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En el béisbol no hay nada seguro, pero los Filis de Filadelfia del 2011 parecen estar muy cerca de este estándar que cualquier otro de los 29 competidores. Aún así, el equipo debe mejorar en algunos aspectos. La búsqueda de la perfección debe continuar. O, como el manager de los Filis Charlie Manuel dijo, “¿Saben lo que me gustaría tener? Si hubiera una carrera entre 12 caballos, me gustaría ser dueño de todos ellos”. Ese es un punto de vista completamente entendible.
Lo que viene enseguida es toda una temporada, no una coronación. Pero no es difícil conceder - incluso en febrero, incluso antes del primer juego de exhibición - que los Filis ya tienen un cierto nivel de grandeza. He aquí cuatro razones fundamentales que destacan el potencial de este club: Roy Halladay, Cliff Lee, Cole Hamels y Roy Oswalt. Ningún equipo en todo el béisbol cuenta con un cuarteto de abridores tan bueno como este. De hecho, es históricamente bueno. Halladay ha ganado el trofeo Cy Young en dos ocasiones, uno en cada liga. Lee se llevó el mismo reconocimiento en 2008, y su desempeño en postemporada en los últimos años lo han convertido en uno de los brazos más codiciados de la agencia libre. Oswalt ha ganado 20 juegos dos veces. Hamels fue el Jugador Más Valioso de la Serie Mundial en 2008.
Una carta de presentación nada mala para el cuarteto de ases de los Filis. El ex tercera base de los Filis y miembro del Salón de la Fama Mike Schmidt, trabajando esta primavera como instructor invitado, se refirió a estos lanzadores como “quizás los cuatro abridores más grandes que un equipo haya tenido”. Esto es debatible debido a que los cuatro abridores de los Filis todavía no han lanzado juntos en una temporada regular. Pero el punto es, incluso antes de la primera picheada del 2011, las reputaciones profesionales de estos cuatro serpentineros exigen ser incluidos en esta discusión.
Entonces los Filis deberían estar favorecidos a ganarlo todo en 2011. Esto no es, por supuesto, algo ajeno para un equipo que ha ganado cuatro títulos divisionales de forma consecutiva, los banderines de la Liga Nacional en 2008 y 2009, y se coronó en la Serie Mundial en 2008. Los Filis, al igual que todos los demás en la postemporada del 2010, no pudieron descifrar el pitcheo de los Gigantes de San Francisco. Pero los Filis tuvieron el mejor récord en la temporada regular, con 97 victorias. Y eso lo lograron a pesar de tener a varios jugadores clave lesionados y una ofensiva cuyo desempeño menor de lo que se esperaba.
“La ofensiva no cumplió con las expectativas el año pasado”, dijo Schmidt. “Creo que todos admitirán eso. Los Filis me demostraron el año pasado que aun sin jugar bien pudieron ganar la división”. Los Filis encabezaron la Liga Nacional en carreras anotadas en 2009 con 5.06 por juego. En 2010, ocuparon el segundo lugar en la liga en carreras anotadas con 4.77. Schmidt sugirió que los Filis necesitaban jugar más un “béisbol de fundamentos”.
Manuel dijo que su equipo sí jugó de esa manera cuando la parte alta del orden al bate estaban sanos.
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