En sus primeras temporadas después de la reconstrucción del ligamento cubital con la cirugía Tommy John, el zurdo dominicano de los Mellizos de Minnesota perdió contacto con su silder, uno de los más temidos e imbateables lanzamientos en las Grandes Ligas. En su cuarto receso de temporada desde la operación, Liriano pudo finalmente recuperar la habilidad y soltarlo con precisión. Por primera vez en mucho tiempo, el impacto estaba en el slider y no en su codo. Cuando lanzó en la liga invernal en República Dominicana en el receso de las mayores, Liriano comenzó a percibir la potencia de lanzador estelar que tuvo en el 2006, y no la fuerza novel de las tres campañas anteriores que parecieron perdidas sin su lanzamiento favorito.
Tuvo foja de 3-1 con un promedio de 0,49 de efectividad en siete apariciones de postemporada con el equipo Leones del Escogido, incluyendo una actuación sin hit y 10 ponches en una obra maestra de cinco episodios en el partido por el campeonato. "Eso fue lo que pensé, ya lo tengo", manifestó Liriano en el Festival de los Mellizos en enero. "Esta es la manera en que yo sé como lanzar. Sin preocuparse de nada, de ningún bateador. Simplemente subir a la lomita, lanzar strike en el primer lanzamiento y encontrar mi bola rápida". Calcula que su bola rápida estaba llegando a 95-96 millas por hora. Pero la cuestión principal era recuperar su slider de nudillos, y su confianza creció con ese logro. "Si lo consigue y mantiene la confianza, podría ser ese verdadero número uno que todo equipo necesita", consideró el primera base Justin Morneau. Mientras los lanzadores y receptores de los Mellizos se reportan para el entrenamiento de primavera en la localidad de Fort Myers en el estado de Florida, el equipo y Liriano esperan que su desempeño con la bola sea un anticipo de su situación en la temporada venidera. "Solamente hay que esperar a ver cómo le va a aquí", dijo el piloto Ron Gardenhire. "Una cosa es lanzar allá y otra lanzar aquí. Pero los informes dicen que está lanzando muy bien la pelota. Podría ser uno de esos ases bajo la manga si puede recuperarse y rehacerse, mantener el brazo firme y la bola flexible".
Después de un registro de 12-3 con una efectividad de 2,16 en el 2006, Liriano tuvo problemas en el brazo y no jugó en todo el 2007 por la cirugía que le reconstruyó el ligamento. En el 2008 se fue de 6-4 con un promedio de 3,91 pero no tuvo la misma eficacia en la bola rápida ni el quiebre en el slider. El año pasado fue incluso peor. Tuvo una foja de 5-13 con una media de 5,80 ERA, lo cual dudar a algunos en su recuperación. Al lanzar con fuerza desmedida a bateadores rivales en busca de recobrar terreno resultó agotador. "Creo que exageré las cosas el año pasado tratando de mejorar", explicó Liriano. "Creo que estaba cansado y mi cuerpo estaba muy cansado".
El panorama empezará a clarear el lunes, cuando Liriano empiece a enfrentar a bateadores de las mayores.
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