rllr en pelota
No es muy arriesgado decir que ha sido una temporada de mucho sube y baja para Francisco Liriano hasta el momento, con malas aperturas entremezcladas con apariciones brillantes parecidas al pitcher que vimos el año pasado, y con un partido sin imparables de seis pasaportes por el medio. Como le dijo el manager de los Mellizos a nuestra estación afiliada de ESPN radio en Minnesota luego de su tercera apertura del año, "Nosotros sabemos que él puede ponchar a los bateadores, pero si él realmente quiere convertirse en lanzador, tiene que lanzar para contacto". Liriano trató de cumplir con los deseos del club, pero admitió recientemente que eso no funcionaba para él, y en sus últimas salidas ha tratado de volver a su plan de "ataque". "El primer par de juegos yo estaba lanzando distinto a la manera en que lo hacía antes, lanzando para contacto", dijo Liriano al diario St. Paul Pioneer Press. "Esa no es la manera en que yo aprendí a lanzar, y no me sentía muy bien lanzando así". Yo le di seguimiento a Liriano después de esa entrevista. "Yo siempre he sido un lanzador agresivo, y generalmente tengo una cuenta alta de lanzamientos", me dijo Liriano. "Yo estoy tratando de regresar a ser el mismo de siempre y lanzar como lo hice el año pasado".
Esto incluye abandonar la recta de dos costuras que practicó a principios del año, y regresar a trabajar las esquinas del plato, al revés del pitcheo de contacto, y "no tirar tantas rectas como lo hice en el primer par de aperturas", como dice Liriano. Encima de eso, Liriano ha padecido de influenza, y admitió en la primavera que sus problemas del hombro persisten esta temporada, que su hombro se siente apretado en ocasiones. Sin embargo, él siente que ha dado un paso adelante: "Físicamente me siento bien ahora", dijo Liriano. "Nada me está molestando ahora mismo. Yo sólo necesito tirar más strikes, hacer más lanzamientos buenos".
Por ahora, ya sea por su estilo de lanzar de principio de temporada u otras razones, Liriano acumula la tasa más baja de ponches en su carrera (6,3 ponches por cada nueve entradas), pero más importante aún es su tasa de pasaportes (5,9 bases por bola por cada nueve entradas). Si se suponía que él "lanzara para contacto", esa tasa de pasaportes demuestra que no estaba haciendo un buen trabajo bajo esa estrategia.
La velocidad de la recta de Liriano ha disminuido de 1 a 2 millas por hora durante gran parte de la temporada, pero yo no estoy muy preocupado por ello, si consideramos que probablemente no estaba al 100 por ciento físicamente al inicio de la campaña. Además, logró alcanzar las 95 mph en su más reciente apertura. Nosotros ya sabemos que Liriano vive o muere por sus lanzamientos secundarios, especialmente con su slider. Él usa la recta para "llegar" a sus otros dos lanzamientos y prepararlos, pues la recta no es normalmente su pitcheo clave. Sus problemas de descontrol no le han permitido hacerlo bien; cuando está en desventaja en la cuenta, sus lanzamientos fuera de la zona son menos efectivos.
Yo vislumbré algunas sombras de la versión de Liriano en 2010 en su última apertura, pero yo también vi un lanzador que confrontó dificultades para hallar una entrega consistente y estaba inclinando a lanzar más fuerte de lo que debe. Liriano necesita mantenerse arriba en su entrega, pero a veces baja demasiado y abre su parte frontal, lo que permite que la pelota flote, y sus problemas de control están arraigados en los problemas mecánicos que esperamos sean más fáciles de arreglar ahora que está saludable otra vez. Yo estoy cautelosamente optimista de que Liriano ya superó las piedras en el camino del inicio de temporada. Con mejor salud y con su regreso a un modo de lanzar más cómodo para él, Liriano está más cerca de donde necesita estar mientras desarrolla su entrega y trabaja para recuperar su peligroso slider. Aunque su tasa de pasaportes es preocupante, todavía promete ser un buen lanzador.
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