PEDRO FELIZ SE SIENTE COMODO EN ASTROS

HOUSTON

Pedro Feliz nació, creció y se desarrolló amando el béisbol. En Azua, República Dominicana, no tenía otra cosa que hacer que irse a la plaza del barrio, agarrar un bate y pegarle a una pelota teñida por el polvo que se levantaba en el improvisado "diamante" por las brisas que se escapaban inquietas del mar. Era un viento que acariciaba los rostros inocentes de los chiquillos que no soñaban con otra cosa que llegar a ser jugadores de Grandes Ligas. Y es que en quisqueyano el deporte de la pelota se lleva bien metido en la sangre. Es el deporte nacional, la religión, el pan de cada día, no hay un niño allá que no lo haya jugado jamás. Los pequeños antes de caminar ya andan con un bate en la mano tratando de pegarle a una pelota y antes de entrar a la escuela, ya han decidido ser uno más de los dominicanos que logra llegar a la liga profesional estadounidense. 

Feliz tuvo un día ese sueño y gracias a Dios, como él dice, lo pudo cumplir. En su undécima temporada en las Mayores, con la madurez que se alcanza de tanto correr de base en bases, acepta que hoy disfruta su carrera más que nunca. 

Al final se verá
A sus 35 años, siente todavía el fuego en el alma por jugar. Ama este deporte como a nada y estar en Houston le ha dado una inyección de valentía para luchar por este equipo en donde ya se siente como en casa. Y su "juventud" la demuestra con hechos al ser el único Astro que ha jugado todos los partidos de la temporada. El versátil caribeño comenzó en la primera base, pero con el regreso de Lance Berkman se movió a la tercera almohadilla, su posición habitual aunque también ha jugado en otras ocasiones en el jardín izquierdo. 

Defensivamente ha sido un plus para la escuadra houstoniana y en ofensiva se ha mantenido entre los primeros lugares de carreras impulsadas con cinco y en hits con 12. Después de este fin de semana, Feliz subió su promedio a .262 y ha sido decisivo en varias victorias del equipo, como la reciente ante los Cachorros de Chicago cuando un elevado de sacrificio suyo impulsó la carrera del triunfo por 3-2.

"Me siento bien, el equipo se siente bien, vamos por buen camino", dijo antes del comienzo de la serie ante los Marlins (2-1). Este todoterreno, al que lo impulsó la pobreza y el hambre por figurar, está hecho de un material irrompible del que Houston sacará mucho provecho... 

¿Hasta ahora que es lo que te ha hecho más feliz en Houston?
La relación que vamos construyendo con los muchachos y la ciudad me gusta bastante. Creo que es algo que hay que darle las gracias a Dios de estar en un sitio así. La verdad es que me voy sintiendo más cómodo cada día con el grupo.

Tú rendimiento también va mejorando, ¿cómo te sientes para esta temporada?
Me siento bien, pero no siempre que uno se siente bien, le salen las cosas como uno quiere, lo que hay es que seguir trabajando y tratando de mejorar cada día. 

¿Cuáles son tus metas este 2010?
Como siempre llego, ganar y ver a mi equipo entrar a "playoffs" y dar el cien por ciento cada día para ayudar a mi equipo. Ahora veremos si podemos lograr eso. 

¿Cómo sientes la temporada para Houston?
Apenas empezamos y tenemos que saber que no es como se empieza, sino como se termina. Lo que hay que hacer es seguir luchando y trabajando fuerte, tenemos buen equipo y todos los equipos pasan por esas rachas. Si lo pones del lado bueno, hay que darle gracias a Dios que está pasando temprano en la temporada y no al final. 

¿Qué fue lo que te animó a venir a Houston?
Este es un equipo que siempre tiene una buena perspectiva de entrar a postemporada y ser un equipo ganador. Ya lo ha hecho anteriormente, porque no verlo así para un futuro y saber que son un buen equipo, que siempre juegan para ganar y ahora que estoy aquí me siento bien contento de haber venido. Creo que cada equipo tiene su mentalidad de ganar y aunque no siempre sale todo el tiempo, y al final es uno solo el que sale ganador de 30, lo que hay que seguir es dando el máximo y al final de temporada se verá lo que hay. 

¿Qué crees que hay que hacer para mejorar ofensiva?
Uno se siente bien, el equipo se siente bien, no siempre sale como uno quiere, es cosa de tiempo, son 162 partidos y faltan muchos por jugar, cada uno va a aportar y ya se verán los resultados. 

¿Te gustaría quedarte en Houston?
Me siento bien aquí y si me puedo quedar el resto de mi carrera me quedaría, es buen equipo. 

¿Pensaste que el sueño de jugar en GL iba a ser tan bonito o se pasó de jonrón?
Sí, fue un jonrón. Cuando llegué fue muy diferente a lo que pensaba cuando uno está allá y comienza a soñar y no ha llegado a este lado. Ese es el mensaje que uno le puede dar a los jóvenes, que ellos lo pueden vivir también, siempre y cuando tomen el tiempo y le den la dedicación necesaria al juego y lo jueguen cómo se debe y tratan como se debe. 

¿Qué es lo más lindo que el béisbol te ha dado?
Toda mi carrera, que ha sido una carrera que me hace sentir orgulloso de mi mismo de llegar hasta donde he llegado, algo que es para no olvidar nunca y que le va a quedar a mi familia. 

¿Hasta cuándo piensas jugar?
Hasta que mi cuerpo dé. Por ahora lo que siento es hambre de seguir jugando, quiera Dios que pueda quedarme mucho más. Me gusta mucho el juego y eso es lo que me tiene ahorita aquí. Todavía no ha llegado el momento de decir que no quiero seguir, me siento bien física y mentalmente. Hasta que me dieran dar trabajo seguiré trabajando. 

¿Eres un hombre feliz?
La verdad que sí, siempre lo he sido, y siempre lo he dicho, no hay manera de decir que no. Hay que darle gracias a Dios por todo lo que le ha dado, principalmente la vida, con eso ya tienes todo para ser feliz.

Pedro Feliz firmó por un año con los Astros de Houston en diciembre del 2009, luego de no renovar con los Filis de Filadelfia. En el 2009 participó en 158 juegos, bateó 154 hits y 12 jonrones e impulsó 82 carreras para un promedio de .266. 

 Por Tay Polo Miranda / Especial para AstrosdeHouston.com