JUPITER, Florida Hanley Ramirez llegó a los campos de entrenamiento y lamentó haber abandonado la finca que tiene en República Dominicana, aunque está ansioso por conducir a los Marlins de Florida a los playoffs. Sentado frente a su casillero, Ramírez mostró el martes fotos de su finca. Dijo que tiene gallinas, cabras y vacas, y también contará con una piscina, áreas para descansar y cinco habitaciones.
El campeón de bateo de la Liga Nacional diseñó la finca como su casa para vacacionar en su país natal, pero pasó poco tiempo allí este invierno porque estaba en Santo Domingo entrenando cinco días a la semana. "Le decía a mis compañeros que no es fácil ser uno de los mejores en este juego", señaló el torpedero. "Es un compromiso, como cuando uno se casa. Hay que concentrarse".
El año pasado, Ramírez llegó a los campos de entrenamiento de los Marlins con 25 libras (11 kilos) más de peso, la mayoría músculo gracias a un exigente programa de ejercicios en las vacaciones. Luego bateó .342 con 106 anotaciones remolcadas, ambas marcas personales en su carrera, y ganó su primer título de bateo. En este invierno se concentró en tonificar la parte baja de su cuerpo, y el martes se reportó a los campos de entrenamiento ansioso por llegar a los playoffs por primera vez. "Me siento mejor ahora", afirmó Ramírez. "Tengo más energía". Eso podría generar temor entre los pitchers de la Nacional.
En sus primeras cuatro temporadas en las Grandes Ligas, Ramírez acumula 771 hits, 470 carreras, 103 cuadrangulares y 164 bases robadas. Sólo tres campocortos llegaron a 100 jonrones más rápido que él. Tiene .316 de porcentaje de bateo en su carrera, y .531 de porcentaje de slugging. "Increíble", dijo el manager de los Marlins, el cubano Fredi González. "Bueno, no increíble, porque sabemos lo talentoso que es. Ahora lo único que tiene que hacer es mantenerlo (su nivel de juego), y en 10 años estaremos hablando de él como de Albert Pujols y esos señores".
La temporada pasada, Ramírez quedó detrás de su compatriota Pujols en la selección del Jugador Más Valioso de la Nacional, y en los últimos dos años ha participado en el Juego de Estrellas como titular. A pesar de la aversión que tienen los Marlins por los contratos a largo plazo, obtuvo uno por seis años y 70 millones de dólares, el cual comenzó la campaña pasada.
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