David Ortiz ha estado mucho tiempo en los alrededores para saber como se manejan algunas situaciones en Grandes Ligas, sobretodo aquellas en las que un pelotero de un equipo de mercado grande entra a su última temporada de contrato. Pero el "Big Papi" dominicano no dejará que el "síndrome de último año" afecte su enfoque para la temporada del 2010 o sus relaciones con los Medias Rojas de Boston. Ortiz, quien se prepara para la temporada final del contrato de $52 millones/4 años que firmó en abril del 2006, habló largo y tendido con ESPNdeportes.com en Fort Myers, Florida. "Soy de la gente que trata de mantenerse positivo siempre, juego en un equipo de mercado fuerte y hay mucha competencia. Del 2009 solamente recuerdo las cosas positivas, que terminé duro y con buenos numeritos", dijo Ortiz. "Cambio la página hasta cuando termino con un año bueno", agregó.
Por varias razones (ninguna positiva) Ortiz ha sido el centro de atención de los Medias Rojas desde que fueron eliminados por Anaheim en la primera ronda de los playoffs del año pasado, cuando el fornido bateador zurdo no pegó su primer jonrón hasta el 20 de mayo y además fue señalado por un periódico como supuesto usuario de sustancias prohibidas.
"Como nosotros no ganamos la Serie Mundial, hay que echarle la culpa a alguien", dijo Ortiz, quien bateó .238, pero tuvo 28 jonrones y 99 impulsadas pese a que comenzó junio con 1 jonrón y 18 empujadas en su hoja personal. "Empezando este año todo el mundo solo habla de David Ortiz. David Ortiz es un jugador más de este equipo, que tiene un roster de 25. David Ortiz tiene que hacer lo suyo, sé que el equipo cuenta conmigo, también sé que soy una de las bujías de encendido de este equipo y tengo que poner los números, pero al mismo tiempo también sé que mientras más presión te mete, mientras más oye a la gente, más difícil se pone el juego", dijo. "Este es un juego que no es fácil. Soy un jugador que a través del tiempo me he desarrollado como un bateador de peligro y los lanzadores vienen con todo el veneno contra mí y tengo que estar paciente, enfocado y olvidarme de lo demás", apuntó el jugador dominicano.
Ortiz, quien batea .282 con 317 jonrones y 1,068 carreras empujadas en 13 años con Minnesota y Boston intenta mantenerse inmune al virus infeccioso del pesimismo que pulula alrededor de su cabeza desde mucho antes de que se abrieran las puertas del campamento de entrenamientos primaverales de los Medias Rojas.
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