CLEARWATER, Florida Si Plácido Polanco hubiese tenido una cláusula para vetar un canje hace cinco años, la habría utilizado para detener el cambio que lo envió de los Filis de Filadelfia a los Tigres de Detroit. No es que al dominicano no le gustaran los Tigres, sino que al infielder le agradaba el núcleo de jóvenes prometedores que tenían los Filis.
Así que cuando los Filis llamaron a Polanco estas vacaciones, no necesitaron mucho tiempo para convencerlo para tener una reunión con el agente libre. "Sabía que había algo especial en este equipo, había mucho talento, sólo era cuestión de tiempo para que todo cuajara… y no me defraudaron", comentó Polanco. "Es un grupo muy especial. Todos llegan temprano y trabajan duro, nunca están satisfechos", agregó. "Ya fueron un par de veces a la Serie Mundial y cuando te fijas, siguen hambrientos. Como compañero, eso te hace mejorar, te hace trabajar más duro". Los Filis canjearon a Polanco en junio de 2005 por el relevista venezolano Ugueth Urbina y el infielder puertorriqueño Ramón Martínez.
Polanco, de 34 años, se ha puesto al día desde que llegó el mes pasado a los campos de entrenamiento. Dos meses después de firmar un contrato por tres años y 18 millones de dólares, llegó a los entrenamientos antes que cualquier otro jugador de posición Chase Utley. El ascenso de Utley en la segunda base provocó que los Filis cambiaran a Polanco. Ahora el dominicano jugará en la tercera base. "Se requiere algo de trabajo de piernas, es un ángulo distinto al mirar al bateador, un lanzamiento más largo (a primera)", comentó Polanco. "Es difícil cuando hay un toque y tienes que leer al pitcher. No sabes si ir por la pelota. Hay que conocer al pitcher, lo rápido que es".
Polanco llegó temprano a los campos para comenzar a hacer esos ajustes. Después de ganar dos guantes de oro en segunda base en los tres últimos años con Detroit, los Filis saben que la capacidad para reemplazar a su compatriota Pedro Feliz en la antesala. "Creo que tiene que ver con el talento que tiene", indicó Utley. "Es un tremendo infielder y lo que mejor hace es atrapar la pelota". "Sé que es un perfeccionista y (la transición) será más natural para él que para otros que no tienen esas habilidades. Puede jugar en cualquier puesto". El retirado tercera base Mike Schmidt, quien trabaja como coach en los campos de entrenamiento y ganó 10 guantes de oro con los Filis, cree que Polanco no tendrá problemas para hacer el ajuste.
"Polanco es un gran jugador defensivo con una gran mentalidad", señaló. "Quizás no tenga el brazo (como Feliz), pero tiene todos los otros atributos".
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