GOODYEAR, Arizona El lanzador de los Rojos Edinson Vólquez estaba en su natal República Dominicana cuando acudió a un juego de béisbol simplemente para ver a su compañero de equipo Francisco Cordero lanzando en la liga invernal.
Vólquez no pudo lanzar después de la cirugía de Tommy John con la que acabó la temporada pasada, pero dijo que extrañó a sus compañeros más que pitchear. Así que vio a Cordero después del juego y el veterano le dijo a Vólquez que se mantuviera optimista, que los entrenamientos de primavera estaban apenas por comenzar.
Aunque todavía no participa en todas las mismas actividades de sus compañeros y que se espera que la rehabilitación tome todo un año, Vólquez dijo el sábado que está contento de estar con el equipo en la pretemporada en Arizona.
"Sigo todavía aquí con el equipo, me siento parte del equipo", dijo. "Estoy con mis colegas. Tengo tiempo con ellos aquí, saludo a todos y me hacen sentir feliz".
Es difícil perder de vista a Vólquez en las instalaciones de los Rojos. Es un foco de atención del club, conversando tanto en inglés como en español. Cuando los pitchers cambiaban de posiciones de fildeo en los entrenamientos del jueves, Vólquez los animó, diciéndoles que se movieran, en ambos idiomas, a veces mezclándolos. Luego de haber sido una figura principal hace dos años, Vólquez tuvo marca de 4-2 con 4.35 de efectividad la pasada campaña, antes que sentir un dolor en el brazo en junio.
Estuvo dos veces en la lista de lesionados, la primera vez con espasmos en la espalda y luego por la lesión del codo, que puso fin a su temporada. Vólquez rechaza hablar de que su participación en el Clásico Mundial de Béisbol afectó su condición o le causó lesiones. Se niega a creer que fue un producto de algo, salvo la mala suerte. Por ahora, lo está enfrentando. Ya está tirando desde 130 pies en terreno plano, tomando prácticas de fildeo y haciendo "todo lo que un pitcher hace, excepto lanzar".
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