El área de bleachers en el estadio Quisqueya, por décadas sinónimo de diversión, disfrute, discusiones y tertulias, hoy es un espacio abandonado, que muere de manera paulatina debido a la soledad imperante por las que han sido sometidos, en gran parte producto de las transformaciones realizadas a la vetusta instalación.
Como un espacio en extinción lo califican quienes por años disfrutaron de observar los partidos desde este lugar, parte considerada la más alegre del estadio por las variadas discusiones que allí se producían y por qué no, los “rebuses” que se armaban a cada momento y que de inmediato ponían en acción a los recordados agentes de la policía, llamados cascos negros. De aquel lugar, que desde mediados de la década del 50 inició con una paga de 10 centavos, que albergaba fanáticos sentados hasta en la pared que conduce al terreno y que hasta hace poco se llenaba en las épicas batallas entre Águilas-Licey, hoy se ve solitario, cuyas puertas son mantenidas con candados cuando las Estrellas, Toros y Gigantes visitan el parque Quisqueya.
De esta forma aconteció cuando la pasada semana estos tres conjuntos visitaron a los Tigres del Licey en el Quisqueya. Las puertas de acceso al parque estaban encadenadas, el área de boleterías completamente cerrada y por ende el personal de seguridad, limpieza y supervisión brillaban por su ausencia. En el pasado, una parte frontal bien activa, con una elevada variedad de ventas donde sobresalían los “panes con huevos”, frikitakis, quipes, pastelitos, salchichas, maíz salcochado, maní, paleteras, mabí, refrescos, jugos, cervezas u otras chucherías que marcaban un gran ambiente de movimientos desde su arribo, la pasada semana era área de parqueo de algunos vehículos, solitaria, a oscuras, con algunos transeúntes, quienes se sorprendían, pues al acudir allí la observaban desierta.
Planean eliminar los bleachers por completo
“Hemos tenido que cerrar los bleachers cuando vienen algunos equipos, pero los fanáticos de esta área que quieren entrar al estadio pueden hacerlo por la puerta principal y sentarse en las graderías nuevas y le cobramos el mismo precio que cuestan los bleachers”, expresó Fernando Ravelo, gerente del Licey al hablar sobre el hecho que tiene a este espacio carente de fanaticada.
Mientras que por el lado del Escogido, Rolando González, director administrativo de ese club expresó que una de las principales medidas tomadas por esta franquicia es que los fanáticos que asistan con una gorra o vestimenta de color rojo pueden accesar gratis a esta área en el lado izquierdo, mientras que el de la derecha permanece cerrado.
Son muchos los fanáticos que se quedan boquiabiertos cuando acuden al lugar y se percatan que todo está cerrado, como el señor Miguel Jiménez, quien el pasado martes asistió con su esposa Martha al área y tuvieron que devolverse cuando observaron las boleterías cerradas. Algo similar aconteció con Pablo Mejía, un empleado de la albañilería por más de 30 años fanático del Licey, quien quedó marcado por la sorpresa cuando observó toda esa área a oscuras. Cada vez que permanece cerrado el área de bleacher, al menos un personal integrado por unas quince personas, en cada lado deja de ganarse unos pesitos, cuyo pago gira entre 400 y 700 pesos, ello incluye boletería, seguridad, limpieza, personal de parquímetro, entre otros.
Un espacio reducido
El área que hasta hace apenas cinco años albergaba, de manera conjunta unos 8,000 mil fanáticos, hoy se ve reducido a cuatro mil (2,000 en cada lado), producto de las transformaciones a que ha sido sometido el parque Quisqueya. La más reciente aconteció este año cuando unos 800 asientos nuevos fueron agregados en un área que hoy se llama preferencias AA. Esta reducción de asientos es la tercera que se realiza en los últimos cuatro años, haciendo el espacio cada vez más estrecho, incómodo, con escasa higiene y la venta de alimentos es cada vez más mínima. Aunque existe un objetivo mayor y las directivas de Licey y Escogido planean para el 2011 colocar butacas numeradas en toda el área, lo que indicaría la desaparición total del espacio más alegre del Quisqueya. “Eso aún está en agenda y podría acontecer para el 2011- 12, quizá le llamemos gradas a todo ese espacio y en un futuro la idea sería construir los bleachers detrás de la verja”, expone González sobre el proyecto a corto plazo.
Por: Pedro G. Briceño / DIADEPORTIVO.COM
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