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CLEARWATER, Fla. No hay un verde más verde que el del pasto de los campos de béisbol al inicio de los entrenamientos primaverales. Están sin tocar, en su mayoría, excepto por la caricia que reciben de los rociadores de agua. Al verlos parado desde la franja de seguridad del complejo de entrenamientos de los Filis el domingo, los campos lucen tan perfectos que parece casí un delito el tocarlos.
Quizás por eso es que José Contreras y J.C. Romero y Danys Baez decidieron jugar a las atrapadas lejos en los jardines en un campo de práctica trasero, haciendo bromas y riéndose mientras trataban de impresionarse unos a otros con diferentes lanzamientos. Todo el mundo llega a los entrenamientos a trabajar en algo, o a modificar algo, o a intentar construir algo. Practicamente todo el mundo busca un mapa para lograr hacer las cosas bien. Comenzando esta semana, comienza el desgaste de los campos inmaculados, a medida que los lanzadores y receptores comiencen a llegar, y a correr y a hacer tiradas y a subirse a las lomitas.
Pero el domingo, todo seguía perfecto. Aquí en Clearwater, Chase Utley llegó y desempacó sus bates, esperando poder demostrar que superó su terrible temporada 2010, llena de lesiones. Jimmy Rollins sin duda cree que este sera el año en el que le pondrá un alto a su regresión en su actuación, la que lleva ya tres temporadas y si él no pensara de esa manera, uno no querría tenerlo a su lado. Este es el tiempo para el optimismo; este es el tiempo en el que es casi obligatorio esperar grandes cosas. En los entrenamientos de los Bravos, ellos creen hoy que Craig Kimbrel o Jonny Venters van a reemplazar sin problemas a Billy Wagner como cerradores, y que Chipper Jones va a volver a jugar. Jose Reyes está seguro que va a volver a ser un gran jugador, de nuevo. Los Nacionales están seguros que Jayson Werth hará un gran diferencia para su franquicia. Los Marlins creen que su reconstruído bullpen hará la diferencia para ellos.
Los Vigilantes de Texas invirtieron en Adrián Beltré, en su defensiva y en su poder, y creen que podrán superar la pérdida de Cliff Lee. Oakland piensa que su reestructurada ofensiva podría ser lo suficientemente buena como para darle apoyo a su cuerpo de pitcheo. A los Marineros les gusta el potencial que ven en sus jugadores jóvenes, como Justin Smoak. Sin importar lo que cualquiera diga sobre el cambio de Vernon Wells, los Angelinos piensan que él los hace mejores.
Tony La Russa intentará asegurarse que el contrato de Albert Pujols no se convierta en una distracción. Los Rojos están seguros que su profundidad en su rotación es la mejor que han visto en muchos años, y que sus jugadores jóvenes seguirán mejorando.
A los Astros les gusta su rotación, y creen que Brett Myers y Wandy Rodríguez la pueden liderar. Los jugadores de los Cachorros se sienten muy bien por la manera en que Mike Quade manejó el equipo el año pasado, y están seguros que lo seguirá haciendo. Los empleados de operaciones de béisbol de los Piratas piensan en grande sobre el talento que viene subiendo en su sistema de fincas. Y los Cerveceros pusieron sus dichas en el medio del tablero en un esfuerzo por ganar -- ahora. Los Medias Blancas buscaron con fuerza a Adam Dunn, y soñaron todo el invierno sobre lo que él y los otros toleteros harán para ellos. Los Mellizos dejaron ir a varios relevistas, bajo la premisa de que Joe Nathan volverá en forma y en un mundo perfecto para ellos, los síntomas de conmoción cerebral de Justin Morneau desaparecerán.
El bullpen de los Tigres está repleto y ellos piensan que Rick Porcello y Max Scherzer están listos para ubicarse justo detrás de Justin Verlander. Los Reales están excitados por la oleada de talento que comenzará a llegar a las grandes ligas este año. Y luego del largo y crudo invierno de los Indios, ellos piensan que están mejorando, y el progreso físico de Carlos Santana y Grady Sizemore de sus respectivas cirugías son buenas señales. Los Yankees piensan que A.J. Burnett podrá recuperarse; los Medias Rojas creen que ellos llenaron sus huecos en el bullpen. Los Rays reconstruyeron por completo su bullpen, sabiendo que lo han hecho antes, de manera exitosa. Los Orioles piensan que su alineación regular puede hacer daño, y los Azulejos confían en jugadores jóvenes que tienen la oportunidad de ser muy, muy buenos, y esperan algo similar a lo sucedido con Ricky Romero y Brandon Morrow el año pasado.
Los Dodgers reconstruyeron su rotación, la que fue un problema en el invierno pasado, y ellos creen que la contratación de Don Mattingly como manager ayudará a Matt Kemp. Los Padres han invertido esperanzas y expectativas en los prospectos que recibieron en el cambio por Adrián González. Los Rockies piensan que Jhoulys Chacin es real, y que Ubaldo Jiménez seguirá evolucionando. Los Diamondbacks creen que J.J. Putz podría ser la clave para mejorar su bullpen, que tiene un historial nefasto. ¿Y cuál equipo sabe más acerca de campos verdes y esperanza que los Gigantes? Ellos abrieron su entrenamiento primaveral el año pasado pensando que Aubrey Huff podría ser la respuesta para ellos y lo fue.
Ellos pensaron que Buster Posey tendría oportunidad de ser un jugador de impacto y lo fue. Ellos pensaron que Madison Bumgarner podría ganar velocidad a medida que progresara la temporada y lo hizo, cosa que los Vigilantes notaron de primera mano en la Serie Mundial. Ahora los Gigantes creen que Pablo Sandoval podrá encontrar su camino de vuelta, y que Tim Lincecum y Matt Cain y los otros en su rotación seguirán brillando. No hay un verde más verde que el del pasto de los campos de béisbol al inicio de los entrenamientos primaverales. Como debe ser.
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