SCOTTSDALE, Arizona
Hace casi un año, los seguidores de los Rojos estaban un poco alarmados al ver que el quisqueyano Francisco Cordero estaba cerca de registrar 12.10 de efectividad en la Liga de la Toronja. Todo se calmó un poco cuando el taponero entró en forma durante la temporada regular. Salvó sus primeros 15 encuentros y en total tuvo 39 rescates en 43 oportunidades. También fue el único representante de Cincinnati en el Juego de Estrellas.
"Para mí, fue mi mejor temporada", manifestó Cordero. "Tuve un buen año en Texas en el 2004 cuando salvé 49 partidos. Tuve una buena campaña con Milwaukee cuando tuve 44 rescates en el 2007. El año pasado tuve 39, pero fue mi mejor año por lo que me pasó durante la temporada baja. Perdí a mi madre y fui operado del tobillo. Pude concentrarme y hacer mi trabajo. Tenía que pensar en varias cosas fuera del terreno y de todas maneras tuve un buen año".
Cuando fue convocado al Juego de Estrellas en julio, Cordero estaba un poco conmovido porque todavía batallaba con el dolor de la repentina muerte de su madre, Martina, en el invierno. Todavía piensa en eso un año después. "Tienes que saber vivir con eso todos los días", explicó Cordero. "Es algo que tiene que pasar tarde o temprano. Siempre pienso en eso. Cuando pierdes a alguien, especialmente a tu madre, tu padre o a un hijo, nunca lo puedes superar. Pero a la vez, tienes que hacer tu trabajo. Este año me puedo enfocar más en mi trabajo. Me siento en salud y me siento fuerte".
Con 250 rescates en su carrera, Cordero es uno de 11 serpentineros en la historia de Grandes Ligas con al menos 100 salvados en cada liga. Y aunque nunca tiene como meta una cantidad de salvamentos fija, espera conseguir varias cosas de cara a esta temporada. "Así enfrente a un gran bateador o a un buen bateador, nunca lo tomo por sentado", indicó Cordero. "Tienes que atacarlos. MUna meta que siempre me fijo es tener la ventaja sobre un bateador. Siempre mejoras cuando tienes la ventaja sobre un bateador".
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