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Quizá no haya un término exacto en español para un estudiante de segundo año, pero el paracorto dominicano Starlin Castro no necesita ninguna ayuda a traducir del coach de la antesala Iván de Jesús para entender el significado del mismo. “Sé acerca de esto, he escuchado a otros jugadores decirlo también”, dijo Castro ayer mientras se encontraba con el asistente De Jesús. “No trataré de presionarme, por esto justamente me concentraré en tratar de hacerlo mejor este año”, señaló el jovencito paracorto de los Cachorros de Chicago.
Castro, quien tuvo un brillante debut el pasado siete de mayo con seis remolcadas en un partido en Cincinnati, donde conectó un vuelacercas de tres carreras en su primer turno al bate y se convirtió en el primer novato de los Cubs en batear sobre .300 desde Bill Madlock en 1974. Pero, Castro tiene un lado penoso y es la cantidad de errores que cometió, un total de 27, incluyendo un elevado número en disparos a las bases, siendo protagonista de uno de los peores equipos defensivos de las Mayores. También fue enviado a la banca tarde en la campaña tras olvidar el número de outs que había mientras corría en la intermedia.
Castro se encuentra en su segundo entrenamiento con los Cachorros. Aún está a más de un mes para celebrar su natalicio 21 y tiene que tratar de evitar el maleficio de segundo año, que en el pasado muy reciente ha golpeado a miembros de los Cachorros como sus compañeros Geovanny Soto y Randy Wells. “Estoy trabajando en mi defensa”, dijo el torpedero de sus prioridades en el campo. “He estado trabajando con Iván en busca de mejorar mi defensa”, expresó Castro. “Defensa esto es todo lo que quiero que mejore, es el principal aspecto del juego”, señaló el dirigente Mike Quade. Los Cubs buscarán esforzarse en mejorar su miserable puesto 29 en el ranking de fildeo.
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