QUIETOS FANS DE YANQUIS EN RD... SE LEVANTARAN

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NUEVA YORK 

Abajo por una carrera. Parte baja del noveno inning. La pantalla gigante del Yankee Stadium empieza a proyectar un recuento de los partidos que el equipo local ganó en su último turno al bate en 2009, la temporada que conquistó la Serie Mundial tras una "sequía" de ocho años. De repente, el estadio despertó con la certeza de su afición que los Yankees iban a remontar ante Toronto el martes de esta semana. Fue como una película repetida, con el desenlace que todos esperaban. Luego que Brett Gardner falló con un elevado ante el relevista Frank Francisco, Jorge Posada conectó un doble por el jardín derecho. 

Sí, el mismo Posada que hace un par de semanas fue el centro de la polémica al pedir ser sacado de la alineación de un partido contra Boston cuando el puertorriqueño vio que el manager Joe Girardi lo tenía noveno en el orden ofensivo. La recepción en el estadio fue única, gente de pie coreando a Posada y delirando una vez que empalmó su batazo. Posada, en cualquier sentido, es un jugador que está quemando sus últimos cartuchos en las Grandes Ligas, uno que trata de asimilar su nuevo papel de bateador designado o en esa noche como emergente. Ese doble fue apenas su sexto hit en 25 turnos de emergente desde 2009. "Me estoy sintiendo mejor y estoy tranquilo con lo que me toca hacer", dijo Posada. 

Chris Dickerson entró como corredor emergente por Posada. Luego que Derek Jeter fue out con un roletazo, Curtis Granderson remolcó con sencillo la carrera del empate y seguido Mark Teixeira pegó un batazo que rebotó en el guante del primera base Juan Rivera hasta rodar por el bosque derecho. Así, en un abrir y cerrar de ojos, Nueva York le había dado la vuelta a la pizarra para una victoria significativa. Los Yankees estaban en problemas hasta hace poco, sumidos en una racha de seis derrotas consecutivas y habían cedido la punta de la división Este de la Liga Americana a los Rays de Tampa Bay. Ahora, al iniciar el viernes por la costa Oeste su gira más larga como visitantes de la temporada, Nueva York se presenta con siete victorias en sus últimos nueve partidos, y con el ánimo por las nubes. 

Con casi un tercio de campaña completo, los Yankees son un equipo en evolución. Es uno que quizás busca una identidad y el recuerdo de 2009 está presente. En esa campaña, los Yankees ganaron 14 partidos en su último turno y A.J. Burnett fue el responsable de la costumbre de poner crema de afeitar en una toalla para embarrar en el rostro al bateador que dio el hit decisivo. Lo del martes contra Toronto fue el segundo triunfo por esa vía en 2011, y esperan que se repitan más. "Es el tipo de victoria que puede marcar el rumbo de una temporada", dijo Posada. "Es bonito ver la reacción de la gente, el ruido, la expectativa. Todos estábamos esperando lo que iba a hacer A.J." Nueva York comanda su división, pero la lucha se perfila cerrada hasta el final. Los Medias Rojas de Boston han despertado finalmente y los Rays prometen estar pegados hasta el final. Baltimore y Toronto, los otros dos rivales, están a tres juegos y medio de la cima. 

Al acercarse el mes de junio, ningún bateador de los Yankees tiene promedio sobre .300, pero el equipo del Bronx lidera su circuito en jonrones (75) y carreras anotadas (250). El total de jonrones es el máximo de las mayores y supera por 19 al siguiente equipo, los Rojos de Cincinnati. Cuando Teixeira anda encendido, Alex Rodríguez está apagado. La discusión se ha centrado más en el declive de la producción de su capitán Jeter o el lío con Posada. La rotación ha aguantado con CC Sabathia y Burnett como sus ases. Bartolo Colón (tirando sobre las 95 millas por hora), Freddy García e Iván Nova han superado las expectativas. Pero es casi seguro que cuando llegue la fecha límite para hacer cambios saldrán en busca de un refuerzo, aunque la oferta no es la más atractiva. 

El bullpen perderá por dos meses al preparador Rafael Soriano, aunque el desempeño del dominicano no fue el más destacado al principio. Pero Girardi se siente optimista: "Nuestros lanzadores han hecho un magnífico trabajo y esto va a ser importante al entrar en el verano y buscar ganar nuestra división. Será de enorme importancia", dijo. El mayor desafío será la respuesta del equipo al tocarle un calendario que de ahora en adelante tendrá más juegos como visitante que en casa. Sólo tendrán 20 partidos de local en los últimos dos meses cuando han tenido 30 hasta ahora contra 18 como visitantes.

"A veces, se juega mejor de visitante y últimamente lo hemos hecho mejor como visitante", dijo Girardi, cuyo equipo tiene foja de 10-8 afuera del Yankee Stadium. "Puede ser algo bueno. Es lo que vamos a averiguar ahora". 

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