MESA, Ariz.
Alfonso Soriano daría cualquier cosa, incluso parte de su contrato de $136 millones, si le pudieran garantizar lo que no ha podido tener como un Cachorro de Chicago. Su salud. Eso es todo. Solo 162 juegos en los que algo no le duela, algo no se le rompa o se le desgarre. Garantícenle eso y Soriano firmará el cheque ahora mismo. Él tiene el dinero. Lo que no ha tenido es una temporada con los Cachorros en la que no haya ido a la lista de lesionados. Sentado en un taburete de metal frente a su casillero, Soriano necesita solo un momento para recordar la última vez que comenzó una temporada sin dolor.
"Fue en el 2006," dijo. Desafortunadamente para los Cachorros, esa fue la temporada antes que firmara su contrato de 8 años y $136 millones para llegar a Chicago. La adquisición hizo sentido en aquel momento, pero el contrato inflado ahora solo le trae penurias a la franquicia mientras la producción y durabilidad de Soriano siguen marchitándose.
Las veces que ha ido a la lista de lesionados han sido:
--Por una cirugía artroscópica de rodilla en el 2009.
--Por un hueso roto en su mano y un desgarre en la pantorrilla en el 2008.
--Por un desgarre en el tendón de la corva, seguido por un desgarre en el cuadriceps en el 2007. La lesión transformó a Soriano de un galgo a una tortuga en las bases. Le quitó su velocidad en los senderos, algo que lo distinguía.
--Por una cirugía artroscópica de rodilla en el 2009.
--Por un hueso roto en su mano y un desgarre en la pantorrilla en el 2008.
--Por un desgarre en el tendón de la corva, seguido por un desgarre en el cuadriceps en el 2007. La lesión transformó a Soriano de un galgo a una tortuga en las bases. Le quitó su velocidad en los senderos, algo que lo distinguía.
"Eso lo cambió," dijo el gerente general de los Cachorros Jim Hendry sobre la lesión en el cuadriceps.
Soriano es ahora una sombra de $19 millones por temporada de su versión del 2006, cuando conectó su total más alto de su carrera en jonrones (46), se robó 41 bases y jug;o 159 partidos, el mayor total de su carrera. Desde que se unió a los Cachorros, su total de partidos ha descendido de 135, a 109 y a 117. Todavía puede batear, algunas veces, pero ya no puede correr como el Soriano del 2006. De sus 41 robos en el 2006 bajó a apenas nueve en el 2009. Sus días como primer bate donde devoraba rectas también son historia. Ahora Soriano será el sexto bate en la alineaci[on de los Cachorros en el 2010.
"Un buen lugar para remolcar carreras," dijo el manager de los Cachorros Lou Piniella. Soriano volverá al jardín izquierdo, donde jugará con sus rodillas de 34 años de edad, y piernas que ya no puede utilizar al máximo. En ocasiones luce como si pudiese volver a ser el mismo de antes, pero la verdad simple y llana es que a Soriano le quitaron de las cinco velocidades de su transmisión.
Esta es la nueva realidad para Soriano y los Cachorros. Así que no en balde él está dispuesto a cambiar varios de esos millones por tener salud.
"Oh, definitivamente," dijo. "Si no estás saludable, no puedes hacer nada. Cuando tengo salud, se que puedo ser feliz. Se que puedo disfrutar más el juego y divertirme.
"Si estoy al 100 por ciento sin dolor pienso que puedo crear muchos buenos momentos y hacer muchas cosas buenas para el equipo."
Le mostré los números de Soriano del 2009 a un cazatalentos de grandes ligas. El escucha dijo lo siguiente:
"Bateó .241 -- diablos. Conectó 20 jonrones y remolcó 55 carreras en 447 oportunidades. Eso ni siquiera se acerca al promedio. Eso es terrible. Se ponchó en 118 ocasiones y tuvo 40 boletos gratis. Terrible." En otras palabras, los Cachorros pagaron $850,000 por cada cuadrangular de Soriano el año pasado. Peor aún, conectó 12 de esos jonrones en sus primeros 35 juegos, pero tan solo ocho en los últimos 82 partidos.
Soriano fue un problema a la defensiva. No podía robar. Su porcentaje de embase desde el primer turno ofensivo en la alineación fue de apenas .295. Se lastimó de nuevo. Y de paso, le quedan cinco años de contrato a $19 millones por temporada. Pero a pesar que los números de Soriano siguen bajando, su optimismo sigue en alto. Pueden criticar a Soriano por sus números decrecientes, pero el respeto hacia él sigue intacto dentro de la organización de los Cachorros y en el camerino porque no está fingiendo.
Cuando dice que cambiaría dinero por la salud, lo dice en serio. Cuando dice que firmó con los Cachorros porque quería un campeonato, nadie lo duda. Él, más que nadie, está consciente de sus estadísticas en baja y de los abucheos hacia él en el Wrigley Field. "Es difícil," dijo. "[Los fanáticos] solo piensan en el dinero que me gano. Pero no saben como me siento fisicamente, los sacrificios que tenemos que hacer para jugar este deporte. "Sí, los escucho [los abucheos], pero no les presto atención porque eso no me hace mejor."
Y esto viene de parte de Hendry: "Es un mejor compañero y un tipo que se preocupa más por los demás que lo que muestra en su imagen. Realmente a él le importa mucho y sus compañeros pueden dar fe de eso."
Contrario al lanzador de los Cachorros Carlos Zambrano, cuyos momentos de cabeza de chorlito podrían ocupar unos 8 GB de espacio en el disco duro de una computqadora, Soriano mantiene un perfil bajo. Es un hombre orgulloso quien está avergonzado por sus recientes números en la parte posterior de su tarjeta de pelotero.
Pregúntenle a Soriano si los fanáticos de los Cachorros lo han podido ver al tope de sus capacidades y él menea su cabeza en respuesta negativa. "No, ellos no han visto lo mejor de mí," dijo. "Como dije, he jugado tres años con lesiones." He sido un crítico de Soriano en el passado por su insistencia en ser primer bate, y un crítico de Piniella por permitir que sea el primer bate. Pero para crédito de Piniella, finalmente hizo el cambio el pasado 4 de julio el Día de Independencia del primer bate de los Cachorros.
Ahora Soriano sabe su lugar en la alineación y su rol en la ofensiva. Ninguna cantidad de cabildeo va a cambiar eso. Y para crédito de Soriano, él ha estado receptivo al trabajo de reparación que ha hecho el nuevo coach de bateo Rudy Jaramillo en su mecánica de bateo. "Queremos convertir esos 20 jonrones en 30, y esas 55 impulsadas en 80," dijo Piniella. "Esas serían unas buenas metas para él. … Debería poder hacer eso." Si los Cachorros quieren hacerlo mejor que sus decepcionantes 83 victorias el año pasado e intentar terminar con su sequía de 102 años sin una Serie Mundial, ellos necesitan a Soriano. La versión del 2006 de Soriano será bueno tenerla, pero ese tipo ya no existe. "No me gusta pensar en números," dijo Soriano. "Solo quiero pensar en estar saludable, en estar al 100 por ciento y jugar 150 partidos, 162 partidos.
Se que si puedo jugar saludable, puedo conseguir muy buenos números." ¿Acaso dijo 162 partidos? ¿Dónde firman los Cachorros ese acuerdo?
Por Gene Wojciechowski
ESPNdeportes.com
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