SANTO DOMINGOEsta semana, el prospecto dominicano Wagner Mateo oficializó su firma de un contrato por $512.000 para integrarse a los Diamondbacks de Arizona. Horas después de firmar su contrato, Mateo ya se encontraba recluido en la academia de los Diamondbacks, en la localidad de Boca Chica, donde Arizona comparten complejo con los Mellizos de Minnesota, los Cachorros de Chicago y los Rojos de Cincinnati.
En cualquier otra situación, lo único que podría hacer Mateo era celebrar porque recibía de un solo plumazo más dinero del que sus padres podían producir en toda su vida laboral. El problema es que éste es el mismo Mateo que en julio del 2009 firmó un contrato por $3,1 millones con los Cardenales de San Luis. Tres meses más tarde, la gerencia anunció que disolvía el contrato alegando que el joven dominicano padecía problemas visuales degenerativos.
Los Cardenales no trataron de rehacer el contrato de Mateo, no quisieron negociar, no quisieron hacer nada. Simple y llanamente le dijeron al mundo que ese muchacho no servía para jugar béisbol. Pero siete meses más tarde, y por $2,6 millones menos, Mateo vuelve a demostrar que tiene material para ser profesional del béisbol. ¿Lo más sospechoso de todo? Ahora los supuestos problemas de la vista de Mateo no impidieron que pasara su examen físico con la organización de Arizona. "Creo que los Cardenales no me jugaron limpio. Ellos no quisieron creer en mí, pero ahora tengo una segunda oportunidad", dijo Mateo a ESPNdeportes.com.
Mateo es considerado un jardinero con una enorme capacidad ofensiva, que combina con buena velocidad y un buen brazo. Los escuchas que lo han visto consideran que tiene un futuro en las Grandes Ligas.
Pero el trago amargo que le tocó vivir en otoño del año pasado estuvo muy cerca de sacarlo definitivamente del béisbol. "Le doy muchas gracias a Dios y a Junior Noboa que me han dado la oportunidad de volver a jugar y firmar un contrato", agregó Mateo. Su representante, Edgar Mercedes señaló que Mateo no se sometió a ninguna operación o proceso para mejorar su vista, demostrando nuevamente las debilidades de las instituciones en el país caribeño y uno de los temas que muchos reclaman deberían ser tomados en consideración por el nuevo jefe de la oficina de MLB en el país, Sandy Alderson. "Wagner tiene la misma vista que tenía cuando los Cardenales anularon el contrato. Tiene 20/20 en su ojo izquierdo y 25/20 en el derecho. No fue sometido a ningún procedimiento para mejorar su vista (después de la anulación del contrato)", dijo Mercedes.
¿Fue un hueco en el lenguaje del contrato con los Cardenales lo que le costó a Mateo $2,6 millones? Eso es algo que quizás nunca sea aclarado. Lo que no tiene justificación alguna es que sin que haya habido cambio alguno en su capacidad visual, Mateo pudiera pasar un examen físico que meses atrás había fracasado. Por el momento, el joven de 17 años de edad sólo tiene una meta clara y definida por delante: olvidarse del pasado y concentrarse en lo que viene y lo que quiere: llegar a las Grandes Ligas.
dionisio soldevila espndeportes.com
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