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Manny Acta no le pierde la vista al panorama general. En la mente del manager dominicano de los Indios está la imagen de champán para celebrar la primera corona de Cleveland desde 1948. Acta también entiende que hay varios caminos hacia la victoria. Sin importar qué tan joven el roster ni qué tan discreta la nómina, el énfasis tiene que estar en encontrar la forma, la forma que sea, de ganar cada juego. Los egos deben ser dejados a un lado y los jugadores deben estar dispuestos a escuchar lo que enseñan Acta y su cuerpo de coaches.
"Eso es lo que busca uno", dijo el capataz. "Muchachos que estén dispuestos a creer en todo lo que queremos lograr aquí." Creer y ejecutar son dos cosas diferentes, y estamos hablando de un equipo que perdió 190 partidos entre el 2009 y el 2010. Sin embargo, al acercarnos al mes de junio, los Indios empezaron esta semana con marca de 29-15, y su éxito se debe en gran parte a la sólida actuación de su pitcheo. Desde que llegó Acta en el 2010, él y el coach de pitcheo de la Tribu, Tim Belcher, junto al coach del bullpen, Scott Radinsky, han ayudado a convertir al cuerpo monticular de los Indios en uno de los mejores de Grandes Ligas. En un año en que la División Central de la Liga Americana parece estar para cualquier, el momento no pudo haber sido mejor para Cleveland.
"Estamos encabezando la Liga Americana en victorias", dijo el cerrador de los Indios, Chris Pérez, quien se rio al ponderar esa realidad. "Es una locura." Acta nunca pensó que fuera algo tan remoto. ¿Pero pensó el piloto que estarían a este nivel este mismo año? "Para decirte la verdad", reconoció el quisqueyano. "Ha llegado más rápido de lo que yo esperaba." Para Acta, todo empieza con la disposición de los peloteros de aprender, porque él siempre está listo para enseñar. El 1ro de mayo, Acta sostuvo una conversación con el dominicano Fausto Carmona y el venezolano Jeanmar Gómez mientras los Indios jugaban contra los Tigres. El manager convocó la reunión improvisada después de decirle a Justin Masterson que le diera una base intencional al toletero venezolano Miguel Cabrera en el mismo primer episodio.
Hablándoles en español, Acta empezó a explicar el motivo del movimiento. El manager sabía que Masterson no temía atacar a Cabrera, pero Acta opinó que convenía más irse por las probabilidades. En otras palabras, quería conceder esa batalla con el objetivo de ganar la guerra. "Trataba de decirles que nadie cuestionaba la hombría de nadie aquí", dijo Acta. "Simplemente estamos tratando de hacer lo que más convenga para ganar el juego de pelota. Se trata de hacer lo que más le convenga al equipo." Mientras Acta les hablaba a Carmona y Gómez, Josh Timlin se le acercó al trío para unirse a la conversación. El venezolano Carlos Carrasco, Alex White y Mitch Talbon hicieron lo propio. Acta no había convocado a esos cuatro abridores, pero todos querían aprovechar la oportunidad para aumentar su educación en el béisbol.
"De repente, tenía seis abridores ahí escuchando la conversación", relató Acta. "Tuve que cambiar del español al inglés, lo cual estaba bien. Me dije, 'Wow'. Me puse bien contento. Les conté a mucha gente sobre ese momento." La situación con Cabrera fue la excepción del factor auténtico que ha llevado a Cleveland al éxito en esta primera parte de la campaña. Desde el primer día, Acta ha tratado de que sus lanzadores sean agresivos, algo que Belcher y Radinsky han enfatizado con los pitchers. Ese trío le ha presentado estadísticas al cuerpo monticular para reforzar sus argumentos a favor de atacar la zona sin piedad, sobre todo temprano en el conteo.
Esos porcentajes demuestran que los lanzadores de los Indios están tirando strikes con mucha eficiencia, provocando que los bateadores pongan la bola en juego en confiando en que la defensa se encargará del resto. Los brazos de Cleveland pueden tener tanta fe en los que juegan detrás de ellos gracias a los movimientos que hizo la organización en el invierno. Los Indios firmaron al veterano colombiano Orlando Cabrera para jugar la segunda, agregaron a Adam Everett como sustituto para varias posiciones del cuadro y trajeron a Jack Hannahan para la tercera. Con un Adrúbal Cabrera en salud para el campo corto, el cuerpo monticular tiene el lujo de uno de los mejores infields defensivos de Grandes Ligas. Hay que tomar en cuenta aquel partido del 1ro de mayo como un ejemplo.
En sentido general, la rotación de los Indios tiene 19-10 con 3.63, mientras que el bullpen lleva 10-5 con la mejor efectividad de la Americana, 2.92. Para Pérez, la buena actuación del relevo tiene que ver con cómo preparan el escenario los abridores. "Sin dudas", dijo el taponero al respecto. "No hemos tenido que lanzar en muchas situaciones con grandes desventajas. Mientras menos de ésas, mejor. Se nos pone en situaciones óptimas para triunfar." Y en la rara ocasión en que un abridor no llega profundo en los juegos, recibirán algunas críticas sin malas intenciones de parte de sus compañeros. "Sí, habrá algo de eso", dijo Masterson. "Si un muchacho sólo lanza seis innings, le decimos, '¿Hey, wow, seis innings hoy nada más?'"
Esa es la actitud que empieza a apoderarse del clubhouse de los Indios. Los jugadores esperan tener éxito."
Acta y Belcher citan con frecuencia la segunda mitad del 2010, pero las raíces de este buen momento pueden verse desde el 27 de junio del año pasado. En el partido realizado ese día Talbon, un novato, permitió una sola vuelta en una victoria en la ruta sobre los Rojos. Eso le puso fin a una racha de siete derrotas al hilo de la Tribu. También fue el principio del repunte. Desde aquella presentación de Talbot, Cleveland lleva marca de 72-61 con efectividad colectiva de 3.69. En la Americana, sólo los Yankees y los Rays han ganado más juegos, mientras que los Angelinos y los Atléticos son los únicos equipos con mejor EFE colectiva en el mismo lapso. Números como ésos fueron la inspiración de un discurso apasionado de Acta al principio de esta temporada.
El piloto quería asegurarse de que los peloteros en el clubhouse de Cleveland entendieran lo bien que habían jugado en la recta final del año anterior, aun con un roster joven y repleto de lesiones. "No fue cuestión de ir donde ellos y decirles, 'Denle ahí, podemos hacerlo'", afirmó Acta. "Les hablé de hechos. Ellos juegan. Ellos no han análisis de una semana o un mes y medio como lo hacemos nosotros. Les hablé de hechos." Los números les abrieron los ojos a algunos integrantes de la Tribu. "Pensé que mejoraríamos como equipo", dijo Pérez. "Pero no sabíamos lo bien que habíamos jugado en la segunda mitad del año pasado."
Ahora sí se dan cuenta lo bien que van este año, y los Indios no quieren que terminen las victorias. "Definitivamente estamos en el punto alto de la montaña rusa", dijo Tomlin. "Queremos seguir así."
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