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Los Gigantes de San Francisco no se inmutan si se les presta poca atención o se dice que el campeonato que ganaron fue obra de la casualidad. Mejor así, insisten, al recordar que el factor sorpresa fue uno de sus aliados en la conquista de su primera Serie Mundial desde que el equipo se mudó a California en 1958. "Sabemos lo que está de por medio. Plantamos bandera aquí y ahora queremos revalidar este campeonato", afirmó el manager Bruce Bochy. "Que se diga que lo del año pasado fue casualidad es lo de menos para estos jugadores", añadió.
Repetir un campeonato en las Grandes Ligas es algo que ha dejado de ser frecuente: los Yankees de Nueva York fueron los últimos en hacerlo entre 1998 y 2000.
Pero estos Gigantes tienen sobrados motivos para sentirse confiados de que pueden volver a celebrar. Lo primordial es que la nómina se mantiene casi intacta, desde Tim Lincecum al frente de la rotación hasta el receptor Buster Posey (Novato del Año). También es alentador que el tercera base venezolano Pablo Sandoval se presentó más delgado. Se puede decir que el año pasado todo se dio a la perfección, incluido el salto de calidad de la rotación de lanzadores en los playoffs y el aporte de jugadores que nadie tomaba en consideración, como el colombiano Edgar Rentería, Cody Ross y el puertorriqueño Andrés Torres. Este grupo de figuras sin mucho relieve acabó logrando algo que equipos repletos de estrellas, como Juan Marichal, Barry Bonds o Willie Mays, nunca consiguieron en San Francisco.
Rentería fue quien conectó el batazo de jonrón que definió el partido decisivo del Clásico de Otoño y se llevó el premio al Más Valioso de la serie. Pero el colombiano resultó ser la única baja importante al firmar contrato con los Rojos de Cincinnati. El veterano dominicano Miguel Tejada, quien empezó su carrera en la vecina Oakland, ha tomado su lugar. También se fue el polifacético infielder dominicano Juan Uribe, tras aceptar una oferta de los Dodgers de Los Angeles, sus rivales de división. Quizás el mayor reto de los Gigantes radica en poder responder al hecho que tuvieron menos descanso que los demás, consecuencia lógica de jugar hasta el mes de noviembre. Este es un aspecto que incide más en su rotación de lanzadores, en la que los cuatro principales --Lincecum, Matt Cain, Jonathan Sánchez y Madison Bumgarner-- superaron con creces sus cargas individuales de innings lanzados.
Lincecum tiró casi 249 entradas y un tercio. El total superó en 22 y un tercio su cifra previa. Sin siquiera comenzar la temporada, el cerrador Brian Wilson acusó molestias en el costado. Wilson viene de un año en el que lideró las mayores con sus 48 rescates pero acumuló 80 apariciones, 12 más que su máximo anterior. Pero el personal de lanzadores es un grupo joven. Bumgarner es el benjamín con 21 años; Lincecum y Cain tienen 26 años; y el boricua Sánchez, 28. Barry Zito, con 32, es el más veterano y su continuidad en el quinteto se mantiene más que nada por el oneroso contrato que firmó (aún le quedan 57 millones de dólares por cobrar). Al bate, los Gigantes confían en que Sandoval vuelva al nivel que exhibió cuando debutó en las mayores hace un par de campañas.
Bochy y el gerente Brian Sabean le advirtieron al venezolano que era imperativo bajar de peso y ponerse en forma si quería ser tomado en cuenta para la antesala. Fue lo que hizo al someterse a un duro régimen de ejercicios y una mejor dieta. Sandoval quiere hacer borrón y cuenta nueva, luego de batear para .268 con 13 jonrones y 63 remolcadas en su segunda campaña completa en las mayores. Esos números palidecieron en comparación al .330 con 25 jonrones y 90 remolcadas del año previo. El resto del cuadro interior es el mismo, con el intermedista Freddy Sánchez (.292, 7, 47) y el inicialista Aubrey Huff (.290, 26, 86). El nuevo rostro es Tejada (.269, 15, 71), quien el año pasado estuvo con Baltimore y San Diego).
También tendrán un año entero de Posey, cuyo llamado de las menores a fines de mayo sirvió de bujía para la reacción que les permitió alzarse con el banderín de la división Oeste de la Liga Nacional. Posey bateó para .305 con 18 jonrones.
Tras renovar contrato, el boricua Torres (.268, 16 jonrones y 26 robos) logró por primera vez comenzar una campaña como titular, en el jardín central. "Durante toda mi carrera nunca tuve seguridad. Este año, por primera vez en mi carrera, estoy más tranquilo y siento que me merezco estar aquí", declaró Torres, quien firmó un contrato de 2,2 millones de dólares por un año. Otro que se mantiene es Pat Burrell, el jardinero izquierdo que llegó en junio con un contrato de ligas menores tras ser dado de baja por Tampa Bay. Burrell acumuló promedio de .266 con 18 jonrones con los Gigantes. Y cómo obviar a Ross, el guarMIGUEL TEJADA ES PARTE DE LA FORMULA dabosque derecho que San Francisco obtuvo de la lista de transferibles de Florida a fines de agosto y que terminó por convertirse en el Más Valioso de la serie de campeonato de la Nacional y remolcó 10 carreras en la postemporada.
Bochy asegura que las ganas de repetir el título serán suficiente motivación: "Disfrutaron la experiencia de ser campeones y ahora quieren más. Se dieron cuenta de lo divertido que es, lo mucho que la afición lo gozó. Eso es lo que da más ganas de volverlo a hacer".
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