rllr en pelota
CLEARWATER, Fla.
Roy Halladay fue el primer abridor de los Filis que entró al amplio salón donde unos 75 reporteros lo esperaban, y pareció estar sorprendido por lo que vio. También los que lo siguieron -- Joe Blanton y Cliff Lee y Roy Oswalt y Cole Hamels. Y su lenguaje corporal llevaba el mensaje, claro y sencillo, de que para ellos toda la rimbombancia sobre su grandeza colectiva, o su potencial para ella, es algo más que un poco absurda. Después de todo, Halladay mencionó en un momento que sólo habían estado juntos por dos horas y media.
Para el final de la temporada habrán logrado todo lo que se espera de ellos, o la mayoría. Pero aun si eso sucediera -- aun si los Filis ganan la Serie Mundial con una serie de blanqueadas -- no esperes que ninguno de ellos se ponga de pie en un podio para declarar su propia grandeza. La rotación de Filadelfia está cargada con minimalistas de máximo esfuerzo.
No es coincidencia, realmente. Parte de la razón por la que Lee aceptó menos dinero para firmar con los Filis es porque le gusta jugar en un equipo de peloteros que toman en serio su trabajo, sin enfocarse en ser protagonistas aclamados. "Nadie señala el dedo aquí", dijo el veterano relevista Danys Báez, quien considera el clubhouse de los Filis como el mejor de su carrera. "Nadie juzga a nadie. Todo el mundo se trata con respeto".
Los cinco Filis lucían muy parecidos a los astronautas en la escena de la conferencia de prensa en la película "The Right Stuff": Mientras los astronautas se sientan y se miran cara a cara en un salón repleto de reporteros, mientras la mayoría de ellos llega a la conclusión de que todo parece un tanto alocado y trillado -- hasta que John Glenn complace a los reporteros y da sus respuestas populistas.
Los Cinco de los Filis no cuentan con un John Glenn, alguien que adopte por completo el poder de un micrófono. Halladay es amable pero siempre está de camino a su próximo entrenamiento. Según los trabajadores del complejo, el tipo llega a las 4:50 de la mañana, y su trote mañanero es como un avistamiento de Bigfoot: Pocos lo ven, pero la leyenda crece cada vez que alguien ve una inmensa figura corriendo por la vereda. Oswalt es inteligente y directo y mordaz y está más interesado en los bosques o en pasar su tiempo cazando ciervos que en contestar preguntas que requieren introspección. Lee es un minimalista, hallando su éxito al cumplir con su rutina de entrenamiento y lanzamiento, y a él realmente no le interesa hablar de legados; sería más fácil conseguir que Terrell Owens nunca hable de sí mismo a conseguir que Lee hable de su sitial en la historia del béisbol.
Blanton es competitivo y, como los otros, no se emociona mucho de escucharse a sí mismo hablar. Hamels probablemente genera los comentarios más abarcadores entre los cinco, pero parece ser más un intento de cortesía para ayudar a los reporteros a encontrar respuestas que un ejercicio para revelar las capas de su mente. Así que el aspecto más interesante de la conferencia de prensa fue la reacción corporal ante las preguntas. Blanton -- quien ha sido mencionado entre los rumores de cambio desde que Lee firmó porque los Filis intentan reducir la nómina -- fue cuestionado sobre si estaba sorprendido de que todavía permanece con el equipo. Oswalt, molesto por la pregunta, le disparó una mirada de tienes-que-estar-bromeando a Hamels; luego, cuando Blanton recibió otra pregunta similar, Lee le dijo algo a Oswalt, quien le dijo algo a Hamels, quien se sonrió; a ellos no les gustó que se interrogara a uno de los suyos de esa manera.
Cuando los bateadores entren en la caja de bateo, ahí es cuando los abridores de los Filis darán sus respuestas, sobre si califican junto a los Bravos de 1992 o a los Bravos de 1995 o a los Orioles de la década de 1970 o algún otro equipo.
Este no es un grupo parlanchín. Es un grupo al que le gusta hacer las cosas.
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