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La Liga Nacional le puso fin a su sequía en el Juego de Estrellas el año pasado al ganar por primera vez desde 1996. Ahora el Viejo Circuito busca derrocar a la Liga Americana en otra esfera en la cual ésta ha dominado en los últimos años: los juegos interligas. El pitcheo fue lo que encaminó a la Liga Nacional hacia el triunfo en el Clásico de Media Temporada del 2010 y, si por fin logra superar al Joven Circuito en interligas, probablemente será a base de pitcheo. La Nacional ha ganado terreno en las últimas campañas. El año pasado, la Americana tuvo una ventaja de apenas 134-118 en interligas, tras quedar arriba 138-114 en el 2009 y 149-103 en el 2008. Pero el Joven Circuito ha sido superior en las últimas siete temporadas remontando al 2003 y se ha llevado la mejor parte de las acciones en 10 de las primeras 14 ediciones de interligas. ¿Será este el año en el que los equipos del Viejo Circuito triunfen en interligas como removieron lo hicieron en el Juego de Estrellas?
Existe amplia evidencia de que así podría ser, ya que la segunda parte del Año del Pitcher sigue dominando al béisbol. De una manera u otra, el pitcheo dictará si la Liga Americana continuará o no su hegemonía en estos choques.
Como fue el caso en el último Juego de Estrellas, en el cual prevaleció la Nacional por 3-1 en el compromiso de menos anotaciones en más de una década, los resultados de los juegos interligas del 2011 se decidirán en el montículo. Pero a diferencia del Juego de Estrellas, estos resultados serán el fruto de semanas de duelos variados y miles de lanzamientos, lo cual hace más difícil hacer conjeturas. No obstante, vale la pena señalar que, aunque el pitcheo se ha crecido en ambas ligas en los últimos años, la Nacional importó a varios abridores de impacto durante la temporada baja que podrían marcar la diferencia contra sus ex equipos de la Americana.
Por un lado está Cliff Lee, quien será parte del trío que los Filis enviarán a la lomita este fin de semana contra el ex equipo del zurdo y los campeones reinantes de la Liga Americana, los Rangers de Texas. Con Roy Halladay - el único serpentinero activo que ha ganado el premio Cy Young en ambas ligas - y Roy Oswalt, quien se hizo un nombre en la Nacional, Fildelfia representa uno de los retos más difíciles que enfrentará Texas esta temporada. En el Fenway Park, el derecho Matt Garza estará en la lomita el domingo contra un viejo conocido.
El ex lanzador de los Rays abrirá por los Cachorros contra los Medias Rojas en la primera visita del conjunto de Chicago a Boston desde 1918. En nueve aperturas en el Fenway de por vida, Garza tiene marca de 5-3 con promedio de carreras limpias de 3.81. Y eso es sin tomar en cuenta el dúo de los Cerveceros compuesto de dos ex integrantes de la Liga Americana, Zack Greinke y Shaun Marcum, quienes lanzarán contra los Rockies en la única serie entre equipos de la Nacional este in de semana. Tanto Milwaukee como Colorado se unirá a la acción de interligas más adelante.
Entre los demás abridores que se han trasladado a la Liga Nacional en los últimos años están Tim Hudson, Derek Lowe y Jair Jurrjens de los Bravos, el dominicano Edison Vólquez, quien está ahora con los Rojos tras lanzar por los Rangers, y tres de los integrantes jóvenes de la rotación de los Diamondbacks: Ian Kennedy, Daniel Hudson y Joe Saunders.
Fuera de Dan Haren de los Angelinos y Jake Peavy de los Medias Blancas (siempre y cuando esté saludable), la camada de lanzadores que han tomado la ruta contraria no está a la par. Pero con el venezolano Félix Hernández, Justin Verlander, CC Sabathia y un renaciente Josh Beckett, tampoco hay una carencia de pitcheo abridor en la Liga Americana.
Por lo tanto, si resulta que la Liga Nacional tiene una ventaja en la lomita en esta edición de los juegos interligas, será la profundidad del pitcheo -- no la presencia de unos cuantos individuos que han hecho la transición -- lo que definirá los encuentros. En general, el Viejo Circuito tiene profundidad en el montículo, desde Filadelfia hasta San Diego. En lo que va de la temporada, el relevo de la Liga Nacional ha lucido más que el pitcheo abridor. Encabezados por el bullpen de los Padres, que tiene un promedio de carreras limpias de 2.27, los relevistas del Viejo Circuito tienen efectividad colectiva de 3.31, comparado con el 3.99 de sus homólogos en la Liga Americana.
Se espera que el mejor pitcheo de ambos circuitos se vea en la serie entre los campeones reinantes, los Gigantes de San Francisco, y los Atléticos de Oakland, cuyo promedio de carreras limpias colectivo de 2.86 es el mejor de Grandes Ligas. Encabezados por Trevor Cahill, los Atléticos son la respuesta de la Liga Americana a Tim Lincecum, y tienen talento y juventud de sobra. Otro choque que exhibiría un pitcheo abridor de altos quilates sería la serie Tampa Bay-Florida, la cual concluirá con uno de los mejores duelos de pitcheo de la primera ronda de juegos interligas: James Shields de los Rays contra Josh Johnson de los Marlins.
En cada uno de los partidos que se disputarán este fin de semana, existen argumentos fuertes a favor de ambas ligas. Lo único seguro acerca de la época de interligas del 2011 que está a punto de comenzar es que la sequía de la Liga Nacional continuará o terminará dependiendo de lo que suceda en la lomita.
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