rllr en pelota
El dominicano, en una exclusiva con El Caribe, habla de cómo desechó las críticas y los comentarios negativos para demostrar a muchos que todo se decide en el terreno. “Se equivocaron los genios. Obviamente que se equivocaron porque para todos no estábamos supuestos a pasar del último puesto”, comenta Franco. Los Caribes, a juzgar por los reportes en los medios venezolanos, era una especie de “hazmerreír” por la pobre calidad desplegada. Esta fue apenas la segunda final de la escuadra en 20 años, lo que llenó de júbilo a toda Barcelona y Puerto La Cruz, ciudades del estado de Anzoátegui.
“Pero soy un hombre positivo. Quien decide no está aquí abajo. Es el Señor que todo lo sabe. Primero nos colamos dentro de los cinco y así por el estilo. Lo nuestro es jugar pelota y hacerlo con el mejor nivel posible”, expone. “Esta es una pelota agresiva (la venezolana). Aquí se sale a ganar y gracias a Dios que logramos poner las piezas en orden”, agrega. Y es precisamente ese el principal punto de agenda del nativo de San Pedro de Macorís a la hora de dirigir: motivar a sus jugadores sin la necesidad de esconderles la realidad.
“No me gusta mentir ni creo que al pelotero le gusta que le mientan. Solamente pueden jugar nueve, lo que implica que habrá descontento porque el que no juega no está conforme. Pero hablo de frente y tomo mis decisiones con transparencia para que nadie diga que soy un hipócrita”, apunta. “Traté de aprender de cada dirigente que tuve en Grandes Ligas, pero en especial de Bobby Cox, un hombre que motivaba y todo el mundo lo quería. Trato de poner a los mejores nueve en el terreno desde el punto de vista de que crean en ellos y se sientan con capacidad para darlo todo”, dice.
Mucha lectura. Las palabras de Franco evidencian a una persona que ha vivido bastante. Pausado, ecuánime, directo y con un estilo de parábolas que denota su apego a la Biblia. “Tú eres lo que piensas. Eso está en la palabra”, apunta el hombre que como jugador fue un gran bateador en todas las ligas que jugó. En Grandes Ligas, Japón o México, “El Emperador”, como se le bautizó en República Dominicana al llamarse Julio César, repartió líneas de todo tipo. “Leo muchos libros de liderazgo y psicología. Ahora mismo estoy leyendo La Vaca de Camilo Cruz. Recientemente estaba con Factor X. Ayudan bastante”, dice el también capataz de la sucursal de novatos de los Mets en la Liga del Golfo en La Florida.Para los que llevan anotaciones, Franco llega muy temprano al estadio y le dedica tiempo a la lectura. “No me gusta perder el tiempo”, señala al respecto. Y al parecer tampoco como dirigente.
“yo dirijo con quien sea”
Atención pelota invernal criolla, Julio Franco no tiene problemas en aceptar un trabajo con cualquier equipo.“Los mánagers no tienen equipo. Yo dirijo con quien sea. Siempre me ha gustado dirigir y ahora que gracias a Dios lo hago, pues tengo esto como trabajo y profesión. El profesional hace su trabajo en cualquier lado”, expone.“Si no trabajé en mi país es sencillo, fue porque no me ofrecieron nada. Gracias a Dios apareció la oferta en Venezuela y aquí estoy. Como me considero un hombre agradecido, la primera opción la tiene mi equipo aquí. Si me quieren traer de regreso, pues con gusto lo acepto, porque repito, ellos creyeron en mí y eso no puedo echarlo al olvido”, aclara.
“Pero en caso de que no, yo busco un trabajo, no un color ni región específico”, agrega. ¿Hay más presión en República Dominicana que en Venezuela? “Los dirigentes no tienen presión. Eso está allá fuera con los fanáticos y la prensa. Nosotros tenemos tensión. Si fuese presión, uno explotara”, es la respuesta de Franco.
“Pero soy un hombre positivo. Quien decide no está aquí abajo. Es el Señor que todo lo sabe. Primero nos colamos dentro de los cinco y así por el estilo. Lo nuestro es jugar pelota y hacerlo con el mejor nivel posible”, expone. “Esta es una pelota agresiva (la venezolana). Aquí se sale a ganar y gracias a Dios que logramos poner las piezas en orden”, agrega. Y es precisamente ese el principal punto de agenda del nativo de San Pedro de Macorís a la hora de dirigir: motivar a sus jugadores sin la necesidad de esconderles la realidad.
“No me gusta mentir ni creo que al pelotero le gusta que le mientan. Solamente pueden jugar nueve, lo que implica que habrá descontento porque el que no juega no está conforme. Pero hablo de frente y tomo mis decisiones con transparencia para que nadie diga que soy un hipócrita”, apunta. “Traté de aprender de cada dirigente que tuve en Grandes Ligas, pero en especial de Bobby Cox, un hombre que motivaba y todo el mundo lo quería. Trato de poner a los mejores nueve en el terreno desde el punto de vista de que crean en ellos y se sientan con capacidad para darlo todo”, dice.
Mucha lectura. Las palabras de Franco evidencian a una persona que ha vivido bastante. Pausado, ecuánime, directo y con un estilo de parábolas que denota su apego a la Biblia. “Tú eres lo que piensas. Eso está en la palabra”, apunta el hombre que como jugador fue un gran bateador en todas las ligas que jugó. En Grandes Ligas, Japón o México, “El Emperador”, como se le bautizó en República Dominicana al llamarse Julio César, repartió líneas de todo tipo. “Leo muchos libros de liderazgo y psicología. Ahora mismo estoy leyendo La Vaca de Camilo Cruz. Recientemente estaba con Factor X. Ayudan bastante”, dice el también capataz de la sucursal de novatos de los Mets en la Liga del Golfo en La Florida.Para los que llevan anotaciones, Franco llega muy temprano al estadio y le dedica tiempo a la lectura. “No me gusta perder el tiempo”, señala al respecto. Y al parecer tampoco como dirigente.
“yo dirijo con quien sea”
Atención pelota invernal criolla, Julio Franco no tiene problemas en aceptar un trabajo con cualquier equipo.“Los mánagers no tienen equipo. Yo dirijo con quien sea. Siempre me ha gustado dirigir y ahora que gracias a Dios lo hago, pues tengo esto como trabajo y profesión. El profesional hace su trabajo en cualquier lado”, expone.“Si no trabajé en mi país es sencillo, fue porque no me ofrecieron nada. Gracias a Dios apareció la oferta en Venezuela y aquí estoy. Como me considero un hombre agradecido, la primera opción la tiene mi equipo aquí. Si me quieren traer de regreso, pues con gusto lo acepto, porque repito, ellos creyeron en mí y eso no puedo echarlo al olvido”, aclara.
“Pero en caso de que no, yo busco un trabajo, no un color ni región específico”, agrega. ¿Hay más presión en República Dominicana que en Venezuela? “Los dirigentes no tienen presión. Eso está allá fuera con los fanáticos y la prensa. Nosotros tenemos tensión. Si fuese presión, uno explotara”, es la respuesta de Franco.
EL CARIBE
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