Esto fue escrito por Hetor J. Cruz para lasemanadeportiva.com. Estoy totalmente deacuerdo con él, muchos decean encontrar alguan defecto en la pasada serie final, tratando de minimizar lo bien que se jugo y lo disciplinada que fue la competencia entre Loenoes y Gigantes. Esta es la columna del Sr. Cruz.
Es mucha la gente que busca la manera de minimizar el impacto de la serie final de ete invierno entre Gigantes y Escogido, campeonato que culminó anoche con la victoria de los rojos de la capital. ¿ Por qué decir que esta serie ha sido pálida, que no ha tenido las dimensiones, por ejemplo, de las más recientes finales entre Licey y Aguilas? Ciertamente no son comparables bajo ningun concepto pues estos dos clubes, azules y amarillos, han concitado una enorme fanaticada, con un fervor increíble que se manifiesta por todos lados.
¿Cuáles cosas buenas tuvo esta larga serie de nueve juegos? Oh, lo principal es que sigue creciendo la franquicia de los Gigantes, en calidad y en cantidad de aficionados, y esa es una buena noticia.
Ellos tienen tres finales en pocos años, y eso los fortalece como institución .. De parte del Escogido, los nuevos dueños, encabezados por Luis Manuel y José Miguel Bonetti, han logrado revivir un muerto, no solo en cuanto al equipo..También le han dado vida a una abundante fanaticada, que hace tiempo se había alejado de los estadios porque su club “la daba verguenza”. Este invierno se dejaron ver, y lo han gozado en grande..¿Aspecto positivo? El Escogido ha regresado a los primeros planos , y los Gigantes siguen en crecimiento.
De los árbitrosOtro aspecto interesante de esta final es que pudo desarrollarse sin problemas con el arbitraje luego de enfrentar situaciones traumáticas en el round robin, que culminaron con la renuncia de cuatro jueces extranjeros, los cuales marcharon de regreso a Estados Unidos. Todo ello fruto de muchas polémicas y protestas, los dos managers del Licey terminaron sancionados, uno por dos años (Dave Jauss), y el otro en forma indefinida (José Offerman).
Lo más impresionante es que, fruto de un “acuerdo de cordialidad y fraternidad” entre los dos equipos participantes, la serie se desarrolló sin ninguna dificultad, las protestas y los shows fueron mínimos, y el final fue feliz.¿Cómo pinta eso a futuro? Bueno, creo que deberán continuar contratando a los americanos (a otros, naturalmente), pero deben fortalecer los programas de formación para los criollos, incluso colocarlos detrás del plato con más frecuencia a partir del próximo torneo.Es la única forma de mejorar.
Los ausentesCuando hice mi enfoque de lo que sería la serie final ofrecí al Escogido ligeramente favorito, señalando que el clásico sería largo, tal vez a 9 juegos..Pero, me cuidé mucho de recordar que habría ausencias claves de jugadores, que partirían al beisbol de Asia o que serían parados por sus organizaciones de liga mayor, y así ha sido. Solo les cito un par de casos de mucha influencia. De parte del Escogido, la partida del pitcher Edward Valdez les quitó un lanzador de mucho dominio en el round robin y en la final, aunque eso no tuvo incidencia en los resultados del club porque tenian abundancia.. En los Gigantes sí hubo una caso en extremo importante, la partida del lanzador Aquilino López..
Resulta que ese equipo se lanzó a la final solo con dos lanzadores confiables, José Capellán y Aquilino, pues el resto era pura lotería. ¿Qué sucedió? Que Aquilino se fue, y eso desbarató por completo la dinámica que venia siguiendo el manager Felix Fermin...Tuvo que jugársela con Capellán para el 8vo. choque, pero eso los dejó sin pitcher para el 9no juego, el de anoche...
En definitiva, la ausencia de un solo hombre pudo haber decidido la serie, no era lo mismo Aquilino el miércoles y Capellán, totalmente descansado, para el último día, en casa..
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