ESTA BUENO YA, HANLEY DEBE MADURAR

Por Jayson Stark
ESPN.com

 Las llamadas telefónicas ya habían comenzado a llover en el sur de la Florida. Eran algo como esto:

"Si están pensando en cambiar a su campocorto, estaremos más que felices de ayudarlos con esto."

Sí, los predadores saben cuando rondar a su presa. Todo lo que necesitan es un momento incómodo en un juego de béisbol, un video de un manager regañando a su jugador estelar, un sonido de ese jugador estelar atacando a su manager, y cada gerente en Norte Amérca se dispondrá a marcar el celular.

Bueno, es una pérdida de tiempo. Los equipos que han hecho esas llamadas ya saben eso ahora. Los Marlins de Florida no van a cambiar a Hanley Ramírez. No hoy. No en julio. No en diciembre. No en ningún otro día, semana o mes entr ahora y cuando su nuevo estadio sea inaugurado en abril del 2012. Quizás ellos no estén demasiado contentos ahora mismo con su mejor jugador, pero ellos no están locos. Uno no encuentra a tipos como Hanley Ramírez recostados contra cualquier palma de coco en South Beach. Así que cancelen los camiones de mudanza. Dejen de marcar el teléfono. Eso no va a suceder. Pero he aquí lo que sí va a suceder: Este es ahora, oficialmente, un momento definitorio en la carrera de uno de los jugadores más talentosos que muchos de nosotros hayamos visto jamás.

Él puede quedar marcado para siempre por este problema -- tildado por el resto de su carrera como un tipo que no se esfuerza, al que no le importan las cosas, que no entiende las cosas -- o puede usarlo como combustible. Él todavía se puede ayudar a si mismo. Él todavía puede arreglar esto. Ramírez todavía puede ser todo lo que este equipo -- y su deporte -- necesita que sea. Pero para hacer eso, he aquí la lección que él necesita aprender: Él no puede caminar por ahí pensando que es uno de los dos o tres mejores jugadores en el béisbol hasta que entienda algo importante. Cada juego cuenta. Cada entrada cuenta. Cada turno cuenta. Cada rodado, cada lance a primera, cada jugada que venga hacia él -- todo eso importa. Pero si observan jugar a Ramírez lo suficiente, les quedará claro que a él nunca le hicieron llegar ese memorando. Y eso es lo que lo metió en todo este problema esta semana. No una jugada. No un desafortunado momento en el 

tiempo. Es la culminación de demasiadas jugadas, demasiados momentos que lo metieron en estos líos.

"Es una verguenza, pero Hanley frustra a los demás muchachos en ese equipo," según nos dijo uno de sus ex compañeros, "porque todo el mundo sabe cuanto talento tiene. Todo el mundo ha visto cuan grande él puede ser allá afuera. Pero también han visto las veces en las que luce despreocupado e indiferente. Parece que él puede encender su interruptor cada vez que quiera. Pero él no lo tiene encendido todo el tiempo. "Te daré un ejemplo," siguió diciendo el ex compañero. "Estábamos encima de él todo el tiempo cuando ibamos a jugar a Nueva York. Cuando jugaba contra José Reyes, el hombre se enfocaba. Todos lo comparaban con ese muchacho, ya que lucía que estaba en una misión para mostrar quien era el mejor campocorto. Era como si tuvieramos que retarlo todo el tiempo para que jugara tan duro como él puede hacerlo." Por supuesto, en algunos niveles, es casi absurdo el sugerir que Ramírez no ha lucido tan bien como puede. Ya ganó un campeonato de bateo. Ha iniciado en dos Juegos de Estrellas de forma consecutivas. 

Se ubica en el No. 1 entre todos los torpederos en el deporte en cuadrangulares, slugging, carreras anotadas y OPS desde el primer día que los Marlins lo pusieron en su alineación en el 2006. Tiene 26 años. Así que si termina dejando el interruptor encendido todo el tiempo, ¿qué podría hacer si se convierte en algo similar a Derek Jeter? ¿Ganar la Triple Corona por ocho temporadas consecutivas?

“ Él te sorprenderá en el terreno. Él hará jugadas. Moverá su bate. Hará cosas en las que uno se quedará como, 'Whoa.' Pero entonces él hará cosas en las que uno tendrá que preguntarse, '¿Qué pasó?' Él tiene esos lapsos mentales en las que simplemente se apaga.
” -- Un ex compañero de Hanley Ramírez

"Él te sorprenderá en el terreno," dijo su ex compañero. "Él hará jugadas. Moverá su bate. Hará cosas en las que uno se quedará como, 'Whoa.' Pero entonces él hará cosas en las que uno tendrá que preguntarse, '¿Qué pasó?' Él tiene esos lapsos mentales en las que simplemente se apaga." Sin embargo, hasta ahora, el resto del planeta nunca había notado la mayor parte de esos lapsos. Eso es porque estos eran más sutiles que la imagen de un tipo trotando detrás de una pelota que había pateado hacia la esquina del jardín izquierdo. Son lances de rutina que no llegan a su destino. Son dobles matanzas que no se completan. Son turnos importantes en juegos importantes. No es material que vaya a encabezar la sección de titulares en "SportsCenter".

Pero los jugadores los notan. El manager los notan. El cuerpo de coaches los notan. Y ese es el tipo de asunto que se va acumulando lentamente, calladamente, a través del tiempo -- hasta que algo grande llega, de la manera en que llegó esta semana. Y entonces explota la bomba. Sin embargo, el problema con esta erupción es que afecta más que solo al tipo que se olvida de esforzarse. Y afecta más que al manager que destapó el problema. Esta es ahora una crisis que ha afectado a todo el equipo y que lo mantiene casi en estado de sitio. Y esto no va a desaparecer solo porque el manager ha vuelto a escribir el nombre de Ramírez en la alineación. Es una erupción que ha dejado al descubierto las grietas entre la cara de la franquicia y el resto de su camerino. Es una erupción que ha expuesto la tensa relación entre la cara de la franquicia y el manager. Así que es una erupción que levanta grandes interrogantes de hacia donde van los Marlins desde aquí -- en el 2010 y más allá.

Por ejemplo, ¿que significa esto para Fredi González? Él ha sido aplaudido y felicitado en todas partes por la postura asumida. Y con razón. Una vez Bobby Cox asumió una posición casi identica con Andruw Jones. Y también lo hizo Charlie Manuel con Jimmy Rollins. Así que la verdad, la justicia y los precedentes están del lado de González.

Excepto que hay una diferencia. Jones y Rollins no lloraron o se pusieron a ventilar sus problemas luego de ser enviados a la banca. Ellos entendieron el mensaje. Ellos apuntaron su dedo hacia ellos. Y ellos nunca dieron ninguna indicación que habían perdido respeto por el hombre que los sacó de la alineación. Pero así no es como Hanley Ramírez reaccionó, ¿no? Dejó en claro que no iba a postularse para presidente del comité de campaña de Traigan de vuelta a Fredi en el 2011. Y aunque Ramírez ya se disculpó y fue sacado de la lista negra del manager, esto hace pensar cuan buena volverá a ser su relación. Ya sea que González le guste o no, su campocorto claramente necesita más golpes que los que su manager le puede dar. Y obviamente el torpedero no va a ir a ninguna parte, así que podrían seguir surgiendo problemas a largo plazo para un manager que no ha podido conectarse con el mejor jugador en su roster. 

Mientras tanto, hemos escuchado cuentos acerca de las confrontaciones entre Ramírez y sus compañeros por años. Algunas se han hecho públicas. Algunas no. Pero todas han girado alrededor esencialmente del mismo problema -- el modo de jugar el juego de un jugador de la estatura de Ramírez. "Lo gracioso del asunto es que Hanley es realmente un buen chico," dijo el ex compañero. "Cuando él juega, siempre está sonriendo y contento. Pero cuando algo va mal, entonces él piensa que todo el mundo está en su contra. Y no estamos en su contra. Nosotros solo queremos que juegue a todo su potencial. Realmente no creo que él mismo sepa cuan bueno puede llegar a ser." Y al menos hasta ahora, todos esos problemas fueron asuntos menores, meros huecos en la carretera que se pueden evitar. Pero no este. Esta explosión dejó un cráter del que todos ellos tratarán de salirse por mucho tiempo -- en especial la superestrella que prendió la mecha de la bomba.

"¿Sabes lo triste de esto?" dijo otro hombre de béisbol que tiene algún historial con Ramírez. 

"Pienso que, de ahora en adelante, nunca van a escuchar a Hanley siendo mencionado en la misma oración con Jeter, o [Chase] Utley, o [Albert] Pujols, debido a este incidente. Esa cicatriz siempre va a estar ahí. Algo similar a lo que le pasó a Robbie Alomar. Siempre fue mirado como por encima de los demás hasta su incidente. Y nunca volvió a ser mirado de la misma forma. "Y si eso termina pasando con este chico, eso sería algo lamentable … porque déjame decirte algo. Hanley Ramírez no es Manny Ramírez. Él no es un mal chico. Es un buen chico. Solo que es joven. Y sigue siendo un poco inmaduro." De hecho, no es un crimen el ser inmaduro a los 26 años. Si lo fuera, el 75 por ciento de las personas de 26 años en la tierra estaría encarcelada en Leavenworth. Pero uno puede usar la excusa de la inmadurez hasta cierto punto. Y para Hanley Ramírez, ese punto ya pasó. Esta semana tiene que ser su llamada de alerta. Necesita tomar la reacción de todos a su alrededor por lo que realmente es -- un llamado a que crezca, a que juegue de manera correcta, que actúe de manera correcta y que acepte la responsabilidad que va junto con el hecho de ser catalogado como uno de los mejores jugadores en la actualidad.

Sí él quiere borrar la mancha de un video embarazoso que no morirá, solo él puede hacer que eso suceda. Así que tiene que hacer que el mundo se olvide de eso -- comenzando desde ahora. "Él puede hacer eso," dijo el ex compañero. "Espero que lo logre. Y espero que aprenda que impacta a más gente que lo que se imagina. Él es una gran parte de ese equipo y esa organización, y pienso que necesita darse cuenta de eso. Sí va a ser el chico en torno al cual la organización va a construir su futuro, entonces es tiempo que despierte y se convierta en El Hombre allá afuera." Nosotros esperamos esto también, porque no existen jugadores mucho más divertidos en cualquier área que Hanley Ramírez. Pero además esperamos que él se de cuenta que hay más ojos siguiéndolo que nunca antes en su vida.

Así que esta es su oportunidad -- el recordarle a todos esos observadores cuan espectacular puede ser como jugador, no cuan lento puede trotar detrás de una pelota hacia la esquina del jardín izquierdo. En cada jugada. En cada juego. Por el resto de su carrera. 

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