WASHINGTON Cuando se acabaron las celebraciones, Ubaldo Jiménez se encontró trabajando. Claro, el dominicano celebró en grande su juego sin hit ni carrera ante los Bravos. Compartió una botella de champaña con sus compañeros de equipo. Tres lanzadores-el venezolano Rafael Betancourt, el mexicano Jorge de la Rosa y el panameño Manuel Corpas-y el cátcher quisqueyano Miguel Olivo, quien estuvo en la receptoría para el no-hitter, lo llevaron a cenar bien tarde. Betancourt se ofreció para pagarlo todo. Después de todo eso, al día siguiente Jiménez le preguntó al personal del hotel en Atlanta dónde podía correr. "Corrí seis millas", dijo el derecho. "No había nadie en la calle. Eran las 6:30 (de la mañana)."
Jiménez, de 26 años de edad, le dio su uniforme entero a un oficial de MLB para que vaya al Salón de la Fama de Cooperstown. "Tienen mis medias, eso sí", dijo Jiménez. Aunque el quisqueyano está contento con su hazaña, ya piensa en su próxima apertura, el jueves en la tarde en Washington.
"He estado con confianza todo el tiempo", dijo el lanzador. "Quiero seguir haciendo lo mismo.
"Es algo que Dios me dio la oportunidad de hacer una vez en la vida, probablemente dos. No sé cuándo. No es algo que vaya a pasar todos los días."
Al manager de los Rockies, Jim Tracy, no le molestaría que Jiménez pensara en otro no-hitter. "Este es el tipo de pitcher que en el transcurso de su carrera podría llevar un juego sin hit al séptimo u octavo inning tres, cuatro veces más", dijo el capataz. "Oh sí, es bien capaz de eso." Por eso fue importante correr por la mañana. En el Clásico Mundial de Béisbol del 2009, el ídolo de Jiménez, el también dominicano Pedro Martínez, lo aconsejó, viendo la fílmica de Jiménez mientras esperaba para firmar con los Filis. Martínez aboga por unas corridas largas después de lanzar, para romper el ácido lácteo en los músculos. "No es él solo", dijo Jiménez. "He visto a los pitchers veteranos con mucho tiempo en Grandes Ligas. Es lo que hacen.
"Fuimos a San Diego par de veces", continuó el derecho. "Y Trevor Hoffman, lo vi corriendo todo el tiempo. Trato de aprender de ellos."
Jiménez está bien motivado, pero también tomó un tiempo para disfrutar su gran hazaña.
"Es como un sueño maravilloso", dijo Jiménez. "Haya sido realidad o sueño, fue maravilloso."
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