De pronto, con los Medias Rojas comenzó a mandar pelotas sobre las cercas como si el mismísimo Babe Ruth hubiera reencarnado en el dominicano, lo cual, visto ahora en la distancia, despierta sospechas. Sosa sorprendió a muchos por su color de piel
Y poco antes de que saliera a la luz el reporte del Times respecto a Ramírez y Ortiz, el propio diario mencionó el 16 de junio a Sammy Sosa como otro miembro del "Club de los 103".
Sammy, quien ya para entonces estaba fuera de juego, no ha respondido a las acusaciones y su más reciente referencia al tema data de cuando compareció ante el Congreso junto a Mark McGwire, José Canseco y Rafael Palmeiro en el 2005.

"Que quede claro, nunca he tomado drogas ilegales para mejorar mi rendimiento, nunca me he inyectado o he sido inyectado por nadie, no he quebrantado ninguna ley de Estados Unidos o de República Dominicana. Fui sometido recientemente en el 2004 a un examen antidopaje y estoy limpio", dijo entonces.
Para añadir un toque de humor a la controversia en torno a su persona, Sosa apareció con su piel mucho más clara de lo habitual, en una suerte de versión dominicana de Michael Jackson, atribuida a los efectos de una crema rejuvenecedora.
El caso es que hasta un merengue le sacaron en la República de los Colores, donde la vida es una fiesta perenne.

Y así, a cuentagotas, fueron saliendo a la luz los escándalos del dopaje en las Grandes Ligas, sin que las autoridades pertinentes se decidan hasta el momento a revelar de una buena vez la lista completa.

 Por Jorge Morejón
ESPNdeportes.com

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