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Una de sus hazañas fue que logró ganar dos partidos para que su conjunto avanzara a la final. Derrotó en 2 ocasiones al club Naco y luego venció a la liga Neftalí Cruz. Todos creían que Los Robles no tenían chance cuando comenzó el campeonato. Y varios equipos que salieron como favoritos fueron eliminados. Los Robles con gran defensa, ofensiva, buen pitcheo y motivación, arribaron a la final y allí le dieron tremendo susto a la liga Quique Cruz, campeón del torneo. Aunque la serie final terminó 3-1, en el tercer encuentro Los Robles, con una reacción en la última entrada, por poco obligan a un quinto encuentro que definiría el campeón.
No se aprieta
Esmil mostró que no se aprieta a pesar de ser un niño. Con las bases llenas sin out en la serie final, ponchó al tercer bate y luego puso a batear para doble matanza al cuarto, que fueron dos poderosos bateadores de la liga Quique Cruz. El jovencito conectó varios imparables en momentos cruciales y siempre estaba sereno en el dogout.
Caballo de batalla
Como se dice en el argot del béisbol, Esmil Torres fue un caballo de batalla para la liga Los Robles.
Guantes de oro Se recuerda que Esmil ganó dos guantes de oro como torpedero antes de dar el paso comolanzador. Jugó en el campo corto como uno de los grandes del béisbol profesional.
Orgulloso
Jacinto Torres Hilario, padre de Esmil y quien asiste a todos los partidos de su hijo, dijo sentirse orgulloso del comportamiento de su vástago y la disciplina que lleva en el colegio y en su hogar. “Es un niño bueno. Muy disciplinado y respetuoso. Le gusta estudiar y trabajar duro en el béisbol”, indicó Torres. Esmil Torres, una promesa del béisbol.
Hasta mañana, si Dios quiere, dominicanos.
EL NACIONAL / LEO CORPORAN
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