Generalmente es fácil decir quien es bueno en el béisbol. No se necesita ser un científico que lance cohetes para darse cuenta que el promedio de .365 de Joe Mauer el año pasado fue tremendo, especialmente para un receptor. De igual forma, mucha gente puede reconocer la grandeza en los 46 jonrones de Prince Fielder, la efectividad de 2.16 de Zack Greinke o los 261 ponches de Tim Lincecum.
Sin embargo, como fanáticos del béisbol, nacimos con el deseo de discutir por quien es mejor jugador que quien, y esos números no nos ayudan a una comparación fácil. Mauer no tiene ERA, porque no es lanzador. A los Gigantes no les importa que Lincecum haya fallado en conectar un jonrón el año pasado. Incluso comparar jugadores ofensivos con otros bateadores puede ser un problema; Fielder podría ser un desastre en el campocorto, así que comparar sus números con los de Troy Tulowitzki sería como comparar una gran manzana contra naranjas.
Debemos dar gracias que ahora tenemos una medida que permite la comparación entre jugadores de posición, e incluso entre lanzadores y bateadores, totalizando todas las cosas que cada uno de ellos hace para llevar a un equipo a la victoria, sin importar cual sea su talento particular. Bateadores, defensores, lanzadores -- todo el mundo es medido con la misma vara. Por eso es que amamos la medida de las Victorias Por Encima del Reemplazo (WAR por sus siglas en inglés).
La evidencia
El WAR es bastante simple en teoría. La idea es tomar la contribución total de un jugador a crear carreras (bateo y corrido de bases), al igual que como las que evita (pitcheo y defensiva), y entonces se comparan esos totales con lo que un equipo podría esperar si gastaran el mínimo de la liga en algún jugador al azar disponible en Triple A (el llamado "jugador de reemplazo").
Al medir todas las contribuciones por el valor de carreras que crean (o salvan), podemos medir cosas que están en escalas ampliamente diferentes, como ponches y cuadrangulares. Por ejemplo, un sencillo vale, en promedio, media carrera, una base robada vale 0.2 carreras, y un ponche evita aproximadamente 0.3 carreras. Así que, si Derek Jeter se va de 4-2 con dos sencillos, una base robada y dos ponches en un juego en particular, entonces él creó aproximadamente 0.6 carreras en ofensiva.
Debido a que cada acción en el terreno afecta la anotación de carreras en un grado u otro, nosotros podemos comparar ese total contra otras actuaciones de jugadores, incluso si no consiguen sencillos, bases robadas o ponches. Por ejemplo, si Mark Teixeira se va de 4-1 con un cuadrangular en ese mismo juego, entonces él habría creado un valor ofensivo similar al de Jeter, aún cuando tuvo un hit menos e hizo un out extra más. Su cañonazo fue más impactante que cualquier otra cosa que pudiese haber hecho su veloz compañero, y la compensación entre cantidad y calidad esencialmente se cancela.
Podemos aplicar este concepto a todos los aspectos del juego, no solo a la ofensiva. Cada out creado por un lanzador o un defensor también salva carreras, y una vez traducimos esos números a un total de carreras salvadas, podemos entonces comparar esos números entre las diferentes posiciones.
Sin entrar en todos los cálculos -- pueden encontrar una serie de 14 partes en profundidad que explica como se calcula el WAR en el glosario en FanGraphs si eres curioso -- entonces el WAR toma esos valores totales de carreras salvadas y creadas, los ajusta por la relativa escasez entre las diferentes posiciones, y convierte las carreras en victorias sobre lo que un equipo podría esperar si ese jugador se lesiona y tiene que ser reemplazado por algún jugador veterano de liga menor o un jornalero sustituto de la banca.
Ese tipo es la base porque representa el valor esperado que podría tener por ningún costo real. Por ejemplo, hace un año los Marineros firmaron a Mike Sweeney con un contrato de liga menor y le dieron un trabajo a tiempo parcial como bateador designado contra lanzadores zurdos. No se ganó ningún dinero real, produjo una fracción de una Victoria por Encima del Reemplazo, y ahora está buscando trabajo nuevamente. En este punto en su carrera, Sweeney es el epítome de un jugador de nivel de reemplazo. No cuesta nada, produce en un nivel bueno, lo suficiente como para mantenerse activo pero sin ser demasiado útil, y pasa de equipo a equipo buscando trabajo cada año.
En la realidad, el WAR podría ser llamado "Victorias por Encima de Mike Sweeney", debido a que jugadores como él con la base contra la que todos los jugadores se comparan.
La Conclusión
Bill James una vez dijo que si alguna medida siempre daba resultados sorpresivos, probablemente es que sea erronea, y si nunca daba resultados sorpresivos, entonces es inútil. El WAR tiene éxito de forma maravillosa en esto. Por ejemplo, en el 2009, parea bastante bien con los jugadores que se espera que sean los mejores (Zack Greinke, Albert Pujols, Tim Lincecum, Joe Mauer) y los peores (Yuniesky Betancourt, Jose Guillen, Aubrey Huff) mientras nos sorprende lo suficientemente bueno para ser util (la sorprendentemente sobresaliente temporada de Ben Zobrist, el declive de Jermaine Dye).
Es clara la razón por la que el WAR es la mejor manera de evaluar a los peloteros. Separa la contribución individual de los jugadores, dándoles crédito por lo que ellos producen en el terreno. El nivel de reemplazo es una buena base que muestra como realmente funciona el mercado del béisbol, lo que le permite a los equipos y a los fanáticos el evaluar mejor los contratos y los cambios. Además toma en cuenta todos los aspectos del juego de un jugador de posición en vez de solo sus fortalezas y debilidades obvias. Y finalmente, es medido en la escala de las victorias, por lo que cada fanático puede entender lo que es en última instancia el objetivo de jugar el deporte en primer lugar.
Por Mat Klaasen y Dave Cameron
FanGraphs.com
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