En la primavera pasada, su swing fue comparado con el de la leyenda de los Piratas, Willie Stargel. Reunía una gran cantidad de espectadores durante sus prácticas de bateo. Con frecuencia era el más buscado por la prensa. El neoyorquino de ascendencia dominicana Pedro Alvarez era el que todo el mundo quería ver. Era el enfoque de cada noticia. Ya había sido señalado como el salvador de una franquicia que buscaba una superestrella desde que Barry Bonds se fue del equipo en 1992. Y todo esto fue antes de que Alvarez participara en un juego como profesional.
Ahora, ¿cómo el prospecto de 23 años ha manejado toda esta atención? Con mucha humildad.
"Nadie te regalará nada", declaró Alvarez. "Tienes que continuar trabajando fuerte. Hay muchas cosas que tienes que hacer para ser un pelotero de Grandes Ligas. Trato de aprender lo más posible todos los días". Parece que a Alvarez no le molesta toda la presión y expectativas que lo rodean. El antesalista no está interesado en lo que digan o esperan de él. Ignora todas las comparaciones y descarta todas los pronósticos. "Son muchas expectativas para un joven enfrentar", dijo el gerente general, Neal Huntington. "Pedro tiene una gran mentalidad. Tiene una gran familia. Es humilde, pero a la vez seguro de sí mismo, y esas son excelentes cualidades. Cree en sus capacidades, pero sabe que aún tiene que desarrollarse más".
"No puede cumplir las expectativas de todos en un día", añadió Huntington. "Pero creemos que tendrá una gran carrera". Alvarez tuvo un total de .288 con 27 vuelacercas y 95 impulsadas en 126 juegos entre el nivel alto de Clase A en Lynchburg y la sucursal Doble-A en Altoona. También mostró la capacidad de batear en momentos cruciales, añadiendo otro aspecto a su repertorio que ya lo ha convertido en una leyenda en Pittsburgh. "Pasé por algunos altibajos", explicó Alvarez, señalando su lento comienzo en el nivel alto de Clase A. "Es un juego completamente diferente al que he visto antes. La lección más grande fue que tienes que hacer ajustes constantemente".
Alvarez también recibió varios honores y oportunidades el año pasado. Participó en el Juego de las Futuras Estrellas en julio y jugó con la selección de Estados Unidos en el mundial de béisbol dos meses después. Y al final de la temporada fue nombrado el mejor prospecto en la organización.
Un año después de jugar al nivel profesional por primera vez, Alvarez se está acercando a la Gran Carpa. Muchos lo ven tomando un camino similar al del jardinero Andrew McCutchen el 2009: unos cuantos meses de más desarrollo en las Ligas Menores, para luego debutar en Pittsburgh. Si enfrenta contratiempos, Alvarez podría estar vistiendo el uniforme de los Piratas antes del final de la campaña.
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