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ANAHEIM El manager de los Angelinos, Mike Scioscia, ha llegado al nivel más alto de su profesión siendo él mismo y pensando con originalidad. Esa manera independiente de pensar podría ser un factor en su 12da temporada al frente de los Angelinos con respecto a la parte final del bullpen. El dominicano Fernando Rodney, quien viene de una campaña de altibajos con los Angelinos, se perfila como el cerrador. A Scioscia le encantaría ver al derecho, quien tiene una recta que alcanza las 90 y tantas millas por hora, prosperar en el rol que le perteneció a Troy Percival, el venezolano Francisco Rodríguez y Brian Fuentes en la última década.
Pero si Rodney falla o se lesiona, no escasearían candidatos para adueñarse de la novena entrada. El veterano Scott Downs, uno de los mejores relevistas zurdos en el juego, llega con experiencia como taponero en Toronto. Scioscia también considera que Kevin Jepsen y Jordan Walden tienen potencial para ser taponeros. "Con los brazos poderosos que tenemos en la parte de atrás del bullpen, siento que va a surgir un cerrador", dijo Scioscia. La juventud podría caracterizar el bullpen de los Angelinos en el 2011, ya que este será integrado por Jepsen, Walden y Michael Kohn con los veteranos Downs y Hisanori Takahashi como complemento.
Matt Palmer, Jason Bulger, Rich Thompson, Francisco Rodríguez, Trevor Bell y Bobby Cassevah podrían ganarse puestos en la parte de atrás del bullpen con un desempeño sólido en los entrenamientos.
Aunque Rodney no les inspiró confianza a los aficionados con su desempeño disparejo en el 2010, en años anteriores ha sido un taponero efectivo. En el 2009 con los Tigres, Rodney encabezó las Grandes Ligas en porcentaje de salvamentos y logró 37 rescates en 38 oportunidades. A principios de la campaña del 2010, sustituyó a Fuentes mientras éste estaba lesionado y retiró a 15 de los 16 bateadores que enfrenté y se apuntó cinco salvamentos. Pero su inhabilidad de mantenerse en la zona de strikes fue su perdición tarde en la campaña y terminó con 14 salvamentos en 21 oportunidades. Si este año vuelve a aparecer el Rodney que se queda atrás en la cuenta y se mete en líos, Scioscia explorará otras posibilidades.
Jepsen, de 26 años, tiene la mentalidad de un cerrador y buen material, incluyendo una recta de 90 y tantas millas por hora. Ya ha hecho cinco presentaciones en la postemporada, con las cuales se ha ganado la confianza de Scioscia en situaciones de mucha presión. Fue en los Juegos Olímpicos del 2008 que Jepsen se estableció como cerrador, ya que ayudó a la escuadra estadounidense a ganar la medalla de bronce. También ha sido eficaz como cerrador en ligas menores. Walden, de 23 años, está verde pero tiene material abrumador. Comenzó su carrera como abridor, pero dolores en el brazo lo entorpecieron y ahora se está familiarizando con el rol de relevista. En septiembre, Walden ponchó a 23 rivales en 15 1/3 entradas con el equipo grande y otorgó sólo siete boletos. Terminó en el tercer lugar en la Liga Americana con 53 lanzamientos que alcanzaron las 100 millas por hora.
Kohn, de 24 años, era jugador de posición y se convirtió en lanzador en la universidad. No tira tan duro como Walden o Jepsen, pero tiene lanzamientos engañosos que han alcanzado las 94 millas por hora y tiende a sacar outs. Kohn tuvo promedio de carreras limpias de 2.11 en 24 presentaciones por los Angelinos la temporada pasada y en ninguna de sus tres temporadas de liga menor ha tenido efectividad por encima de 2.45. Downs, de 34 años, es duradero y parece estar mejorando con la edad, ya que ponchó a 48 rivales en 61 1/3 episodios de labor la temporada pasada. Tiene promedio de carreras limpias colectivo de 2.36 en 262 presentaciones en las últimas cuatro temporadas. En el 2009, logró nueve salvamentos en 13 oportunidades por los Azulejos.
Como vimos cuando Rodríguez era el preparador de mesa de Percival y Scot Shields, ese rol va mano en mano con el de cerrador. Downs parece ser una mejor opción para la octava entrada, pero también pueden acudir a él como especialista si hace falta conseguir un out importante. Takahashi, quien puede lanzar en cualquier rol del bullpen y abrir de vez en cuando, le da el lujo a Scioscia de un segundo zurdo en situaciones cruciales.
Scioscia recuerda una época en la cual los equipos tenían más de un cerrador. Hoy en días los conjuntos acostumbran a definir claramente los papeles en el bullpen y utilizar a un solo taponero. Pero ser creativo y tener a varios lanzadores para el mismo rol puede ser una alternativa poco convencional pero efectiva.
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