JUPITER, Florida
Hanley Ramírez ya tiene varias facetas en su vida, hasta ranchero ahora. El dos veces participante en el Juego de Estrellas es la cara de la franquicia de los Marlins. El torpedero de 26 años de edad es el primer integrante de la Florida en ganar un título de bateo, y en general se ha convertido en uno de los mejores peloteros del mundo. En el 2009, el dominicano terminó segundo en las votaciones para Jugador Más Valioso de la Liga Nacional, superado sólo por su compatriota Albert Pujols.
En el terreno, es una figura bien pública. Pero fuera de él, le gusta escaparse de todo. A unos 35 minutos de su casa en la República Dominicana, Ramírez construye un rancho que tendrá todas las comodidades de un resort de lujo, tales como una gran piscina y chacuzzi. "Es para las vacaciones", dijo Ramírez. "Tiene de todo-pollos, chivos, vacas." Hanley hasta viste un sombrero marrón, estilo vaquero. Por ahora, no se ha puesto las botas que irían con ese vestuario, pero montó caballo-de manera estática-en su nuevo lugar para descansar. Hasta le ha dado un apodo a la finca, "H2R", que tiene también en la placa de su vehículo. Dice Ramírez que en un par de años, el racho será su hogar tiempo completo.
"Aún no se ha terminado", afirmó Hanley. Ramírez ya llegó a los entrenamientos de los Marlins, listo para empezar la tercera temporada de un contrato de seis años y US$70 millones. Viene de encabezar la Nacional con promedio de .342, además de conectar 24 jonrones, empujar 106 carreras y anotar 101. También se mostró generoso fuera del terreno, dando su bono por terminar los Marlins en el segundo lugar del Este (US$10,424) a su compañero de equipo, compatriota y buen amigo Leo Núñez. Ramírez no sólo ganó el título de bateo, sino también que conquistó su segundo bate de plata en forma consecutiva, y si repite como campeón de bateo, se convertirá en el primer jugador de la Liga Nacional en hacerlo desde que lo logró Larry Walker en 1998-99.
El receptor de los Mellizos, Joe Mauer, lleva dos títulos de bateo consecutivos en la Liga Americana. En el 2009, Mauer bateó .365, y si no hubiera sido por una mala racha de Ramírez en la recta final, el quisqueyano pudo haber estado en la pelea por el mejor promedio de Grandes Ligas. "Quiero ser más consistente", dijo Ramírez. "Pude haber bateado .370, pero ese último trecho (me hizo daño). "El año pasado ya pasó. Al final fue difícil. Es un año nuevo", continuó el torpedero. "Mis piernas están más fuertes. Me asusté con la corva. De repente decidí entrenar las piernas."
Ramírez reconoce que se cansó al final del 2009, luego de sufrir leves lesiones en la corva y el cuádriceps. En total jugó en 151 partidos, su menor cantidad desde que llegó a los Marlins en el 2006.
Entonces, una meta era fortalecer las piernas. Así lo hizo en la República Dominicana, entrenando de lunes a viernes, y pasándose los fines de semana en el rancho H2R.
"Hice mucho con la parte inferior de mi cuerpo", afirmó Hanley. "Creo que lo necesitará al final de la temporada. Quería agregar algo nuevo. Se me acabó la gasolina al final de la campaña." Además de agregar fuerza, Ramírez hizo muchos ejercicios para la agilidad. "Todo lo que necesitas para fortalecer la parte inferior del cuerpo", dijo Ramírez. Como jugador, necesitas eso para todo. Para lanzar. Para jugar defensa. Para correr. Todo. "No he corrido últimamente. Me siento un poco más pesado, pero estamos apenas comenzando. Para el Día Inaugural, estaré listo."
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