En los últimos tres años, Manny Acta tuvo pocas razones para mostrar esa gran sonrisa "marca registrada" que posee, sin embargo esta primavera las cosas han sido diferentes para uno de tres latinoamericanos que actualmente tienen el privilegio de dirigir en las Grandes Ligas.
Acta, el nuevo manager de los Indios de Cleveland, llegó al campamento de entrenamientos en Goodyear, Arizona, transpirando optimismo y los resultados iniciales no hicieron otra cosa que aumentar las grandes expectativas a su alrededor para la temporada del 2010.
"Anteriormente era más desarrollo y tratar de encontrar piezas que el trabajo que tenemos ahora. Tenemos más paz, más tranquilidad y más chances de competir con la oposición", dijo Acta a ESPNdeportes.com luego de un partido de exhibición contra los Marineros de Seattle. En ese encuentro, Cleveland derrotó cómodamente a Seattle y a Félix Hernández, uno de los mejores lanzadores del negocio. Hasta el martes, la marca de los Indios en la pre-temporada era de 16-7, la segunda mejor de la Liga del Cactus.
"Estamos contentísimos de la forma en que marcharon los entrenamientos primaverales. Vinimos con un plan que fue mejorar el pitcheo, tuvimos demasiadas bases por bolas el año pasado, y la defensa", explicó Acta. "El coach de pitcheo Tim Belcher y yo le dijimos a esta gente que debemos tirar strikes, no caer atrás en la cuenta. Convierte a bateadores promedio en muy buenos cuando le abre con 1-0 y 2-0 en la cuenta". "La defensa ha sido excepcional, mis créditos para Steve Smith y Robbie Thompson, los instructores del cuadro: Siempre he pensado que tenemos la ofensiva para anotar carreras". Optimismo y expectativas eran palabras prácticamente prohibidas en el lenguaje de Acta en las tres primaveras anteriores, cuando estuvo al frente de los los Nacionales de Washington, conjunto que ha perdido casi el 60% de los juegos que ha celebrado desde su nacimiento en 1969 y que tuvo marca perdedora en 10 de sus últimas 13 temporadas.
El quisquyeano fue otra de las víctimas del maleficio de la franquicia que nació en Montreal, Canadá, y se mudó la capital de Estados Unidos hace cinco años. Acta tuvo marca de 158-252 (.385) en 410 partidos en dos y media temporadas al frente de los Nacionales, antes de ser liberado de sus miserias en la pausa del Juego de Estrellas del año pasado. "Definitivamente, aquí no es trabajo de reconstrucción completa como era allí", dijo Acta cuando se le preguntó acerca de la tranquilidad que luce mientras se prepara para debutar al frente de la tribu de la Liga Americana. "Aquí llego y me encuentro con un súper estrella como Grady Sizemore, un súper estrella naciente como Shin-Soo Choo, una estrella como Asdrúbal Cabrera, quien el año pasado demostró que es un torpedero de planta, un jugador estable como Jhonny Peralta, Travis Hafner saludable, solamente por mencionar algunos", dijo.
Pero no es solamente el optimismo de Acta y la buena presentación en los partidos de exhibición lo que avala las oportunidades de Cleveland. La impresionante recuperación del dominicano Fausto Carmona y la salud del as Jake Westbrook son elementos a tomar en cuenta en una División Central que comenzará la temporada sin un claro favorito. Cleveland obtuvo el banderín en el 2007 y jugó para .500 en el 2008, pero con Carmona desconectado (5-12, 6.32) y Westbrook recuperándose de una operación en el codo, resbalaron al penúltimo puesto el año pasado, cuando también se vieron forzados a transferir a los estelares Cliff Lee y Víctor Martínez. Carmona (3-0, 1.25 en 20.0 IL) ha sido imbateable y Westbrook (2-0, 4.86) ha mostrado estar listo para abrir el primer partido de la temporada el lunes 5 en Chicago. Los lanzadores de Cleveland tienen efectividad de 3.73 y la oposición le batea .247 en Arizona. "Estamos en la división más balanceada que hay.
Es buenísimo que Trey Hillman [Kansas City], Ozzie Guillén [Chicago], Ron Gardenhire (Minnesota), Jim Leyland (Detroit) y yo lleguemos a los entrenamientos pensando que tenemos la oportunidad de ganar", dijo Acta. "Mucha gente la llama una división débil, yo creo que es balanceada. El equipo de Chicago tiene la rotación más profunda en el papel, pero cada equipo tiene sus puntos fuertes y débiles, nosotros contamos con nuestra ofensiva y defensa y creemos que podemos ganar", acotó. Ni las lesiones del cerrador Kerry Wood y del jardinero Russell Branyan ha bajado la motivación de Acta. "No hemos definido la situación en el jardín izquierdo y todo tiene que ver con la lesión de Branyan, quien no ha podido jugar. Con la lesión de Wood, Chris Pérez es el cerrador, y necesitamos alguien para la octava entrada.
Rafael Pérez, Tony Sipp y Joe Smith son candidatos", dijo Acta. Acta, de 41 años, debutó como manager de Grandes Ligas el lunes 2 de abril del 2007 en un partido en Washington contra los Marlins de Florida del cubano Fredi González. En su primer juego en la Liga Americana, que le convertirá en el primer manager latinoamericano que dirige en ambos circuitos mayores, chocará ante el venezolano Ozzie Guillén. "Ironías de la vida", dijo Acta. "Nos gustaría que a todos los latinos nos vaya bien para que sigamos abriendo las puertas a los otros, pero cuando estamos en el terreno, la situación mía es tratar de ganarle al que sea", agregó. "Nos sentimos bien de que la industria puede diferenciar que hay gente que puede hacer el trabajo y que todo no es ganados y perdidos, todo el mundo sabe en la situación en que yo estaba [en Washington].
El carácter de nosotros se puso a prueba allí y simplemente no le corrimos al problema, sino que tomamos la oportunidad para vendernos al resto del mundo y gracias a Dios otra oportunidad se nos presentó". Y Acta está disfrutando al máximo esa segunda oportunidad. Al menos, es lo que se puede interpretar por el regreso de su radiante sonrisa.
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