Dionicio Soldevilla

Esto lo escribio Dionicio Soldevilla para la semana deportiva... Yo lo comparto

-Isla Margarita, Venezuela.- Los Leones del Escogido comenzaron ganando su primer partido de la Serie del Caribe del 2010.

Es su primer triunfo en 18 años en una Serie del Caribe, evento que han ganado en dos ocasiones en su historia. El Escogido ha ido a cinco Series del Caribe y esta es su sexta, pero la realidad es que ya la Serie del Caribe no es ni la sombra de lo que una vez fue. La Confederación del Caribe tiene, no debe o puede ni nada por el estilo TIENE que hacer cambios drásticos en el formato, fecha y en todo lo que tiene que ver con el evento o de lo contrario perecerá y muy pronto.

La Serie del Caribe es un torneo de campeones regionales. Se ha querido vender como un asunto de países, pero la realidad es que no lo es. Solo el campeón dominicano juega con una camiseta de país, todos los demás lo hacen con la franela del conjunto campeón. Por eso, en este evento, no se habla de Venezuela sino de Leones del Caracas; nadie toca a México sino a los Naranjeros de Hermosillo y no hablamos de Puerto Rico sino de Indios de Mayagüez.

El gran problema que tiene este evento es que los peloteros no quieren venir a jugar a la Serie del Caribe.

Hace siete años hablábamos de Miguel Tejada, Miguel Cabrera, David Ortiz, Johan Santana, Vinny Castilla (el bueno de Grandes Ligas no el viejo que está aquí ahora), Roberto Alomar, Carlos Delgado y muchos otros nombres. Es verdad que hay muchos novatos prometedores, es cierto que hay competitividad, pero también es verdad que cada vez menos personas se interesan por el producto que los organizadores están ofreciendo. La fecha del torneo no es conveniente, principalmente porque terminando la Serie del Caribe, ahí mismo comienzan los entrenamientos de primavera y los peloteros prácticamente no tienen ni tiempo de armar sus maletas o despedirse de sus familias antes de viajar a los Estados Unidos.

Si no se hace algo pronto, éste es un evento que podría terminar muriendo y creando un vacío enorme y de todo nivel en el béisbol invernal que culmina con un torneo que supuestamente culminaba con éxito una campaña de béisbol de calidad.

¿Pero de qué sirve la Serie del Caribe cuando los equipos campeones en cada país son 20 veces mejores que los que se llevan a la llamada Pequeña Serie Mundial Caribeña?

Eso no tiene sentido-.