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miércoles, 27 de octubre de 2010

TODA RD ATENTA A SERIE MUNDIAL, INICIA HOY

rllr en pelota
Es una Serie Mundial inédita... e inesperada. Ni los Rangers de Texas, ni los Gigantes de San Francisco, estaban en los pronósticos pretemporada para pasar siquiera a los playoffs.
Los Angelinos y los Marineros eran los equipos que se esperaba disputaran la división Oeste de la Liga Americana, en tanto que los Dodgers apuntaban a pasar por el viejo circuito. Incluso, ya en postemporada, los Gigantes aparecían como los más débiles de los ocho equipos clasificados y pocos creían que los Rangers lograrían pasar los obstáculos que representaban los Rays de Tampa Bay y los hasta entonces campeones Yankees de Nueva York.

Rangers de Texas vs. Gigantes de San Francisco

Desde que nacieron en 1972, esta es la primera vez que los Rangers llegan al clásico de otoño.
Por su parte, los Gigantes, que exhiben cinco coronas en sus vitrinas, ganaron por última vez en 1954, cuando aún tenían su sede en el Polo Grounds de Nueva York. Desde que se mudaron a San Francisco en 1957 han llegado otras tres veces a la Serie Mundial (1962, 1989 y 2002), pero siempre salieron por la puerta de atrás. En esta ocasión, al menos en el papel, también parecen tener pocas opciones ante unos Rangers que hombre a hombre lucen superiores. El infield de Michael Young, Elvis Andrus, Ian Kinsler y Mitch Moreland se ve mucho más poderoso que el cuarteto de Juan Uribe, Edgar Rentería, Freddy Sánchez y Aubrey Huff. Lo mismo ocurre con los jardineros Nelson Cruz, Josh Hamilton y David Murphy o incluso el lastimado Vladimir Guerrero, si se le compara con Andrés Torres, Cody Ross y Pat Burrell. Detrás del plato, la experiencia de Bengie Molina también supera al novato Buster Posey, mientras que en el pitcheo las fuerzas parecen equilibradas. Cliff Lee vs. Tim Lincecum abrirán la porfía el miércoles en San Francisco, en tanto el manager de los Gigantes, Bruce Bochy, cambiará el orden de la rotación y enviará a Matt Cain al segundo turno ante el zurdo CJ Wilson.

Cuando las acciones se trasladen a Arlington le tocará el turno al boricua Jonathan Sánchez ante Colby Lewis, en tanto que el cuarto partido estará a cargo del joven Madison Bumgarner frente a Tommy Hunter. Con semejantes rotaciones es difícil encontrar una ventaja clara a favor de cualquiera de ellos y lo mismo ocurre al compararse los cuerpos de relevistas. Ambos equipos cuentan con cerradores certeros. El experimentado Brian Wilson (Gigantes) encabezó las Grandes Ligas en la temporada regular con 48 salvamentos y ya suma cinco en la postemporada, mientras que el dominicano Neftalí Feliz, que impuso récord de rescates para novato (40), ha demostrado que no le tiembla la mano con la presión de los playoffs. También profundos lucen los bullpens de ambos equipos, con Alexi Ogando, Darren Oliver, Derek Holland y Michael Kirkman por el lado tejano o Jeremy Affeldt, Sergio Romo, Guillermo Mota o Ramon Ramírez por los californianos. 

Tanto Bochy como el manager de Texas, Ron Washington, apelan al juego pequeño cuando las circunstancias lo requieren, para aprovechar la más mínima posibilidad de fabricar carreras. Pero a diferencia de los Gigantes, llenos de veteranos que habían sido descartados por otros equipos, los Rangers parecen más compactos ofensiva y defensivamente. Aunque, ojo, esas "guerrillas" como la que hoy tiene San Francisco no dan ni piden tregua y salen dispuestos a vender cara la derrota.

Jugador clave de los Rangers: Vladimir Guerrero


Con las rodillas muchas veces operadas y reconstruidas, Guerrero tendrá que salir a jugar a la defensa, tras pasar toda la campaña como bateador designado. Su desplazamiento es torpe debido a tantas lesiones y aunque su brazo sigue siendo un cañón, su presencia en los jardines debilita la defensa de Texas. Hay que ver además si ese esfuerzo no lo saca por completo de competencia por alguna lesión. Pero Washington no puede darse el lujo de enviar a la banca a su cuarto bate en los juegos en los que no se utiliza el designado.

Jugador clave de los Gigantes: Buster Posey

Los Gigantes necesitan que su cuarto bate despierte y produzca, tras dejar un anémico average de .217, con apenas tres impulsadas en la Serie de Campeonato de la Liga Nacional ante los Filis de Filadelfia. 

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