Cada temporada de Grandes Ligas trae sus encargos, tareas por cumplir para una serie de peloteros que son seguidos de cerca desde el entrenamiento. David Ortiz, José Reyes y Francisco Liriano, poseen un vínculo especial. Vienen de lesiones, tienen contratos por una contienda, en especial Reyes y Ortiz, quienes se encuentran en los últimos años de sus respectivos pactos.
Están llamados a producir con una obligatoriedad que escapa al mero hecho de justificar altos salarios.Boston no puede ser una fuerza en la Liga Americana si Ortiz en vez del Big Papi se viste de Big Fallo.
Los Mets, el hazmerreír de su zona en la Liga Nacional, van de la mano de Reyes, la bujía de su alineación.Liriano luce recuperado de esos tormentosos momentos después de la cirugía Tommy John que le sacó del juego en 2007 y 2008. El zurdo es lo que se llama “El Factor X” en la rotación de los Mellizos. Es el hombre que puede inclinar la balanza hacia Minnesota, que necesita mucho más que Scott Baker y Carl Pavano para triunfar en la División Central de la Americana.
Los Mets, el hazmerreír de su zona en la Liga Nacional, van de la mano de Reyes, la bujía de su alineación.Liriano luce recuperado de esos tormentosos momentos después de la cirugía Tommy John que le sacó del juego en 2007 y 2008. El zurdo es lo que se llama “El Factor X” en la rotación de los Mellizos. Es el hombre que puede inclinar la balanza hacia Minnesota, que necesita mucho más que Scott Baker y Carl Pavano para triunfar en la División Central de la Americana.
Inicio rápido
Designado
Designado
Los primeros meses de pelota de 2009 fueron para Ortiz lo más parecido a un “infierno dantesco” que usted se pueda imaginar. Un cuadrangular y 18 remolcadas en 178 turnos es una relación totalmente desastrosa. El peso de ese terrible arranque se nota al final de la contienda, cuando en el caso de Ortiz se quedó a ley de una impulsada y dos jonrones para un 30-100 que hubiese sido salvador. No es que a David se le puede cargar todo el desplome de Boston. Sería una injusticia. Aun así, cuando sus palos cunden como la rama de chinola, los Medias Rojas son otros. Un comienzo caliente de temporada o al menos no tan helado le quitaría presión. Boston tiene gente en el banco esperando que alguien se caiga para jugar.
¿Maduró José?
Paracorto
Paracorto
Los golpes hacen levantar los pies. Eso se quiere con José. Y estamos hablando de mucho más que velocidad en su último año con contrato garantizado. Su consistencia será bien vigilada. Cuando no ha sido una pierna, entonces es el hecho de que se pierde entre agosto y septiembre. Reyes ha probado ser una clase de pelotero antes del Juego de Estrellas y otro después. De las tres últimas temporadas (ojo no años) ha sido consistente solo en 2006, cuando estuvo en el Clásico de Estrellas. En 2007, bajó de .307 antes del Juego de Estrellas y .251 después. Su porcentaje de embasarse fue de .387 antes y de .316 después. En 2008, redujo la baja no fue tan drástica, pero caída al fin.
Confianza Lanzador
Minnesota ha sido paciente con Liriano, el mismo que antes de lesionarse en 2006 tenía fragancia de Novato del Año y Cy Young de la Liga Americana. Lo de 2009 es para olvidar con foja de 5-13 y un promedio de carreras limpias de 5.80. Siquiera vale la pena mencionar los números periféricos. Una concesión para el zurdo es el beneficio de la duda por las lesiones y cirugía. Ya en el invierno probó que recuperó su slider. El dirigente de Minnesota, Ron Gardenhire, no se extasió con lo que hizo con los Leones del Escogido. “Una cosa es lanzar allá (en el invierno) y la otra aquí”, aclaró. Para los Mellizos, un regreso suyo en los parámetros de calidad sería grandioso. Y Liriano sabe que tiene ese compromiso.
ELCARIBE.COM.DO
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