Tremenda y emotiva columna del cronista Kevin Cabral, para impactodeportivo.com.do. Simplemente genial.
Lima Time Para Siempre
La noticia llegó a eso de las 10:30 AM del Domingo 23 de Mayo de una fuente siempre confiable: Luichy Sánchez, hermano y compañero de muchos años. Sin embargo, mi primera reacción fue dudar. Una información tan infausta debía ser un error, TENIA que ser un error. Con el transcurrir de los minutos, la confirmación llegó como un puñetazo en el estómago. El deceso de José Lima era una realidad que había que enfrentar. Fue en 1991 cuando conocí a Lima, en su primer año con las Aguilas Cibaeñas, y de inmediato surgió la amistad con aquel joven lanzador. Y es que, todo el que conocía a José Lima terminaba siendo su amigo. Recuerdo quedar admirado con el don de gente y la sencillez del jovencito, cualidades que no siempre adornan a los atletas de este tiempo.
A pesar de que venía de lanzar en Clase A Media, se convirtió en el principal abridor del equipo y obtuvo el reconocimiento de Novato del Año de la Liga. Ya se veían en el montículo tímidos destellos de la personalidad magnética que más tarde convirtió a José Lima en un fenómeno de masas. Recuerdo llegar a la conclusión de que era el lanzador que más entretenía a los fanáticos en el Estadio Cibao desde los años de gloria de Pascual Pérez. En su segunda temporada, 1992-93, fue figura importante para que las Aguilas se coronaran campeones, saltando de un sótano en la jornada anterior. En esa oportunidad, Lima accedió a una solicitud del dirigente del momento Miguel Disoné para trabajar como relevista durante los playoffs. Su aporte desde el bullpen fue determinante para la conquista de la corona.
Al año siguiente, volvió a ser contribuyente importante para llevar a su equipo a la Serie Final. Por conflictos con su organización de Grandes Ligas, se vio impedido de trabajar en esa final y más luego fue negociado a los Leones del Escogido. Con dicho equipo, compitió con la misma profesionalidad y entrega, llevando a los Rojos a dos finales. Sin embargo, siempre abrigaba la esperanza de un día regresar a Santiago a lanzar con el equipo que había seguido toda la vida. Dicho sueño se cristalizó en 2004. En total, José Lima fue miembro de cinco equipos campeones de las Aguilas. Su marca en post-temporada (20-7, 2.41) es la muestra más elocuente de la clase de lanzador de dinero que fue a lo largo de su carrera. En Grandes Ligas, el éxito comenzó a sonreírle en 1998 con su segundo equipo: Los Astros de Houston.
En esa estación tuvo marca de 16-8, 3.70. Al año siguiente, tuvo la mejor temporada de su carrera (21-10, 3.58), uniéndose a Juan Marichal, Joaquín Andújar, Ramón Martínez, Pedro Martínez y Bartolo Colón como los dominicanos que han logrado temporadas de 20 triunfos. Esa actuación le permitió obtener el mejor contrato de su carrera. Sin embargo, en la primavera del 2000 abrió las puertas el nuevo estadio de los Astros, entonces llamado Enron Field. Dicho parque probó ser un paraíso para bateadores y un infierno para Lima. Su salida de Houston llegó al año siguiente, regresando a su organización original: Los Tigres de Detroit. Allí no pudo reverdecer viejos éxitos, preparando el escenario para una memorable parada en Kansas City. Rescatado de la Liga del Atlántico (Independiente) por su antiguo compañero en las Aguilas Tony Peña, a la sazón dirigente de los Reales, Lima ganó ocho de once decisiones luego de ser firmado en el mes de Junio.
Firmado como agente libre por los Dodgers de Los Angeles en Enero de 2004, logró hacer el equipo contra los vaticinios y obtener 13 victorias muy importantes para llevar a su equipo a la post-temporada. Durante su estadía en la meca del espectáculo interpretó el himno de los Estados Unidos en Dodger Stadium y se despidió con una inolvidable blanqueada contra los Cardenales de St. Louis en las Series Divisionales. Lanzó por última vez en las mayores con el uniforme de los Mets de New York en 2006, trasladándose luego a las Ligas de Corea y México, siempre con la total confianza de que aún tenía las condiciones para competir en Grandes Ligas. Pero no es por sus logros en el terreno de juego que José Lima será recordado. Su bondad, alegría constante y don de gente lo hicieron especial. Recuerdo momentos cuando los niños le solicitaban un autógrafo.
Lima no solamente firmaba como todos los demás. Se detenía, preguntaba el nombre y dedicaba tiempo a esos jóvenes, quienes se convertían en sus seguidores para siempre. A través de su carrera, miles de seguidores que le vieron lanzar se fueron felices de haber visto una actuación, un "show", que justificaba la inversión que habían hecho. Y la mayoría regresaba para ser testigo de su próxima salida. Nadie quería perderse el espectáculo del "Mambo". Como olvidar sus gestos en el montículo, a ritmo de "Cuídate que no te pique la cacata, cuídate que no te pique la cacata"... Su entrega hacia los fanáticos era tal que provocaba resentimiento de algunos compañeros que no estaban en la misma disposición de compartir su tiempo.
En sus últimos días, preparaba una academia veraniega para niños en Los Angeles y había iniciado una labor en el departamento de servicios comunitarios de los Dodgers. Además, estaba en medio de un proceso de entrenamiento para trabajar como comentarista de baseball.
Y es que así era José Lima. Aún en el retiro, tenía el carisma y las buenas intenciones para provocar un impacto positivo en múltiples actividades. Aquellos que disfrutamos su amistad agradecemos la buena fortuna de haber tenido acceso a un ser humano especial. Recordaremos a José Lima el atleta ganador, competidor, artista, show man, amigo de todos.
Para nosotros, siempre será Lima Time.
rip jose lima te recordaremos 100pre descansa en paz
ResponderEliminarR. I. P. LIMA (gracias por tu vicita anonimo)
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