Los Ángeles Dodgers iniciaron sus campos de entrenamientos con varias interrogantes alrededor del cuerpo monticular y de la segunda base. El dirigente Joe Torre, que va a su tercera campaña con el club, tendrá que emplearse a fondo para decidir quién será su lanzador del día inaugural entre el joven sensación Clayton Kershaw y Chad Billingsley.
Kershaw, de 21 años, es muy joven para calzarse los zapatos de un as de rotación y, durante la pasada temporada, tuvo marca de 8-8 con efectividad de 2.79, mientras que Billingsley enfrentó problemas de lesiones y mecánica, condición que le coloca un signo de interrogación para ser el líder del cuerpo monticular.
El derecho, de 25 años, terminó con récord de 12-11 y efectividad de 4.03, pero en la segunda mitad fue peor y concluyó en 5.20. Otra incertidumbre que arropa al timonel Torre es quién será el quinto abridor del combinado. El gerente general, Ned Colletti, se esforzó durante la temporada muerta para conseguir varias opciones para ese rol. Están probando al dominicano Ramón Ortiz, Scott Elbert, James McDonald, Carlos Monasterios, Eric Stults, Russ Ortiz y Josh Towers, además de cualquier relevista que pueda impresionar en los entrenamientos y tenga condición para abrir partidos.
Los problemas de los Dodgers no terminan ahí. Otro inconveniente es en la segunda base al dejar partir al intermedista tres veces Guante de Oro, Orlando Hudson, quien perdió su puesto en la postemporada del veterano dominicano Ronnie Belliard.
Sin embargo, Belliard, de 34 años, no puede ser el intermedista titular de un conjunto de primera línea porque ya sus mejores años pasaron en las Grandes Ligas. Al parecer, la organización le dará el chance al novato Blake Dewitt y tendrá a Belliard a sus espaldas ante cualquier eventualidad durante el transcurrir de la temporada. Pero estas tres interrogantes antes expuestas parecen que no amilanan a la gerencia de los Dodgers. La organización vuelve a apostar a que su cuerpo de relevistas obtendrá el mejor porcentaje de efectividad de todas las Mayores, como sucedió la pasada estación cuando terminaron en 3.14.
Además, esperan conseguir un quinto abridor de la larga fila de opciones y poner a Dewitt en el segundo cojín. En lo que falló el tacto del equipo californiano fue en no ir a la agencia libre o buscar vía cambio a un as para su rotación abridora.
Oportunidad.
El quipo de los Dodgers tiene problemas estructurales, pero los demás conjuntos de la División Oeste de la Liga Nacional están en peor condición. Y es que Colorado, San Francisco, Arizona y San Diego no tienen herramientas sólidas para competir con los dirigidos por Torre. Sin embargo, en la postemporada pasará lo mismo que en anteriores estaciones y los Dodgers se quedarán en el camino, a menos que busquen las piezas que le hacen faltan: dos abridores de calidad y un bateador de poder que pueda proteger al veterano jardinero Manny Ramírez, quien está llamado a ser el líder de la la franquicia.
Manny Ramírez: el hombre ofensivo
Manny Ramírez, de 37 años, va a su última temporada con los Dodgers de los Ángeles, después de aprobar su cláusula de 20 millones de dólares para continuar con la organización.
Ramírez se perdió 50 partidos la pasada campaña por dar positivo al uso de sustancias prohibidas. La suspensión fue el 7 de mayo. El jardinero participó en 104 encuentros y bateó para promedio de .290. Además, disparó 19 cuadrangulares, remolcó 63 vueltas y se ponchó en 81 ocasiones, en 352 apariciones al bate. Ramírez manifestó que quiere terminar su carrera como bateador designado, lo que define que esta será su última campaña con los Dodgers y por ende en la Liga Nacional. El jardinero pasaría a la Liga Americana a terminar su historia en el béisbol.
Escrito por: HANSEL D. MATTHEWS
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