Pedro Guerrero, Mario Melvin Soto, George Bell, Joaquín Andujar, Tony Peña, Julio Cesar Franco y Juan Samuel conformaron en ese mismo orden de llegada, el primer “Club de Millonarios Dominicanos” en el béisbol de las Grandes Ligas.
Como pioneros de este selecto primer grupo de quisqueyanos en ingresar al círculo de millonarios en el llamado Big Show quedan registrados para la historia de manera simultanea tanto Guerrero como Soto. Guerrero, fue uno de los principales cañones ofensivos de los Dodgers de Los Ángeles en su época, bateando con poder y promedio, mientras que Soto dominaba el escenario monticular siendo un recio tirador en un periodo donde era el as de los Rojos de Cincinnati.
Estos dos jugadores, coincidencialmente firmaron en 1984 contratos de cinco años con salario anual de un millón 400 mil dólares para el primero y un millón 200 aproximadamente para el segundo.
Andujar con los Cardenales de San Luis, había terminado un acuerdo de tres años que le reporto cerca de un millón 300 mil dólares. En 1988 pacto con los Astros de Houston por algo menos de esa cifra.
Guerrero se vanagloriaba ser el mejor pagado del grupo hasta que George Bell y su agente Randy Hendrick llegaron a un acuerdo con los Azulejos pocos minutos antes comenzar la audiencia de arbitraje.
Un día como hoy en 18 de febrero de 1988 hizo historia el toletero dominicano George Bell, quien el año anterior impuso nuevas marcas de cuadrangulares para latinos en las mayores con los Azulejos de Toronto.
Bell se convirtió en el pelotero latinoamericano mejor pagado en las Grandes Ligas al firmar contrato por dos años con el equipo canadiense por un monto de 3.8 millones.
El salario de Bell, era superior al devengando por el zurdo mexicano Fernando Valenzuela, de los Dodgers, que hasta esos momentos también presumía de ser el mejor pagado entre los latinos.
Además, esta contrato de casi cuatro millones estaba por encima del sueldo que devengaba su compañero de equipo Jesse Barfield, quien hasta ese entonces había sido el jugador de los Azulejos mejor pagado desde que surgió la franquicia en 1977.
George Bell en la explosiva temporada de 1987 había eclipsado los 46 vuelacercas producido en 1961 por el boricua Orlando –Peruchin- Cepeda.
El criollo pegó 47 cuadrangulares, con 134 remolcadas (record para latino en la Liga Americana) y termino con promedio de 308 para merecer el premio de Jugador Más Valioso.
Por Rafael Baldayac CARTELDEPORTIVO.NET
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