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SANTO DOMINGO “Ser parte de la historia del Estadio Quisqueya y del béisbol profesional dominicano tiene un significado enorme para cualquier jugador para mi caso no es la excepción.” La reacción fue del recio artillero Juan Francisco, luego de la victoria 7-2 de los Gigantes del Cibao sobre los Tigres del Licey, quien este jueves por la noche logró una proeza que sólo 10 mortales habían logrado en los 55 años del béisbol profesional desde que se comenzó a jugar bajo luces en 1955. El antesalista y bateador designado empalmó un kilométrico cuadrangular que se llevó en claro la pared del bosque central del viejo parque de béisbol inaugurado el 23 de octubre del 55. El se unió a otros 10 jugadores que han volado la cerca de los 411 pies del “Monstruo Verde” del Estadio Quisqueya.
Francisco unió su nombre en letras doradas junto a los de Alonzo Perry, Dick Stuart, Frank Howard, Bernardo -El Pupo- Brito, Henry Mercedes, Raúl Mondesí, Félix José (último que lo había hecho), Henry Rodríguez, Israel Alcántara y el cubano José Luis Baró, quien logró la hazaña con bate de aluminio en un torneo internacional del béisbol amateur. El toletero entró a la historia a las 8:36 de la noche al despachar su aldabonazo contra los envíos del abridor derecho de origen cubano Robert Coello, abridor de los Tigres. Francisco encontró en la inicial a Alexi Casilla, quien se embasó por toque de hit por el campocorto.
“Es una proeza importante para todo jugador. La voy a recordar por el resto de mi existencia,” comentó Francisco, quien se quedó parado en el plato observando la dirección del batazo. “Sabía que tomé buena madera y estaba seguro de que la pelota terminaría fuera del estadio,” afirmó el joven nativo de Bonao y jugador de los Rojos de Cincinnati en el béisbol de las Grandes Ligas. El juego lo ganó Fabió Castro y Coello fue el derrotado.
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