El jardinero Fernando Martínez, de los Leones del Escogido, se convirtió en el décimo dominicano en ganar el premio de Jugador Más Valioso en una Serie del Caribe. Martínez disparó dos cuadrangulares, remolcó cuatro carreras, bateó para .348 y recibió un premio en metálico de US$5 mil.
El primer dominicano en obtener este galardón fue Manuel Mota, en el clásico de 1971 en Puerto Rico. En su rol de mánager-jugador fue el líder de bateo con promedio de .579, fruto de 11 hits en 19 turnos. En 1977, en Caracas, Venezuela, Ricardo Carty (Licey) se hizo dueño y señor del espectáculo, siendo el gigante del clásico al imponer récord de jonrones con cinco, de impulsadas con 10 y de anotadas con ocho. El primer lanzador en obtener un premio de Más Valioso fue José Rijo (Licey), en 1985 en la serie que tuvo como escenario el estadio Teodoro Mariscal, en Mazatlán. Lanzó en 7 episodios, permitió 2 hits, no le anotaron carreras, ponchó 11 y salvó tres.
Rufino Linares, en la Serie del Caribe de 1988 fue el primer jugador de los Leones del Escogido en obtener este galardón, en este clásico que tuvo como escenario el estadio Quisqueya. Promedió .389, con 7 hits, 18 turnos, 3 dobles, 5 remolcadas y un slugging de .555. Gerónimo Berroa, se convirtió en el primer jugador dominicano en ganar el MVP en dos series seguidas cuando lo hizo en 1990 con los Leones del Escogido en Miami y en 1991 con el Licey en el mismo escenario. En 1990, el "Señor Enero", promedió .286, con 6 hits en 21 turnos, 4 jonrones y 8 remolcadas, siendo el rey en este renglón. En 1991, bateó .470, de 17-8, con 7 anotadas, un jonrón y 8 remolcadas.
El infielder Neifi Pérez fue seleccionado Más Valiosos en los clásicos de 1998 y 1999, representando a las Águilas Cibaeñas y los Tigres del Licey. En ambas ocasiones militó como refuerzo ya que pertenecía a los Leones del Escogido. Pérez, integró el equipo Todos Estrellas como intermedista. Tuvo promedio de .444 con 5 remolcadas y en 1999 bateó .400 y fue Todo Estrellas pero como paracorto. Neifi en ambas series (1998-99) llegó a hilvanar una seguidilla de 12 juegos en forma consecutiva bateando de hit, rompiendo el récord de 11 que estaba en poder del venezolano César Tovar en los clásicos de 1972 y 1973.
David Ortiz, en rol de refuerzo de las Águilas Cibaeñas ganó el MVP en el 2003. El recio toletero ocupó el puesto de bateador designado, coleccionando 12 hits en 26 turnos para promedio de .462, con 8 anotadas, 2 jonrones y 11 remolcadas. Tony Batista, en el 2007, fue el Más Valioso, defendiendo la esquina caliente de las Águilas del Cibao. Bateó .259, con 7 hits en 27 turnos, 2 dobles, 3 jonrones y 8 remolcadas.
Ramón Ortiz, de los Tigres del Licey, en el 2008, tiene el honor de ser el primer lanzador abridor en obtener un MVP entre los dominicanos en estos clásicos. El Orgullo de los Corozos logró dos victorias sin derrotas y efectividad de 0.00. En 11.2 episodios, permitió 7 hits, 3 bases por bolas y ponchó 5. En la apertura de la Pequeña Serie en 1949, el primer jugador en ser seleccionado fue el lanzador cubano Agapito Mayor, de los Alacranes del Almendares.
En la segunda etapa, en 1970, el primer MVP fue Gonzalo Márquez.
Diario Libre
El primer dominicano en obtener este galardón fue Manuel Mota, en el clásico de 1971 en Puerto Rico. En su rol de mánager-jugador fue el líder de bateo con promedio de .579, fruto de 11 hits en 19 turnos. En 1977, en Caracas, Venezuela, Ricardo Carty (Licey) se hizo dueño y señor del espectáculo, siendo el gigante del clásico al imponer récord de jonrones con cinco, de impulsadas con 10 y de anotadas con ocho. El primer lanzador en obtener un premio de Más Valioso fue José Rijo (Licey), en 1985 en la serie que tuvo como escenario el estadio Teodoro Mariscal, en Mazatlán. Lanzó en 7 episodios, permitió 2 hits, no le anotaron carreras, ponchó 11 y salvó tres.
Rufino Linares, en la Serie del Caribe de 1988 fue el primer jugador de los Leones del Escogido en obtener este galardón, en este clásico que tuvo como escenario el estadio Quisqueya. Promedió .389, con 7 hits, 18 turnos, 3 dobles, 5 remolcadas y un slugging de .555. Gerónimo Berroa, se convirtió en el primer jugador dominicano en ganar el MVP en dos series seguidas cuando lo hizo en 1990 con los Leones del Escogido en Miami y en 1991 con el Licey en el mismo escenario. En 1990, el "Señor Enero", promedió .286, con 6 hits en 21 turnos, 4 jonrones y 8 remolcadas, siendo el rey en este renglón. En 1991, bateó .470, de 17-8, con 7 anotadas, un jonrón y 8 remolcadas.
El infielder Neifi Pérez fue seleccionado Más Valiosos en los clásicos de 1998 y 1999, representando a las Águilas Cibaeñas y los Tigres del Licey. En ambas ocasiones militó como refuerzo ya que pertenecía a los Leones del Escogido. Pérez, integró el equipo Todos Estrellas como intermedista. Tuvo promedio de .444 con 5 remolcadas y en 1999 bateó .400 y fue Todo Estrellas pero como paracorto. Neifi en ambas series (1998-99) llegó a hilvanar una seguidilla de 12 juegos en forma consecutiva bateando de hit, rompiendo el récord de 11 que estaba en poder del venezolano César Tovar en los clásicos de 1972 y 1973.
David Ortiz, en rol de refuerzo de las Águilas Cibaeñas ganó el MVP en el 2003. El recio toletero ocupó el puesto de bateador designado, coleccionando 12 hits en 26 turnos para promedio de .462, con 8 anotadas, 2 jonrones y 11 remolcadas. Tony Batista, en el 2007, fue el Más Valioso, defendiendo la esquina caliente de las Águilas del Cibao. Bateó .259, con 7 hits en 27 turnos, 2 dobles, 3 jonrones y 8 remolcadas.
Ramón Ortiz, de los Tigres del Licey, en el 2008, tiene el honor de ser el primer lanzador abridor en obtener un MVP entre los dominicanos en estos clásicos. El Orgullo de los Corozos logró dos victorias sin derrotas y efectividad de 0.00. En 11.2 episodios, permitió 7 hits, 3 bases por bolas y ponchó 5. En la apertura de la Pequeña Serie en 1949, el primer jugador en ser seleccionado fue el lanzador cubano Agapito Mayor, de los Alacranes del Almendares.
En la segunda etapa, en 1970, el primer MVP fue Gonzalo Márquez.
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