MESA, Arizona. Alfonso Soriano tiene que probar en esta temporada que no ha perdido todas sus habilidades después de caer de un promedio de .280, 29 jonrones y 75 empujadas, a .241, 20, 55 y ser el blanco de abucheos. “Yo sé que tuve un año malo el año pasado, pero este año tengo que ser más fuerte y mejor porque él equipo me necesita”, dijo Soriano. “Yo sé que si me mantengo saludable, puedo poner algunos buenos números y ayudar este equipo a ganar”. Soriano no tendrá la presión de batear de abridor esta campaña, a pesa de que su sexto puesto es importante.
En cierta forma, su promedio de .333 en la primavera ha sido confuso, porque 10 de sus 13 hits han venido en los pasados siete juegos. Y aunque se está calentando en el momento correcto, él no siente que está completamente de regreso ni tampoco lo siente el instructor de bateo, Rudy Jaramillo.
“Yo estoy trabajando fuerte con Rudy, así que unos cuantos juegos más y estaré bien”, dijo. “Todavía un trabajo en marcha”, dijo Jaramillo, quien fue el coach de Soriano en Texas cuando él produjo más de 200 empujadas en un período de dos años. El siete veces All-Star todavía le está marchando a lanzamientos rompientes fuera de la zona de strikes como lo hizo la campaña pasada cuando se ponchó 118 veces. “Lograr el reconocimiento de los lanzamientos es el mayor problema para él”, dijo Jaramillo. “Yo tengo que arreglar bajando su lado trasero para así bajar su lado delantero”. “Sus manos son todavía rápidas; el bate pesado nada tiene que ver con eso. Yo ni siquiera le he mencionado eso él porque no es el caso”.
Ni tampoco es la molestosa rodilla izquierda que terminó su campaña en septiembre.
EL NACIONAL
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