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ORLANDO
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Justo cuando parecía que los fanáticos de los Rays no tendrían ninguna razón para preocuparse por seguir los sucesos de la próxima temporada, la directiva del dinámico club de Tampa Bay logró ponerse de acuerdo con dos ex rivales divisionales, mejorando notablemente su imagen y sus expectativas para el 2011 en Grandes Ligas. Con apenas $7 millones, Tampa Bay agregó a su nómina a Manny Ramírez y Johnny Damon, dos estrellas probadas que ayudaron a ganar dos anillos de Serie Mundial a los Medias Rojas de Boston (2004 y 2007) y uno (Damon) a los Yankees de Nueva York (2009), los poderosos rivales de Tampa Bay en la División Este de la Liga Americana.
Damon, de 37 años, aceptó $5,25 millones e incentivos basados en la asistencia al Tropicana Field. Ramírez, de 38 años, se conformó con apenas $2 millones por tener la oportunidad de ser el bateador designado titular de los Rays. Damon, quien batea promedio de .287 con más de mil empujadas y más de 1.500 anotadas en 16 años de carrera, es un jardinero con limitaciones, pero aún puede defenderse en el jardín izquierdo y batear de primero o segundo en la alineación. Su porcentaje de embasamiento de por vida (.350) es notablemente superior al de la mayoría de sus nuevos compañeros de equipo.
Ramírez ha sido convocado 12 veces al Juego de Estrellas con números de Cooperstown (promedio de .313 con 555 jonrones, 1.830 impulsadas y .411 de OBP). El año pasado fue afectado por varias molestias, pero de todas formas bateó .298 y tuvo .409 de OBP en 90 partidos.
Con Damon, B.J. Upton, Evan Longoria y Ramírez, Tampa Bay tiene un buen núcleo central de una alineación, que hasta el viernes estaba programada para ser integrada por chicos con poca o ninguna experiencia. Aunque son veteranos en el declive de sus carreras, Damon y Ramírez automáticamente convierten a los Rays en un mejor equipo que hace una semana. La pareja podría no ser suficiente para compensar las partidas de Carl Crawford, Matt Garza, Carlos Peña, Rafael Soriano y Joaquín Benoit, pero muy probablemente impulsará la venta de boletos en una de las ciudades más apáticas de Grandes Ligas. Pese a tres extraordinarios años en los que ganaron dos títulos en la división más poderosa del béisbol y alcanzaron la Serie Mundial por primera vez en su historia, Tampa Bay solamente promedió 1,8 millones de fanáticos anuales (23.000 por juego) en Tropicana Field entre 2008 y 2010.
Ramírez es la clase de pelotero que no solamente aporta en la alineación, sino que posee el carisma para impulsar venta de boletos. Mientras para muchos puede ser una preocupación lo que un Ramírez infeliz podría significar en un camerino, la realidad es que el dominicano ha sido un favorito entre sus compañeros -- sin incluir a Jonathan Papelbon en el grupo, por favor -- y una influencia positiva entre los novatos en los clubes en donde ha jugado. Dicen que un rayo no cae dos veces en el mismo lugar, pero en un sólo turno, los Rays pegaron dos hits el viernes. Y lo mejor es que lo consiguieron a un precio bastante bajo, tomando en cuenta los parámetros salariales actuales en las mayores.
ENRIQUE ROJAS / ESPNDEPORTES.COM
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