Todavía es muy temprano para decirte quién será cambiado en julio. Así que en esta edición de Rumblings aspiramos a hacer algo más útil. Te diremos quién probablemente no será cambiado -- porque solamente sus contratos los hacen piezas incambiables. Eso fue lo que le preguntamos a varios gerentes generales y ejecutivos de las mayores esta semana. Y ellos nos ayudaron a compilar una lista que sabemos has estado esperando durante mucho tiempo -- los "Cinco contratos más imposibles de cambiar en el béisbol".
Alfonso Soriano (cinco años, $90 millones por cobrar*)
Al menos Soriano ha comenzado a recordarle a alguna gente por qué los Cachorros le dieron este contrato, con cinco jonrones en sus últimos seis partidos y .663 de slugging esta temporada. Pero eso no evitó el que todos los entrevistados para esta pieza lo colocaran al tope de esta lista.
Ya no corre. No se puede contar con él para atrapar un elevado. Parece que ni puede entender por qué hay tanto alboroto a su alrededor. Y, como si no fuera suficiente, cuenta con una cláusula de "no cambio". Pero parece que Soriano no tendrá que utilizar esa cláusula por el momento. "Yo no conozco ni un sólo equipo que esté apenas levemente interesado", dijo un ejecutivo de la Liga Americana. Pero las tres palabras que describen mejor a este tipo me las dijo un ejecutivo de la Liga Nacional. Cuando le mencionamos el nombre de Soriano, sus primeras tres palabras fueron: "Ay, ay, ayyyyyyy". ( Todas las cifras contractuales representan el dinero restante desde el Día Inaugural.)
Vernon Wells (cinco años, $98,5 millones por cobrar)
Wells es un tipo con clase y responsable. Pero su buen carácter y gran inicio (ocho jonrones, .325 de promedio, .391 OBP, .640 SLG) no lo pueden aislar de este grupo. ¿Por qué no? Dos razones sencillas: (1) Demasiados años. (2) Demasiados dólares. (Para no mencionar la cláusula de "no cambio".)
"No es simplemente un jugador de $19 o $20 millones al año", dijo un oficial de la Americana. "Ellos podrían pagar bastante de ese dinero para que lo pienses, si sólo tuvieras que pagar 50 centavos de cada dólar", dijo un gerente general. "Pero todavía estás hablando de cinco años. La mayoría de nosotros puede absorber a cualquiera por un año o dos. Pero cuando hablamos de que le quedan tres o cuatro o cinco años, wow".
Travis Hafner (tres años, $40,25 millones por cobrar)
Parecía una idea genial en aquel momento, pero qué pesadilla se ha vuelto este contrato.
Uno puede apreciar por qué los Indios una vez creyeron que Hafner valía seis años y $66,1 millones. De 2004 a 2006, tuvo el mejor porcentaje de embasamiento (.419) y OPS (1.030) en la Liga Americana. Y él y Albert Pujols fueron los únicos bateadores de las mayores con promedio de .300, embasamiento de .400, slugging de .500 y 100 remolques en cada año. Aquellos sí fueron días hermosos. Los Indios lo firmaron por seis años el verano siguiente. Y en cuatro temporadas desde entonces -- gracias a las lesiones y a otros asuntos que no se veían venir -- Hafner tiene un OBP (.788) menor que Kelly Shoppach o Luke Scott, y menos jonrones (48) que Marcus Thames o José López. "Él estaría justo detrás de Soriano en mi lista", dijo un ejecutivo. "Yo simplemente no veo ninguna oportunidad de que sea cambiado".
Carlos Lee (tres años, $55,5 millones por cobrar)
El Caballo era tan consistentemente productivo que tú podías ignorar sus otras herramientas. Pero no últimamente.
¿Quieres sólo algunos de los datos horrorosos? Hasta que pegó el jonrón decisivo el miércoles para salir del Club de Cero Vuelacercas, no había registrado cuadrangular en sus primeros 99 turnos al bate esta temporada. También marcó un OPS (.495) menor al de 13 lanzadores con 10 turnos o más. Y del otro lado del terreno, FanGraphs lo coloca en último lugar de todo el deporte en UZR (ultimate zone rating) por su defensa en el jardín izquierdo. Fuera de eso, sin embargo, ha tenido un año sensacional. Además cuenta con una cláusula de "no cambio" hasta el final de esta temporada -- y no tiene interés de ignorarla. Así que los Astros no lo podrán descargar aun si alguien se lo pidiera. Pero eso es irrelevante en este momento. Él sería incambiable aunque fuera cambiable. O algo por el estilo. "Él está en la liga equivocada", dijo un ejecutivo de la Nacional. "Su cuerpo se está descalabrando. Y su salario es de $18 millones. Así que yo pienso que es seguro decir que sus estadísticas marchan en sentido contrario".
Barry Zito (cuatro años, $83 millones por cobrar, o cinco años, $94 millones si se aplica la opción)
El último lugar en nuestra lista de cinco fue una batalla titánica entre Zito y Alex Ríos (cinco años, $61.2 millones por cobrar). Pero el contrato de Ríos no frenó a los Medias Blancas de reclamarlo de waivers el año pasado, así que se resbaló del anzuelo. Y aunque Zito se ha reinventado a sí mismo hasta el punto de que nuevamente es un miembro productivo de la rotación de los Gigantes, he aquí el problema:
Para el resto de los equipos, todavía no es tan útil como para pagarle $20 millones al año -- especialmente si el nuevo equipo tuviera que pagar por la temporada 2013 (o posiblemente 2014). "Él es mejor de lo que era", dijo un gerente general. "Pero es un compromiso tan grande. Apuesto a que si marca 17-5 este año, la gente todavía no quisiera hacer un trato".
Mención honorable
Alex Ríos (cinco años, $61,2MM); Oliver Pérez (dos años, $24MM); Carlos Zambrano (tres años, $53,75MM); Daisuke Matsuzaka (tres años, $28MM); Kosuke Fukudome (dos años, $26,5MM); Derek Lowe (tres años, $45MM).
Nota especial: Kei Igawa (dos años, $8 millones por cobrar)
De los 46 desastrosos millones de dólares que han botado los Yankees en este tipo, al menos $42 millones ya han sido descargados por el sistema de cloacas. Así que no es exactamente el dinero lo que hace a Special Kei incambiable.
Igawa
Simplemente está condenado a pasar dos años más mejorando su récord como el líder en victorias de franquicia de todos los tiempos en la exótica ciudad de Moosic, Pensilvania, donde se las juegan los Yankees de Scranton-Wilkes Barre. ¿Por qué? Porque cambiarlo le costará a los Yankees aún más dinero. Al menos Igawa no cuenta contra el impuesto de lujo porque fueron capaces de retirarlo del roster de 40 jugadores. Pero si alguien realmente lo quisiera (sin insinuar que alguien está interesado), los Yankees tendrían que pagar virtualmente todo su salario. Y eso reubicaría todos esos dólares bajo la factura del impuesto de lujo, a un costo de 40 por ciento del salario que le paguen mientras juega en otro equipo. En otras palabras, un gerente general dijo, "Ellos tienen un inmenso incentivo para no cambiarlo aunque pudieran. Así que es uno de los peores casos del purgatorio de béisbol".
Y si esto no es suficiente para incluirlo en esta lista oficial de los contratos menos incambiables, bueno, ¿entonces qué?
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