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Al comienzo de la jornada del miércoles, más de 20 jugadores con puestos regulares en sus equipos bateaban menos de .200 puntos, una cifra que en el béisbol se conoce como la "Línea de Mendoza". La lista incluye a varios Todos Estrellas y, por supuesto, a algunos de los peloteros más caros de la actualidad. Rafael Furcal (.192 en 26 VB antes de ser operado de una mano/$12 M), Magglio Ordóñez (.200 en 30 VB y lidiando con molestias en un tobillo/$10 M.), Kevin Youkilis (.196/$12 M.), Juan Uribe (.179/$9 M) y Chone Figgins (.188/$9 millones).
ESTE ARCHIVO ES DE MARZO DEL 2005 POR WILL GONZALEZ DE ESPN
¿Si existe una 'Línea de Mendoza', porque no puede haber un 'Cruce de Clemente'? La Línea de Mendoza (the Mendoza Line) es el término que se refieren los jugadores mayormente norteamericanos cuando se mantiene un promedio de bateo de .200. No hay terreno más temeroso para un bateador que el que se encuentra detrás de dicha raya. El origen de la frase se le achaca a Tom Paciorek y Bruce Bochte compañeros de equipo de Mario Mendoza cuando el trío jugaba con los Marineros de Seattle en el 1979 y 1980.
Mendoza bateó para promedio por debajo de los .200 en cuatro de sus primeras seis temporadas en las Mayores. En 1979, con Seattle, bateó para promedio de .198 en 373 turnos y 148 juegos como campo corto. El veterano de nueve campañas acumuló un promedio de por vida de .215. Para durar nueve años en la gran carpa con ese promedio se necesita un buen mitón. El nativo de Chihuahua fildeaba tan bien que en 2000 fue exaltado al Salón de la Fama mexicano. En el béisbol azteca bateó .291 en 660 desafíos con los clubes de México, Monclova, Aguascalientes, Jalisco, y Monterrey. Además dirigió a los equipos de Monclova, Aguascalientes, y los Tigres de la Angelopolis.
La 'Línea de Mendoza' fue acogida en los Estados Unidos después de que George Brett le diera más popularidad en los años 80. "Lo primero que yo hago cuando leo el periódico los domingos es ver quién esta bateando debajo de la 'Línea de Mendoza", le dijo el dueño de 3154 imparables y miembro del Pabellón de la Fama en Cooperstown a Glen Waggoner y Robert Sklars, autores del libro Rotisserie League Baseball (1987). El uso de un apellido nuestro en una frase que significa futilidad es una de las malas costumbres que permanecen en el circuito que le negó, por más de 50 años, la oportunidad de jugar a muchos atletas latinos, especialmente los de piel canela.
El término es una extensión del estereotipo que antes definía a nuestros jugadores de cuadro. Se decía que eran "good field, no hit" ("fildean bien, pero no batean"). Miguel Tejada, Alex Rodríguez, Roberto Alomar, y muchos otros han desmentido dicho prejuicio.
El uso de la expresión 'Línea de Mendoza', sin embargo, no será fácil de eliminar. Ya es parte del vocabulario del béisbol. Si no podemos borra dicha frase, entonces debemos de crear otra que conecte al pelotero latino con un gran éxito. Este verano, Rafael Palmiero buscará pegar su hit número 3,000. Debemos de llamar el destino de su peregrinaje el 'Cruce de Clemente' ('Clemente's Crossing'). Roberto Clemente es el único pelotero que ha conectado exactamente 3,000 hits en las Grandes Ligas. El 'Astro Boricua' tiene una conexión trágica y mágica con ese número redondo. El guardabosque puertorriqueño llegó a los 3,000 la ultima semana de la temporada del 1972. Tres meses más tarde murió en un accidente aéreo intentando ayudar a victimas de un terremoto en Nicaragua.
Un acto de caridad dejó a Clemente como el portero, el San Pedro, de un paraíso tan exclusivo que solo 25 peloteros han demostrado la destreza, disciplina, y dedicación para pisarlo. En 1999, cuando se acercaba a los 3,000 hits, Tony Gwynn habló del honor de "alcanzar a una de las más grandes figuras del béisbol, como lo era Clemente." Gwynn terminó con 3141 hits en su nombre. En el mismo año, Wade Boggs, un hombre tan supersticioso que temía jugar si no comía pollo antes de cada juego, se acercó a los 3,000 imparables con trepides. La muerte de su mamá en un accidente automovilístico combinado con la tragedia que consolidó a Clemente con el numero 3,000 lo atemorizaba. Tenia miedo que una desgracia le negara llegar a los 3,000 hits. Boggs concluyó su carrera con 3,010 indiscutibles. Este verano será exaltado al Pabellón de la Fama.
Las frases no se pueden imponer. Es cuestión de uso. Los latinos contamos con la autoridad de controlar cómo nos expresamos cuando de béisbol hablamos. Con el tiempo los peloteros latinos llegaron a la posición de influir la calidad del juego en las Grandes Ligas. Con el tiempo podemos construir el 'Cruce de Clemente'.
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