ORLANDO -- Pedrito es un pelotero dominicano que confronta problemas con las autoridades de migración de Estados Unidos por haber falsificado sus documentos para conseguir un contrato millonario con una organización de Grandes Ligas. Todos los antecedentes del caso fueron explicados en los capítulos I, II III IVde la serie.
En este punto de la historia, Pedrito cumple el segundo año de su destierro del béisbol organizado y sigue a la espera de un "waiver" que le permitiría continuar una prometedora y lucrativa carrera profesional. En Semana Santa, la familia de su novia, Blanquita, llevó a Pedrito a Punta Cana, un lugar que nuestro protagonista solamente había escuchado mencionar en algunos programas de televisión y del que incluso dudaba la existencia. Tragedia de un pelotero dominicano
Lea la historia de Pedrito, un joven pelotero en RD que ve tronchados sus sueños de llegar a Grandes Ligas. Ya instalado en uno de los exclusivos hoteles todo-incluido (y el concepto "todo-incluido" debe asumirse en el amplio sentido literal de la expresión) de Punta Cana, Pedrito accedió a un mundo de lujos y confort completamente desconocido para él. El "Palacio" es una propiedad de cuatro hoteles unidos por pasillos naturales; con seis restaurantes, seis bares, casino, piscina, playa, gimnasio, discoteca, anfiteatro, sala de fiestas, canchas para varios deportes y un calendario de actividades tan extenso que solamente si el día tuviera 48 horas se podría cumplir. Pedrito, quien nunca había asistido ni a un concierto de la banda del cuerpo de bomberos de su pueblo, ahora estaba disfrutando de un show diferente cada noche, destacando uno espectacular de un "Michael Jackson" dominicano. Y lo único que se necesita para disfrutar de todas esas amenidades es un brazalete plástico que te colocan en la muñeca derecha cuando te chequea al entrar. Pedrito estaba encantado especialmente con algo que llaman "Piña Colada", una bebida muy placentera al paladar que consumida con tanta avidez como sucede cuando no hay que pagarla, suele afectar los sentidos. Desde que entraron al "Palacio", a Pedrito le llamó la atención el hecho de que casi el 90% de los huéspedes eran extranjeros y posiblemente el 98%, sin importar el idioma o la nacionalidad, eran blancos. Solamente los empleados y algunos escasos clientes tenían la piel oscura. Pedrito había llegado a la conclusión de que esos resorts eran exclusivos para gringos hasta que acudió a la discoteca con Blanquita en su segunda noche en el hotel. Aquello parecía una convención de jóvenes beisbolistas, por un lado, y un bingo de los sábados por el otro. Al menos así lo percibió Pedrito, quien se autoidentificó en los otros otros muchachos por la forma en que vestían, caminaban y hablaban, y se extrañó de ver juntas a tantas señoras blancas de la segunda y tercera edad sin esposos o familiares. En la discoteca también estaba Julito, un ex-compañero de Pedrito durante la única temporada que jugó en Estados Unidos y a quien admiraba por su soltura y sabiduría. Julito era tres años mayor que Pedrito y pese a que solamente recibió un bono de 7,500 dólares por firmar había escalado al grupo de "Top Prospect" de la organización antes que se quebrara el hombro derecho cuando chocó un árbol mal estacionado con su "passola" durante una noche de juerga en Santo Domingo. Después de los saludos protocolares y la ingesta de varias Jumbo (que pagó Pedrito ya que al ser la discoteca el único sitio del resort donde se permiten personas no-huéspedes, las bebidas no son gratis) Julito se sincerizó y puso al tanto a su amigo sobre su nuevo oficio. "Ahora soy Sanky-Panky y todos esos muchachos que está viendo aquí también lo son. Muchos, al igual que yo, eran peloteros", dijo Julito. "¿Y qué es eso. El que pone la música en la discoteca o alguna especie de guía turístico?", preguntó Pedrito. Julito trató de explicarse sin escandalizar a su amigo. No, él no era guía turístico, aunque los turistas extranjeros representaban su mercado laboral. Julito y todos los otros chicos con aspecto de peloteros que estaban en la discoteca formaban parte de una rama endémica de la prostitución masculina, cuyo radio de acción alcanza todos los balnearios y puntos turísticos de la isla. El Sanky-Panky es tan común a los turistas extranjeros en Dominicana como son el sol y la arena a las playas. "Soy una especie de prostituto masculino. Una persona que le vende placer a los turistas, sobretodo a mujeres divorciadas, solteras o jamonas que vienen de Europa, Canadá y Estados Unidos", dijo Julito. "Ocasionalmente he tenido que lidiar con hombres ya entrados en edad que vienen al Caribe escondidos de sus esposas e hijos a satisfacer sus ocultas preferencias", agregó. Julito contó que cuando su carrera de pelotero fue truncada por un accidente a los 20 años de edad la desesperación lo hizo pensar hasta en el suicidio, pero posteriormente aceptó la realidad de que ya no sería millonario y famoso y que tenía que buscar otros medios para subsistir el resto de su vida. Como sacrificó la oportunidad de estudiar para dedicarse por completo al béisbol, ahora era un analfabeto integral, sin ningún conocimiento básico en nada. En lugar de meterse a trabajar en las industrias de la construcción (cargando bloques) o de la seguridad doméstica (de portero en bares y discotecas) se decidió por una rama oscura del turismo. Una rama que a simple vista pueder ser bastante lucrativa económicanente, pero que tiene enormes riesgos físicos y un invaluable costo moral. Debido a la presencia de supuestos afectos genuinos en sus relaciones, el Sanky-Panky está más expuesto que el prostituto convencional a contraer enfermedades de transmisión sexual y a sufrir represalias por celos y venganzas. Además, un Sanky-Panky recibe un rechazo mayor de la sociedad que el que sufren los prostitutos/as convencionales. Mientras en la prostitución tradicional la regla de oro es "billete en mano y cuerpo en tierra" y suele haber poca interacción personal entre el que da placer y el que lo recibe, el "Sankypankysmo" funciona como una especie de sistema "Lay Away" o cooperativa de ahorros y préstamos. Un Sanky-Panky no vende placer express por un pago inmediato, sino que establece una cadena de relaciones fijas que le provean dinero por largos períodos de tiempo. "Para ser Sanky-Panky no necesitaba un diploma, pagar una licencia o un permiso del gobiermo. Bastó con aprender rápidamente dos o tres lecciones con un Sanky-Panky más viejo, usar buenas formas para tratar a los clientes y no tener muchos escrúpulos", dijo Julito, quien hablaba como una persona mucho mayor de los 22 años que había cumplido recientemente. Julito le comentó a Pedrito que no todos los Sanky-Panky fueron peloteros, pero que cada día más beisbolistas frustrados aterrizan en los balnearios dominicanos para dedicarse a esa variante de "la profesión más antigua del mundo". Los números no mienten: Según datos de la Asociación de Scouts de Béisbol de la República Dominicana, cada año son firmados entre 450 y 550 nuevos peloteros, pero al mismo tiempo son despedidos anualmente entre 200 y 250 jugadores que no avanzaron como se esperaba. La gran mayoría de esos chicos separados del sistema quedan a la deriva y con la incertidumbre como única certeza el resto de sus vidas. Unos cuantos deciden ir a la escuela, otros trabajan para colegas que tuvieron mejor suerte o abren pequeños negocios, pero la inmensa mayoría pasa a engrosar la gran lista de mano de obra no cualificada del país y como dijo Julito, algunos optan por usar un bikini apretado y trenzas en el pelo para buscar clientes/víctimas en las playas. Pedrito estaba impactado. No se había puesto a pensar que a diferencia suya, que comenzó su carrera con un millón de dólares en el bolsillo por lo que virtualmente era rico antes de saber si triunfaría o fracasaría en el béisbol, la mayoría de prospectos no tienen esa suerte y prácticamente juegan a la ruleta rusa al abandonar los estudios por correr tras una quimera. Lo que se suponía sería un fin de Semana Santa espectacular terminó como una experiencia desgarradora para Pedrito, quien salió de Punta Cana siendo menos inocente y por lo tanto, más infeliz. Continuará... GLOSARIO • Departamento de Estados de EUA: Principal institución del gobierno de Estados Unidos para tratar asuntos e intereses del país en el extranjero. Supervisa desde negocios, acuerdos militares y planes anti-terreroristas hasta las oficinas consulares y embajadas norteamericanas diseminadas por el planeta tierra y, si se cuenta la Estación Espacial Internacional, en el resto del sistema solar. • Punta Cana: Uno de los principales balnearios del Caribe y una de las zonas más bellas del mundo. Está ubicado en el este de República Dominicana y anualmente recibe casi 4 millones de visitantes en sus lujosos hoteles. • Passola: Motocicletas, que originalmente eran de bajo cilindraje, pero que actualmente tienen versiones tan poderosas como cualquier otro vehículo de dos ruedas. Las "Scooters" (como le llaman los gringos), en Dominicana son muy populares entre los chicos de clase media baja y baja para los que aspirar a un carro es un sueño casi imposible. Es un medio de transporte por excelencia entre las mujeres jóvenes. • Jumbo: Así llaman los dominicanos a la cerveza Presidente en su presentación de un litro, un tamaño anormal para los estándares internacionales, pero nada impresionante para la capacidad del bebedor local. • Sincerizarse: Dícese de abrir el corazón en ocasiones especiales, influenciado por diferentes factores, siendo la ingesta de alcohol uno de los más comunes. • Sanky-Panky: También llamados Santi-Panki, Salti-Panki y Sanki-Panki. Trabajadores sexuales masculinos que, a diferencia de los prostitutos comunes y corrientes, establecen vínculos semi-románticos con sus clientes, exclusivamente extranjeros, en las playas y balnearios de República Dominicana. La mayoría no discrimina sexo, religión o condición social (quiere decir que negocian con hombres o mujeres, católicos o protestantes, pobres o ricos, mientras sean extranjeros y paguen con dinero o una potencial visa los placeres sexuales del Sanky-Panky). Algunos tienen como regla solamente negociar con hombres o con mujeres, pero en realidad son los menos, ya que la mayoría tiene como única regla "El cliente siempre tiene la razón". No es una condición obligatoria, pero la mayoría de muchachos que se dedican a esta actividad son de color oscuro. Un Sanky-Panky blanco no tiene nada de exótico. • Sankypankysmo: Movimiento que agrupa a los Sanky-Panky del mundo. El 90% de sus integrantes se encuentran en República Dominicana. A diferencia de otros movimientos, no tiene un gran líder, sino pequeños cabecillas zonales (playeros, en este caso). • Sistema Lay Away: Concepto utilizado por las grandes cadenas de almacenes como Wal-Mart o Kmart que permite a los clientes separar la mercancía deseada con un pequeño aporte de entrada y recogerla al terminar todos los pagos en plazos cortos. El sistema prácticamente desapareció con la aparición de las tarjetas de crédito, pero recientemente volvió a ser muy popular debido a la crisis financiera mundial. • Profesión más antigua del mundo: La prostitución ostenta dicho título desde que aparece en todos los registros históricos de las diversas sociedades humanas desde que el mundo es mundo. • Ruleta Rusa: Juego clandestino en donde dos contendores se disparan a la cabeza por turno con un revólver que contiene una bala. El juego termina cuando se dispara la bala y a diferencia del fútbol, aquí no hay empates. Se usa la figura "jugar a la ruleta rusa" para decir que alguien se arriesga demasiado en una situación o empresa. • Quimera: Aquello que se propone a la imaginación como posible o verdadero, sin serlo. Una fantasía.
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