Aunque sabe que no estará preparándose para el Día Inaugural con el resto de los Rojos de Cincinnati, el dominicano Edinson Vólquez no deja de sonreír en los entrenamientos del equipo. Vólquez se encuentra en plena rehabilitación de una cirugía Tommy John que se le practicó en agosto. Tiene la cicatriz con la forma de una "L" como muestra. "Es mi tatuaje", bromeó Vólquez en el clubhouse de los Rojos. El derecho fue uno de los primeros en llegar a las nuevas instalaciones de los entrenamientos de los Rojos en Goodyear, Arizona.
Mientras los demás pitchers preparan sus brazos para lanzar en abril, Vólquez tiene como meta volver a tirar en un partido de Grandes Ligas después del Juego de Estrellas. Pero ya comenzó las sesiones de tiros de hasta 130 pies. "Me dijeron que sentiría algo aquí (en el antebrazo), pero no siento nada ahí", dijo el quisqueyano. "Todo ha ido muy bien.
"Simplemente puse en mi mente que tengo que tomar un descanso para darme tiempo para estar de regreso en Grandes Ligas. No tengo prisa ahora mismo." La última vez que Vólquez lanzó en la Gran Carpa el 1ro de junio en San Luis, cuando tiró un solo inning. Y eso fue cuando acababa de salir de la lista de lesionados con espasmos en la espalda. Después de ser una revelación con Cincinnati y ganar 17 partidos en el 2008, Vólquez apenas hizo nueve aperturas el año pasado. Tuvo marca de 4-2 y efectividad de 4.35.
Luego de la temporada regular del 2009, Vólquez se quedó en Cincinnati durante un mes para continuar su rehabilitación. La mayor parte del invierno estuvo en la República Dominicana, trabajando con el trainer Carlos Acevedo en la academia de los Rojos.
"Me trabajó mucho, cinco días a la semana", dijo Vólquez. "Empezaba a las 10 a.m. y terminaba a eso de las 2 p.m. Perdí 18 libras. Pesaba 240, ahora estoy en 222. Tengo que comprar ropa nueva."
En los fines de semana, Vólquez iba a la playa o pasaba el tiempo con su familia o jugando dominó con los amigos. También asistió a tres juegos de la Liga Dominicana.
"Solamente tres partidos", dijo Vólquez. "Estuve alejado del béisbol y no quise tener eso en la mente. Fui con mis amigos. "Una vez estuve para ver lanzar (a su compañero de los Rojos, Francisco Cordero). Estuve sentado detrás del dogout y me dije, 'Oh, quiero estar allí.' Estaré allí." Pero falta algo para eso. A esta altura, Vólquez está realizando tiros largos durante unos 12 o 13 minutos cada dos días. No se ha determinado cuándo lanzará desde un montículo.
"Me siento muy bien. No siento dolores, nada", dijo el derecho. "Quisiera ver al equipo en buena posición cuando vuelva. Quiero que compitamos con los demás. Eso es lo que quiero."
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