JULIO FRANCO, GRAN VALOR EN VENEZUELA

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La participación venezolana en la Serie del Caribe de Mayagüez es un símbolo más de los tiempos que corren en el beisbol de la región. 

Muy lejos quedó la época en que estrellas como Antonio Armas y Luis Sojo eran sempiternos participantes en la competencia. El equipo que armó la gerencia de los Caribes de Anzoátegui para medirse a los Toros del Este, los Criollos de Caguas y los Yaquis de Ciudad Obregón lleva consigo a muy pocos peloteros con experiencia en las grandes ligas. José Castillo, tomado como refuerzo de los Leones del Caracas, será la principal enseña de la tribu, al quedarse en Venezuela buena parte de quienes conquistaron la corona ante los Tigres de Aragua, en esa emocionante final a siete encuentros que terminó el domingo. 

Hace mucho que Castillo dejó de ser el camarero titular de los Piratas de Pittsburgh. Hoy está a la búsqueda de contrato, luego de actuar en el Lejano Oriente los últimos dos años. La aparente modestia de la nómina ensamblada por el campeón suramericano no significa que los indígenas tomaron el charter a Mayagüez carentes de esperanzas. La tropa que dirige el dominicano Julio Franco --tercer dirigente quisqueyano en coronarse en la tierra de Luis Aparicio, después de Ozzie Virgil y Felipe Alou-- ya demostró que teme poco a los pronósticos en contra. Muy pocos analistas dieron a Anzoátegui entre los clasificados a la semifinal y hoy exhibe con orgullo el primer título en la historia de la franquicia. 

Hay antecedentes para el optimismo, además. Comparado con esta, la novena que atrapó el paño campeonil hace apenas dos años era un equipo sin opción alguna. Aragua dominó la serie celebrada en Mexicali con una nómina que incluyó a 19 peloteros que aún no tenían contrato para jugar ese año en el beisbol internacional. Únicamente 3 de sus 28 integrantes tenían lugares en los rosters de 40 de las mayores. Los aborígenes no cuentan con jugadores protegidos por la gran carpa. Unos pocos, como Eliézer Alfonzo y Niuman Romero, actuaron en las grandes ligas en 2010. Pero casi todos ya cuentan con trabajo en las menores, en México o en circuitos independientes.

Es una paradoja. La temporada pasada casi 90 venezolanos actuaron en el mejor béisbol del mundo, pero nunca como ahora se había limitado a los latinoamericanos a participar libremente en sus circuitos. 

Astros como Asdrúbal Cabrera, Francisco Rodríguez, José Mijares y José Tábata dejaron de jugar en diciembre o en la primera parte de enero, por acuerdo con sus organizaciones en el norte. Ir a la Serie del Caribe era, para ellos, algo impensable. La suerte de esta expedición probablemente dependerá de cómo le vaya a sus lanzadores. La rotación de abridores estará compuesta casi en exclusiva por pitchers que necesitan dominar a los rivales para impresionar a los scouts y conseguir un contrato. Seth Etherton, Ramón Ramírez, Alex Herrera y Manny Ayala están a la búsqueda de trabajo. Ganar, en sus casos, no será sólo una cuestión de orgullo o sentimiento nacional. Franco espera contar con un equipo balanceado en Mayagüez. Parece tenerlo, en principio, así estos Caribes que debutan en el clásico sean un símbolo de los nuevos tiempos en la región. 

ROSTER DEFINITIVO

Receptores: Eliézer Alfonzo, José Gil y Kevin Moscatel. 

Jugadores de cuadro: Luis Jiménez, Alexi Amarista, Luis Núñez, Niuman Romero, Henry Rodríguez y Juan Pablo Camacho. 

Jardineros: José Castillo, Alex Romero, César Suárez, Jackson Melián y Alexis Espinoza. 

Rotación de abridores: Seth Etherton, Amaury Sanit, Ramón Ramírez, Manny Ayala y Alex Herrera. 

Relevistas: Francisco Buttó, Órber Moreno, Luis Ramírez, Renyel Pinto, Rosman García, Eduardo Figueroa, Jesús Gómez, José Álvarez y Jesús Martínez. 

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