El receptor de los Rockies Miguel Olivo salió del partido del martes contra los Nacionales tras golpearse la cara mientras se deslizaba en segunda base. Fue en el séptimo episodio, y logró robarse con éxito la segunda almohadilla. Olivo sangró por la nariz tras el golpe y fue sacado del encuentro como medida de precaución.
Es seguro que la próxima vez se deslizará con los pies primero.
IMPACTO DEPORTIVO
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